El Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes aprobó una enmienda a la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) para el año fiscal 2022, que requeriría que las principales agencias gubernamentales investiguen y publiquen un informe desclasificado sobre los verdaderos orígenes de la pandemia de la COVID-19.
La enmienda (pdf) del representante Mike Johnson (R-La. ) fue aceptada de forma bipartidista.
“Mi enmienda a la NDAA REQUERIRÁ que las agencias de Defensa e Inteligencia de EE. UU. creen un informe desclasificado sobre los VERDADEROS ORÍGENES de la pandemia. ¡El pueblo estadounidense merece saberlo! ¡Debemos responsabilizar a los comunistas chinos, y a cualquier otra persona involucrada!», escribió Johnson en una publicación de Facebook el miércoles.
El proyecto de ley de Johnson requeriría que el Director de la Agencia de Inteligencia de Defensa coordine con el Secretario de Defensa y el Director de Inteligencia Nacional para crear el informe público.
Los miembros republicanos del Congreso han estado pidiendo al gobierno en pleno que tome medidas para responsabilizar al Partido Comunista Chino (PCCh) de cualquier posible encubrimiento de la pandemia y la desinformación sobre los orígenes del virus.
“Ante la creciente evidencia y las preguntas sin respuesta sobre los orígenes de la COVID-19, mi enmienda exigirá una investigación exhaustiva sobre cómo se desató la pandemia en el mundo”, dijo Johnson en una declaración escrita. «Es fundamental para nosotros tener estas respuestas para ayudar a prevenir futuras pandemias».
Además de la enmienda de Johnson, el panel aprobó una enmienda del representante Mike Gallagher (R-Wis.) que investigaría si los participantes en los Juegos Mundiales Militares en Wuhan en 2019 estuvieron infectados por el virus.
Estas dos enmiendas son las últimas leyes que los miembros republicanos han ofrecido para responsabilizar al PCCh por el mal manejo inicial de la pandemia en 2019 e investigar dónde comenzó el brote, cómo se propagó y cómo estuvo involucrado el PCCh.
El representante Jim Banks (R-Ind.) dijo que China debe ser investigada y responsabilizada al menos por evitar que la Organización Mundial de la Salud y el Centro de Control de Enfermedades de EE. UU. ingresen a China e investiguen los orígenes del virus al comienzo de la pandemia en enero.
«Esta por sí sola es la razón por la que China es moralmente culpable, por la que deberían rendir cuentas por la propagación del coronavirus», dijo Banks en la Conferencia de la Universidad Liberty sobre las relaciones entre Estados Unidos y China en julio de 2020.
El representante Dan Crenshaw (R-Texas) estuvo de acuerdo en que China no era transparente con otros países y sabía que había un virus desde el principio, porque cortaron los viajes dentro de China, “entre Wuhan y otras ciudades de China, pero no a nivel internacional. Así que de nuevo (…) estoy completamente de acuerdo con la opinión que tuvo Jim sobre esto. (…) Ellos permitieron que se propagara, y luego también difundieron información errónea a través de sus contactos en la Organización Mundial de la Salud”, dijo Crenshaw.
Algunos demócratas moderados también han expresado su preocupación por el papel del PCCh en la propagación de la pandemia.
Las representantes Stephanie Murphy (D-Fla.), Kendra Horn (D-Okla.) y el exrepresentante Max Rose (D-N.Y.) en julio de 2020 encabezaron la Coalición del Perro Azul para presentar la Ley para Prevenir que China explote el COVID-19. Este proyecto de ley tenía como objetivo exigir al director de inteligencia nacional que trabajara con los jefes del Departamento de Defensa, el Departamento de Estado, y el Departamento de Seguridad Nacional para evaluar las posibles formas en que China ha socavado y podría socavar aún más los intereses de Estados Unidos y sus aliados durante la pandemia.
“Las preocupaciones bipartidistas en el Congreso sobre las políticas del gobierno chino solo aumentaron una vez que la COVID-19 surgió en China y se extendió a prácticamente todos los países del mundo. Desde el comienzo de esta pandemia, hemos sido testigos de un patrón de comportamiento alarmante del gobierno chino en una variedad de áreas”, dijo Murphy en un comunicado de prensa.
Si bien los líderes demócratas de la Cámara no se han sumado al llamado para responsabilizar al PCCh, el líder de la minoría de la Cámara, Kevin McCarthy (R-Calif.), presentó el 23 de junio un plan de ocho puntos centrado en el régimen comunista y otros organismos para «garantizar que los estadounidenses obtengan la rendición de cuentas y transparencia que merecen”.
“No podemos permitir que las malas acciones de China pasen desapercibidas y–lo que es más importante, no podemos permitir que no se rindan cuentas”, dijo McCarthy en una conferencia de prensa en Washington.
El primer punto de la agenda, dijo, es introducir una legislación que obligue al gobierno a desclasificar la inteligencia relacionada con los orígenes del virus del PCCh, que causó la COVID-19.
El 26 de mayo, el presidente Joe Biden ordenó a la comunidad de inteligencia que elaborara un informe en 90 días sobre los orígenes del virus, que se informó por primera vez en la ciudad china de Wuhan. Dijo que las agencias de inteligencia están analizando teorías rivales, incluida la posibilidad de un accidente de laboratorio en China.
La administración Biden dijo que no tomará medidas inmediatas sobre China para presionar al régimen comunista para una investigación independiente sobre si la COVID-19 se originó en un laboratorio de Wuhan hasta que haya un «consenso internacional», dijo el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan el 20 de junio.
Con información de Cathy He.
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