La cofundadora de Black Lives Matter, Patrisse Cullors, anunció el 27 de mayo que deja su cargo de directora ejecutiva de la fundación del movimiento, esto luego de las críticas sobre la situación económica de la fundación y su patrimonio personal.
Cullors, de 37 años, declaró a Associated Press que su salida, que se hará efectiva el viernes, estaba planeada desde hace un año y que no tenía nada que ver con los ataques personales a los que se ha enfrentado por parte de grupos de extrema derecha ni con ninguna disputa dentro del movimiento.
Dijo que se va para centrarse en otros proyectos, incluyendo el próximo lanzamiento de su segundo libro y un acuerdo de desarrollo de televisión plurianual con Warner Bros.
«He creado la infraestructura y el apoyo, y los huesos y cimientos necesarios para poder irme», dijo Cullors a The Associated Press. «Siento que es el momento adecuado».
La renuncia de Cullors se produce apenas un mes después de que The New York Post reportara que había comprado «cuatro casas de alta gama por 3.2 millones de dólares» en Estados Unidos desde 2016, todas ellas en barrios predominantemente blancos.
También había estudiado la posibilidad de comprar una residencia en las Bahamas en un complejo ultraexclusivo donde Justin Timberlake y Tiger Woods tienen casas, según el Post.
En el momento del reporte, Black Lives Matter Global Network Foundation emitió un comunicado en el que decía que no había pagado por la casa de Cullors.
Sin embargo, el reporte hizo que Hawk Newsome, el jefe de Black Lives Matter Greater New York City, pidiera una investigación independiente sobre las finanzas de la fundación.
Cullors dijo a AP el jueves que los reportes no influyeron en su decisión de renunciar a su papel como directora ejecutiva.
«Fueron ataques de la derecha que intentaron desacreditar mi reputación, y yo no actúo en función de lo que la derecha piensa de mí», dijo.
La Fundación BLM dijo a AP en febrero que había recaudado 90 millones de dólares en medio de las protestas por la justicia racial del año pasado tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis, Minnesota.
La fundación dijo que terminó el año 2020 con un saldo de más de 60 millones de dólares, después de gastar casi una cuarta parte de sus activos en gastos de funcionamiento, subvenciones a organizaciones dirigidas por negros y otros gastos.
En su declaración de abril, la fundación dijo que Cullors había recibido 120,000 dólares entre 2013 y 2019 por funciones como servir de portavoz y participar en el trabajo de educación política.
«Como una organización 501c3 registrada sin fines de lucro, [la fundación] no puede y no comprometió ningún recurso de la organización hacia la compra de bienes personales por parte de cualquier empleado o voluntario», dijo la fundación. «Cualquier insinuación o afirmación en sentido contrario es categóricamente falsa».
Sin embargo, los críticos de la fundación sostienen que una mayor parte de ese dinero debería haberse destinado a las familias de las víctimas negras de la brutalidad policial, que no han podido acceder a los recursos necesarios para afrontar su trauma y su pérdida.
Tras la salida de Cullors, BLM incorpora a dos nuevas ejecutivas interinas: Makani Themba, estratega jefe de Higher Ground Change Strategies y exdirectora ejecutiva de The Praxis Project, y Monifa Bandele, directora de operaciones de Time’s Up Foundation. Ambas mujeres han sido partidarias y asesoras de Black Lives Matter desde su creación.
«Creo que ambas vienen con una gran experiencia en el movimiento, pero también con una gran experiencia ejecutiva», dijo Cullors a AP.
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