La cofundadora de Black Lives Matter (BLM), Patrisse Cullors, ha admitido que utilizó la mansión multimillonaria del grupo en Los Ángeles para dos fiestas personales en 2021, justo un mes después de sugerir que nunca había utilizado la propiedad para beneficio personal.
Cullors, una autodenominada «marxista entrenada», dijo a The Associated Press el 9 de mayo que organizó una pequeña fiesta en la mansión en enero de 2021, para celebrar la toma de posesión de Joe Biden y Kamala Harris. Añadió que en la fiesta participaron unas 15 personas, incluidos miembros de la división de Los Ángeles de BLM.
En ese momento, Cullors dijo que estaba «buscando refugio» en la mansión porque había «amenazas contra su vida».
La segunda fiesta en la mansión tuvo lugar en marzo de 2021, dijo Cullors, una celebración privada de cumpleaños para su hijo.
Según AP, BLM dijo que había facturado a Cullors una «cuota de alquiler» por usar la mansión para la fiesta de cumpleaños de su hijo, y Cullors dijo que tenía la intención de hacer el pago.
«Miro hacia atrás y pienso que probablemente no fue la mejor idea», dijo Cullors sobre sus dos fiestas en la mansión.
En abril, Cullors negó haber vivido en la mansión o haber aprovechado la propiedad por motivos personales, después de que la revista New York Magazine revelara que el grupo compró la propiedad por 5.8 millones de dólares en octubre de 2020. La finca de 6500 pies cuadrados fue comprada con dinero que había sido donado a la Fundación Black Lives Matter Global Network, apenas dos semanas después de que BLM recibiera 66.5 millones de dólares de su patrocinador fiscal.
Dyane Pascall, directora financiera de una empresa de consultoría dirigida por Cullors y su cónyuge Janaya Khan, compró la mansión, según la revista. Una semana después de la compra, Pascall transfirió la titularidad de la propiedad a una sociedad de responsabilidad limitada en Delaware, un movimiento que «aseguró que la identidad final del nuevo propietario de la propiedad no fuera revelada al público», añadió la revista.
En ese momento, Cullors arremetió contra la historia de la revista, diciendo que era un «abuso despreciable de una plataforma que está destinada a proporcionar información al público» y un ataque «racista y sexista» contra BLM.
«El hecho de que una publicación de renombre permita a un reportero, con un sesgo demostrado y muy público contra mí y otros líderes negros, escribir un artículo lleno de desinformación, insinuaciones y opiniones incendiarias, es desalentador e inaceptable», añadió.
Cullors también dijo que la mansión se compró con la intención de ser utilizada por la comunidad del movimiento BLM para «trabajar, crear contenidos, acoger reuniones y fomentar la creatividad».
Defendió la compra de la mansión en su entrevista con AP.
«Realmente queríamos asegurarnos de que la fundación de la red global tuviera un activo que no fuera solo recursos financieros», dijo, antes de añadir: «Entendimos que no muchas organizaciones dirigidas por negros tienen propiedades. No son dueñas de su propiedad».
En mayo de 2021, Cullors renunció como directora ejecutiva del grupo, en medio de críticas sobre su patrimonio personal y las finanzas del grupo.
Cullors negó rotundamente las afirmaciones de que se había beneficiado personalmente mientras dirigía la fundación BLM, según AP.
«La idea de que [la fundación] recibió millones de dólares y que luego yo escondí esos dólares en mi cuenta bancaria es absolutamente falsa», dijo. «Esa es una narrativa falsa. Me ha impactado personal y profesionalmente, que la gente me acuse de robar a la gente negra».
Mirando hacia atrás, dijo que BLM no estaba preparada para manejar la afluencia de contribuciones tras la muerte de George Floyd en mayo de 2020. Es más, añadió que la fundación tardó en construir la infraestructura necesaria.
«Sobre el papel, parece una locura», dijo. «Usamos mucho este término en nuestro movimiento, que es que estamos construyendo el avión mientras lo volamos. Yo ya no creo en eso. De lo único que me arrepiento con BLM es que hubiera preferido que hiciéramos una pausa de uno o dos años para no hacer ninguna obra y centrarnos en las infraestructuras».
Shalomyah Bowers, miembro del consejo de administración de BLM, dijo en una entrevista telefónica con AP que la fundación se sometió a una auditoría financiera independiente. Dijo que la auditoría y la declaración 990 del IRS, que se publicará próximamente, mostrarán que «no ha ocurrido nada inadmisible o malicioso» con las finanzas de BLM.
«Ahora somos una fundación que está profundamente dedicada a invertir en organizaciones que están comprometidas con el trabajo de la abolición [y] comprometidas con la construcción del poder negro», dijo.
El 26 de abril, el fiscal general de Indiana, Todd Rokita, presentó una demanda contra la fundación BLM, como parte de una investigación en curso sobre el uso de fondos de la organización.
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