Los funcionarios de salud de Colorado anunciaron el viernes un cambio en la forma de contar las muertes por COVID-19 en el estado, reduciendo drásticamente el número de muertes de más de 1000 a 878.
El Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de Colorado (CDPHE) dijo en un comunicado que hizo los cambios porque anteriormente había estado contando a los que habían dado positivo en las pruebas del virus en el momento de la muerte, si bien habían muerto por otras causas.
En adelante, el CDPHE dijo que el estado comenzará a informar tanto el número de muertes entre los casos de COVID-19 como el número de muertes debidas a COVID-19.
Los nuevos cambios establecen que 878 personas han muerto como resultado directo de COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus, a fecha del 9 de mayo, mientras que otras 272 han dado positivo pero han muerto por otras causas a fecha del 15 de mayo.
«Entendemos que es confuso que haya diferentes sistemas y formas de contar las muertes. Es importante entender la diferencia entre la causa oficial de muerte y la lista de muertes entre los casos de COVID-19», dijo la Dra. Rachel Herlihy, epidemióloga del estado.
El CDPHE también señaló que la discrepancia en las muertes se debe en parte a la forma en que el estado reporta las estadísticas al Sistema Nacional de Vigilancia de Enfermedades Notificables, que proporciona los datos subyacentes que los funcionarios de salud pública de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) necesitan para vigilar las tendencias de las enfermedades, estudiar los factores de riesgo, evaluar los esfuerzos de prevención y control, y proporcionar recursos de salud pública específicos.
«El hecho de tener estos dos sistemas en funcionamiento ha creado potencialmente cierta confusión y nos disculpamos por ello», dijo Herlihy.
El CDPHE aseguró a los residentes que no cambia la información de los certificados de defunción y que no cuestiona ni intenta cambiar el diagnóstico de un médico ni la determinación de las causas de la muerte, y el Dr. Eric France, director médico del CDPHE, señaló que «cada muerte es trágica, independientemente de las circunstancias».
«Sabemos que este virus puede ser mortal y puede complicar otras condiciones médicas graves y acelerar la muerte. Como profesionales de la salud pública, necesitamos mirar los datos que nos ayudan a entender la transmisión de la enfermedad y a proteger a la gente», dijo.
Colorado informó de su primera muerte por COVID-19 el 31 de marzo, pero se enfrentó a un escrutinio sobre su método de contar las muertes por coronavirus el jueves cuando el forense del Condado de Moctezuma, George Deavers, dijo a la filial de Fox en Denver, KDVR, que un hombre que supuestamente tenía COVID-19 había muerto por «toxicidad por etanol» o envenenamiento por alcohol.
El viernes, el gobernador de Colorado Jared Polis elogió los esfuerzos del estado por «asegurar que somos tan transparentes como sea posible con nuestros informes y por tanto apoyar plenamente los esfuerzos del CDPHE para especificar cuántas muertes se deben específicamente a COVID-19, y no solo [seguir] las directrices de los CDC que incluyen a las personas que murieron con el coronavirus pero no necesariamente de él».
«Lo que estamos viendo hoy es un reflejo de eso. Es importante señalar que el número de muertes debidas a COVID-19 incluye datos a fecha del 9 de mayo y no refleja los casos desde entonces. Los epidemiólogos estatales creen que una vez que los datos estén actualizados, entonces el número será, lamentablemente, mayor», decía una declaración publicada por su oficina.
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