El sensible tema del conflicto entre Palestina e Israel ha sacudido los primeros días del nuevo gobierno en Colombia debido a la decisión anunciada por el expresidente Santos horas antes de terminar su mandato como presidente de reconocer el Estado de Palestina.
La posición histórica de Colombia sobre el conflicto cambió cuando en una carta fechada el pasado 3 de agosto, la entonces ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín le informó a su homólogo de Palestina, Riad Malik, de la decisión.
El propio Santos como presidente había expuesto repetidamente que no habría reconocimiento sino cuando las partes llegaran a un acuerdo.
No solamente incumplió a @IsraelinSpanish sino que un tema
sensible de política exterior como el conflicto entre Palestina e Israel lo decidió por encima de la institucionalidad. @IvanDuque y Canciller recuperarán instituciones citando Comisión Asesora de Relaciones Exteriores. https://t.co/wcvrTBJwZR— Marta Lucía Ramírez (@mluciaramirez) 9 de agosto de 2018
El canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo habló este viernes de la decisión que tomó el expresidente Santos, e insistió en que la decisión se le comunicó “apenas unas horas antes” de la posesión del presidente Iván Duque, aunque el gobierno saliente dijo que desde antes se había hablado.
Agregó, además, que el gobierno examinará sus implicaciones y obrara conforme al derecho internacional y que para el gobierno es prioritario mantener las relaciones de cooperación con sus aliados.
¿Por qué es tan importante esta decisión para Palestina?
Alexánder Montero, asesor político de la Embajada de Palestina en Colombia, lo resume en una frase, con ello se trata de “obligar a Israel a sentarse de Estado a Estado con una agenda clara y compromisos claros”, informó El Observador.
Aunque no se refirió a cuál es esa agenda ni cuál sería el contenido de los compromisos, según Montero, a partir del 3 de agosto existirán relaciones de “Estado a Estado”.
En realidad, el Estado de Palestina no existe. En principio, Palestina no cumple con los requisitos de la Convención de Montevideo para ser considerado Estado por la comunidad internacional, pues el primero de estos es tener un gobierno, y los palestinos tienen dos: uno en Gaza, otro en Cisjordania. El primero gobernado por Hamas, el segundo por Al-Fatah.
No solo eso, la Autoridad Palestina está atada a Hamas por los acuerdos de unidad palestina, aun cuando Hamas no ha renunciado a la violencia.
Hamas es una organización terrorista fundamentalista islámica financiada por Irán dedicada a la destrucción de Israel. Después de ganar las elecciones de 2006 y de luchar contra la Autoridad Palestina, tomó el control de Gaza en 2007. Desde entonces el régimen de Hamás ha librado múltiples guerras con Israel y con frecuencia se enfrenta a Israel en la frontera.
Además, la división entre Fatah y Hamás, así como el uso de la violencia como forma de lucha, usado ahora Hamás y antes por Fatah, son un obstáculo para alcanzar la paz.
“Ambos caminos, el de las negociaciones de paz y el de los enfrentamientos violentos, son excluyentes”, se ventilaba en el 2012 cuando Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, Abbas presentó su solicitud a la Asamblea General para que Palestina fuera admitido como Estado observador.
Después de un viaje de 6 días por la región Jared Kushner, asistente y asesor principal del presidente Trump, constató que a pesar de los miles de millones de dólares invertidos en beneficio de los palestinos en Gaza en los últimos 70 años, el 53 por ciento de la población vive por debajo del nivel de pobreza, y la tasa de desempleo es un 49 por ciento paralizante.
Los palestinos de Gaza están atrapados en un círculo vicioso donde el liderazgo corrupto y lleno de odio ha provocado conflictos que conducen a la reducción de oportunidades, la pobreza y la desesperanza.
Un manifestante palestino utiliza una honda junto a neumáticos en llamas durante una manifestación en la frontera entre Israel y Gaza, al este de Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, el 10 de agosto de 2018. – Un médico palestino murió a causa de un disparo israelí durante los enfrentamientos a lo largo de la frontera de Gaza el 10 de agosto, dijo el ministerio de salud del enclave. (Foto de SAID KHATIB/AFP/Getty Images)Setenta años después de la fundación de Israel, sería sabio que Hamas reconociera que la existencia de Israel es una realidad permanente.
Sin haber tomado ninguna decisión respecto a revertir o no la decisión de Santos, el nuevo presidente de Colombia, Iván Duque, en el mes de mayo adelantó su posición respecto a las relaciones con Israel y Hamas.
“Creo que los países que queremos también la paz en el medio oriente, tenemos que hacer todos nuestros votos por el reconocimiento del estado de Israel por parte de todos los países de la liga árabe…, si contribuye al fortalecimiento de esa relación, … nosotros no podemos rechazar la posibilidad de tener una sede diplomática en Jerusalén”.
La causa palestina y la ONU
En la misiva de la excanciller colombiana en la que comunica sobre el reconociemiento del Estado de Palestina, expresó que su país desde hace 70 añosgui ha demostrado su “invariable interés” y ha apoyado en la ONU “las resoluciones que tratan sobre la cuestión palestina”.
Sin embargo, el tratamiento del conflicto en la ONU nunca ha sido imparcial. Estados Unidos anunció en junio que abandonaba el Consejo de DDHH entre otras razones por el sesgo anti-Israel de ese órgano de las Naciones Unidas.
Eso trae una consecuencia muy importante para el tema de la paz entre israelíes y palestinos, y es que la paz entre Palestina e Israel pasa necesariamente por tomar en cuenta la violencia de Hamas, cosa que la ONU nunca aceptó.
La pregunta crucial seria: La decisión tomada por Santos ¿cuánto empuja hacia la paz o aleja los esfuerzos por alcanzarla?
Reconocer el Estado de Palestina bajo control de Hamas sin haber avanzado en la dirección de una conversación directa entre la Autoridad Palestina e Israel, podría ser un paso en la dirección contraria a la paz. Hamas usa el terror. La paz no puede ser alcanzada por medio de la violencia. Ese es el camino para destruir la paz. Sería la falsa paz impuesta por el terror.
Reconocer el estado palestino en esas condiciones, sin que se garantice la seguridad de Israel y Egipto, y de todos los palestinos, incluidos los de Gaza y los de Cisjordania, ¿sería una paz real y duradera?
Horas después de que se hizo público el anuncio de la cancillería de Colombia del reconocimiento, Hamas lanzó un ataque feroz con más de 150 cohetes sobre Israel.
FULL VIDEO: This evening, Hamas again deliberately targeted Israeli civilians with rockets fired from #Gaza.. pic.twitter.com/HNJP1odBr2
— Israel Foreign Min. (@IsraelMFA) 8 de agosto de 2018
La verdad sobre Hamas se abre paso
La excanciller de Colombia, María Ángela Holguín, comparó la decisión tomada por Santos con el acuerdo de paz firmado con las FARC.
“Esa fue una de las enseñanzas que tuvimos con las Farc: hay que tener un reconocimiento de la organización que uno tiene en frente o con el Estado que uno tiene en frente para poder avanzar en la paz», dijo.
La carta de Holguín habla de los palestinos pero omite mencionar a Hamas. Aun cuando en los últimos meses hubo un importante hecho que marcó el inicio de un cambio en el paradigma de como lidar con el conflicto palestino israelí.
Pero por primera vez el pasado 13 de junio durante una sesión de la Asamblea General del 13 de junio, frente a una resolución presentada por Argelia que era totalmente parcial culpando a Israel —y sólo a Israel —por la reciente violencia en Gaza, una simple enmienda a la resolución presentada por EE. UU., responsabilizando a Hamas, fue aceptada por la comunidad internacional.
“Una fidelidad mínima a la verdad exigía que las Naciones Unidas condenaran por su nombre a Hamas por lanzar cohetes contra Israel y por permitir que otros grupos terroristas hicieran lo mismo. La decencia básica exigía que las Naciones Unidas expresaran su preocupación por el daño que Hamas causa deliberadamente a los cruces fronterizos que suministran alimentos que se necesitan desesperadamente”, dijo Nikki.
Por primera vez en las Naciones Unidas, la mayoría de las naciones reconocieron que la paz entre Israel y el pueblo palestino debe basarse en la verdad del papel de Hamás. Reconocieron que la reconciliación es imposible si se niega la realidad. Parte de esa realidad pasa por aceptar la responsabilidad primordial que tiene Hamas, de perpetuar el sufrimiento del pueblo de Gaza.
“Lamentablemente, la actividad maligna de Hamas está empujando a Israel a participar en actos de autodefensa cada vez de más mayor enverdadura”, reconoció la propia embajadora estadounidense en la ONU.
Después de que #Hamas disparó 80 cohetes contra ciudades israelíes anoche, la fuerza aérea #israel|í destruyó +140 objetivos de Hamas en #Gaza: bases, entradas a túneles terroristas, depósitos de armas, sitios de fabricación de armas y más. https://t.co/smcXqmQQ1L
— Marco Sermoneta 🇮🇱 (@MarcoCSermoneta) 9 de agosto de 2018
Por otra parte, aun cuando el proceso de paz alcanzado en Colombia, según la excanciller, inspiró la decisión de Santos, el pacto que condujo al desarme y transformación en partido de la antigua guerrilla FARC el año pasado, presenta “fallas estructurales” que el nuevo presidente Duque se comprometió a corregir.
El partido político Farc, que tiene las siglas de la organización terrorista que desangró a Colombia, desafía al país y a la legalidad: pic.twitter.com/5ga9U1avLA
— Iván Duque (@IvanDuque) 1 de noviembre de 2017
El nuevo mandatario cuestionó “fallas estructurales” que se han hecho “evidentes” en el pacto con las FARC, pero no dio pistas concretas sobre las modificaciones que introducirá al acuerdo.
Aunque contará con mayoría en el Congreso Duque enfrenta a una fortalecida oposición de izquierda y de centro, que alcanzó su mayor representación en las legislativas de marzo.
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