Cinco semanas previas a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC) reiteró su preocupación por una practicante china de Falun Gong encarcelada, instando al régimen a poner fin a la persecución de su grupo de fe.
El 27 de diciembre, la CECC a través de Twitter destacó a Deng Cuiping, una exmaestra de escuela primaria en la ciudad de Yuxi, provincia de Yunnan, que está cumpliendo una pena en prisión de seis años por distribuir materiales de Falun Gong en China. Los ponentes pidieron el fin de más de dos décadas de horribles abusos contra el grupo, incluyendo la tortura.
Esta es el último de una serie de denuncias de la CECC en relación a un proyecto de redes sociales conocido como #OlympicPrisoner, un hashtag destinado a poner en el centro de atención a los ciudadanos chinos detrás de la brillante fachada de los Juegos del régimen.
El 2 de diciembre, el senador Jeff Merkley (D-Ore.) y el representante James McGovern (D-Mass.), quien lidera la CECC, anunciaron el proyecto, que continuará hasta la ceremonia de apertura de los Juegos.
El senador Marco Rubio (R-Fla.) también mencionó a Deng como una víctima bajo el régimen comunista en un comunicado de prensa el 20 de julio, en el marco del 22º aniversario de la persecución del Partido Comunista Chino (PCCh) contra Falun Gong.
Rubio pidió a Beijing que «deje de socavar la libertad de religión y que acabe de una vez por todas con la prohibición de la práctica de Falun Gong». Y dijo que el PCCh debe poner en libertad a todas las personas y practicantes que estuvieron detenidos en prisiones y en diversos centros de detención en China.
Deng fue declarada culpable el 24 de febrero de 2017 por sus actividades espirituales y multada con cerca de USD 1500, según la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de EE. UU.
Su detención ocurrió el 24 de julio de 2016, junto con otros cuatro compañeros practicantes, según Minghui.org, un sitio web con sede en EE. UU. que documenta la persecución de la comunidad por parte del PCCh.
Anteriormente, Deng permaneció en la cárcel por su creencia en la práctica durante tres años, entre 2006 y 2009, tiempo durante el cual experimentó tortura física y mental.
Actualmente, Deng permanece detenida en la Segunda Prisión de Mujeres de la provincia de Yunnan, que tiene un notorio antecedente de maltrato hacia los practicantes de Falun Gong, según Minghui.
La practicante Ding Guiying murió el 15 de enero de 2021 a los 70 años, mientras se encontraba detenida en la prisión de la provincia.
Otra practicante, Xu Chunfeng, fue obligada a tomar fármacos no identificados, tres veces al día, mientras estuvo en prisión durante casi dos años, desde el 14 de diciembre de 2017 hasta el 22 de noviembre de 2019. Allí, ella sufrió un deterioro de la memoria y diarrea severa.
También en la prisión, Wu Yun de 43 años, fue obligada a trabajar de 16 a 17 horas diarias.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una antigua práctica espiritual china que consiste en ejercicios de meditación de movimiento lento y enseñanzas morales que promueven la verdad, la benevolencia y la tolerancia en la vida cotidiana. Según estimaciones oficiales, su popularidad alcanzó su punto máximo a fines de la década de 1990 en China, teniendo entre 70 y 100 millones de practicantes. Sin embargo, el PCCh ha reprimido al grupo por motivos políticos a partir 1999.
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