Ding Guiying, una mujer residente en la ciudad de Kunming, en la provincia suroccidental china de Yunnan, fue condenada de forma secreta a prisión por sus creencias en Falun Gong y recientemente murió durante su detención, según un informe del 9 de febrero de Minghui.org, un sitio web con sede en Estados Unidos que sigue de cerca la persecución de Falun Gong en China.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una antigua práctica espiritual china que consiste en ejercicios de meditación sencillos y lentos y en enseñanzas basadas en los principios de verdad, compasión y tolerancia. Su popularidad creció en la década de 1990, llegando a tener entre 70 y 100 millones de practicantes en China a finales de esa década, según estimaciones oficiales en aquel momento.
Al sentirse amenazado por su popularidad, el Partido Comunista Chino (PCCh) lanzó una campaña de eliminación sistemática en julio de 1999. Desde entonces, millones de personas han sido detenidas dentro de prisiones, campos de trabajo y otras instalaciones, con cientos de miles de personas torturadas mientras estaban encarceladas, según el Centro de Información de Falun Dafa.
El 28 de agosto de 2019, alrededor de las 19:00 horas, los agentes de seguridad doméstica (una agencia específica para acabar con la disidencia) del distrito de Guandu, en la ciudad de Kunming, allanaron la casa de Ding Guiying sin aportar motivos legales y confiscaron sus objetos personales. Los organismos locales de seguridad interna se encargan de acabar con la disidencia.
Ding se resistió a la detención y fue sacada a la fuerza de su casa e introducida en un vehículo policial.
Ding, que tenía más de 70 años, fue recluida en el centro de detención de Kunming. A su familia se le negó la posibilidad de visitarla.
La familia acudió insistentemente a la división de seguridad nacional y exigió que la liberaran del centro de detención.
A mediados de enero de 2021, la familia de Ding recibió inesperadamente una llamada de la Segunda Prisión de Mujeres de Yunnan, en la ciudad de Kunming. Dijeron que Ding estaba presa allí y que había fallecido el 15 de enero a las 8:53 de la mañana, tras el intento fallido por tratar su «enfermedad repentina», ocurrida el día anterior.
El 19 de enero, el cuerpo de Ding fue transportado por los guardias de la prisión al crematorio.
Solamente después de la muerte de Ding, su familia recibió una «notificación de ingreso» de la prisión, en la que se indicaba que Ding «había sido condenada a cuatro años de prisión por un tribunal del distrito de Wuhua de la ciudad de Kunming el 10 de julio de 2020».
No es la primera vez que Ding es objeto de persecución.
El 11 de mayo de 2011, Ding y más de diez practicantes de Falun Gong fueron secuestrados por la división local de seguridad interna durante una redada bajo las instrucciones directas de Zhou Yongkang, entonces jefe de la Comisión de Asuntos Políticos y Legales de China, según Minghui.org.
Este organismo tuvo en su momento amplios poderes, ya que supervisaba todas las facetas del aparato de seguridad de China, incluidas las cárceles, las prisiones, los tribunales y la policía. Durante este tiempo, Zhou dirigió la agencia y las oficinas locales 610 para reprimir a los creyentes de Falun Gong.
La Oficina 610 es una agencia extralegal que se creó en 1999 con el único propósito de perseguir a Falun Gong. Tiene poder absoluto en todos los niveles de la administración del PCCh y su influencia supera la de otras organizaciones políticas y judiciales.
Poco después del secuestro, Ding fue condenada a tres años en la Segunda Prisión de Mujeres de Yunnan. Fue sometida a trabajos forzados y torturas hasta su liberación a mediados de abril de 2014.
El aislamiento y las sesiones de lavado de cerebro son métodos de tortura habituales utilizados contra los practicantes de Falun Gong encarcelados en la prisión de mujeres de Yunnan, según un informe publicado por Minghui.org el 30 de enero.
El informe decía que las autoridades penitenciarias hacían que los guardias y otros reclusos participaran en la persecución de los practicantes de Falun Gong ofreciéndoles incentivos económicos y reducciones de condena.
Hasta el 11 de febrero, se ha confirmado la muerte de 4363 practicantes de Falun Gong como resultado de la persecución, según las últimas estadísticas de Minghui.org. Los expertos en derechos humanos afirman que es probable que la cifra real sea mucho mayor debido a la dificultad de extraer información sensible de China.
Un total de 921 legisladores de 35 países y regiones de todo el mundo emitieron una declaración conjunta en el Día Internacional de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre del año pasado, para condenar la persecución de Falun Gong que el régimen chino lleva a cabo desde hace décadas.
También ese mismo día, Estados Unidos sancionó a un funcionario chino por su papel en las violaciones de los derechos humanos contra los practicantes de Falun Gong, convirtiéndolo en el primer individuo que persigue a Falun Gong en ser castigado.
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