Comité del 6 de enero presenta nuevos documentos del Servicio Secreto y Casa Blanca ante la 9a reunión

Al concluir vota a favor de citar al expresidente Donald Trump

Por Joseph Lord
14 de octubre de 2022 12:50 PM Actualizado: 14 de octubre de 2022 12:54 PM

El Comité del 6 de enero de la Cámara de Representantes se reunió el 13 de octubre para dar a conocer mensajes de texto, testimonios y otros documentos de los funcionarios de la Casa Blanca y el Servicio Secreto, nunca antes vistos.

Desde su primera audiencia en junio, los miembros del comité, que cuenta con siete demócratas y solo dos republicanos, dejaron clara su posición sobre el mitin “Stop the Steal” (Detener el robo) del 6 de enero. Los miembros han culpado en términos inequívocos al expresidente Donald Trump exclusivamente por la ruptura del orden del 6 de enero, pero en sus intentos de validar esta afirmación a veces se han basado en evidencia alterada.

Antes de que los miembros se reunieran, para lo que el presidente del comité, Bennie Thompson (D-Miss.), denominó una «reunión de trabajo» más que una audiencia formal, se desencadenó la especulación sobre si el comité citaría a Trump. Este finalmente aceptó por unanimidad una moción de la miembro de rango, Liz Cheney (R-Wyo.), para hacer precisamente eso.

La audiencia, más breve que muchas anteriores, comenzó a la 1:00 p.m. ET.

Como en muchas otras ocasiones, Thompson reiteró las afirmaciones del comité sobre los eventos de enero de 2021, diciendo que la ruptura del orden fue parte de un “plan de varias partes” de Trump y sus aliados para llevar a cabo una insurrección en contra del gobierno de Estados Unidos, dijo el representante.

“El hecho más sorprendente es que toda esta evidencia proviene casi en su totalidad de los republicanos”, añadió Thompson.

“La evidencia que emergió no provino de los demócratas o de los oponentes de Donald Trump”, continuó Thompson. “En su lugar, mire quién ha escrito, ha testificado y producido evidencia. ¿Quién ha sido ese? Asistentes que han trabajado lealmente para Trump durante años, funcionarios estatales republicanos y legislaturas, electores republicanos, la presidenta del Comité Nacional Republicano”.

En su comentario de apertura, Cheney reiteró aquel sentimiento: “La gran cantidad de evidencia presentada hasta ahora nos ha mostrado la causa central del 6 de enero fue un hombre, Donald Trump”.

Hasta el momento, los testimonios provienen del exfiscal general, Bill Barr, la exasesora de la Casa Blanca, Cassidy Hutchinson, la hija del presidente, Ivanka Trump, su yerno, Jared Kushner, y otros.

Durante la audiencia, el comité presentó nuevos documentos y testimonios de otros republicanos y agentes del Servicio Secreto.

Trump planea declaración de victoria del día de las elecciones

Un memorando de los Archivos Nacionales presentado por la representante Zoe Lofgren (D-Calif.) supuestamente reveló que Trump planeaba declarar la victoria el día de las elecciones antes de que se contaran los votos finales.

El breve memorando fue enviado a Tom Fitton, quien dirige el grupo conservador Judicial Watch.

“Nosotros tuvimos una elección hoy, y gané”, dice el memorándum. “Las boletas contadas por la fecha límite del día de las elecciones muestran que el pueblo estadounidense me ha otorgado el gran honor de ser reelegido como presidente de Estados Unidos”.

Lofgren también hizo referencia al testimonio del director de la campaña electoral de Trump, Brad Parscale, que afirmaba que Trump planeaba decir que ganó de cualquier manera ya en julio.

Trump se pone «furioso» por la decisión de la Corte Suprema

Un mensaje de texto de un agente del Servicio Secreto que se dio a conocer durante la audiencia alegó que Trump estaba “furioso” después de que la Corte Suprema, de la cual nombró a tres de los nueve miembros actuales, se negara a escuchar una demanda electoral presentada por el presidente.

Funcionarios de la Casa Blanca, en particular el exsecretario de Estado, Mike Pompeo, dijeron que Trump y otros en los rangos superiores del personal de la Casa Blanca consideraban que era la última oportunidad para recuperar las elecciones.

El mensaje llegó luego de la decisión de la Corte Suprema de no escuchar el caso.

“La Corte Suprema negó su demanda”, decía el mensaje. “Él está furioso ahora”.

Cassidy Hutchinson, exasistente del exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, cuyo testimonio ha sido negado tanto por Trump como por el Servicio Secreto, también sugirió que Trump estaba furioso tras la noticia.

“El presidente estaba excitado por la decisión de la Corte Suprema”, dijo al comité durante su testimonio. “El presidente simplemente se enfureció por la decisión y por lo malo que era y ‘porqué no hicimos más llamadas’ y su típico estallido de ira por esta decisión”.

“Él dijo algo como: ‘Yo no quiero que la gente sepa que perdimos, Mark. Esto es embarazoso. Averígualo’”, dijo ella.

No está claro cuán cerca estaba Hutchinson del presidente.

Según el propio relato de Trump, “apenas sabía quién es [Hutchinson]”. Trump también sugirió que Hutchinson pudo haber acudido al comité por un rencor que le guardaba por no aprobarla para unirse a su equipo en Florida, aunque se discute dónde fue exactamente Hutchinson después de que Trump dejó la Casa Blanca.

Servicio secreto consciente de las amenazas

Otras evidencias sugirieron que el Servicio Secreto estaba al tanto de la amenaza de violencia el 6 de enero, un conocimiento derivado de las publicaciones en las redes sociales y las denuncias anónimas.

Los Proud Boys, una organización cuya influencia real es limitada, pero muy inflada por el comité, supuestamente pensaron en ese momento que “tendrían un grupo lo suficientemente grande para marchar armados a D.C.y que [superarían] en número a la policía para que ellos [no pudieran] ser detenidos”, decía un aviso anónimo. “Su plan es literalmente matar gente. Por favor, tome este consejo en serio e investigue más a fondo”.

En un correo electrónico obtenido por el comité, el Servicio Secreto discutió la amenaza.

“Grupos de derecha respondiendo en todo el país y estableciendo ‘fuerzas de reacción rápida’ en Virginia”, decía un correo electrónico.

Además, según los informes, los agentes también estaban preocupados por la cantidad de armas llevadas al evento del 6 de enero, en la Elipse, donde los manifestantes se reunieron para escuchar hablar a Trump, antes de que ellos marcharan hacia el Capitolio.

“Con tantas armas hasta ahora, uno se pregunta cuántas son desconocidas. Podría haber deporte después del anochecer”, escribió un agente en un mensaje a un colega.

«No hay duda. La gente en la Elipse dijo que se mudarían al Capitolio después del discurso de POTUS”, respondió otro agente.

Aguilar reitera

El representante Pete Aguilar (D-Calif.) redobló la veracidad del testimonio impugnado de Hutchinson sobre el comportamiento de Trump el 6 de enero.

Hutchinson hizo afirmaciones de gran alcance durante su testimonio de junio en una audiencia de último minuto sobre varias supuestas disputas entre Trump y el Servicio Secreto el 6 de enero.

Según Hutchinson, Trump se sintió frustrado después de que el Servicio Secreto se negara a permitirle unirse a sus partidarios en la protesta en el Capitolio porque el área no había sido asegurada.

Hutchinson luego afirmó que Trump se abalanzó sobre un agente del Servicio Secreto enojado después de que se negaran a llevarlo al Capitolio, antes de intentar quitarle el volante al conductor de su vehículo.

Las afirmaciones de Hutchinson provienen de una información de segunda mano, admitió ella.

Al parecer Hutchinson lo escuchó del agente del Servicio Secreto, Tony Ornato. Sin embargo, Bobby Engel, el conductor real del vehículo, al parecer negó reclamo, una negación que se afirma él estaría dispuesto a hacer bajo juramento y bajo riesgo de perjurio.

A pesar de las negativas del agente más íntimamente involucrado en el altercado, Aguilar aseguró a los estadounidenses de que esto realmente sucedió, al menos según los informes posteriores al hecho, donde los empleados de la Casa Blanca comentaron al respecto.

El incidente fue “tan ampliamente conocido”, dijo Aguilar, que un exempleado de la Casa Blanca se refirió a él como la “charla del rato de descanso”.

Aguilar ha contemplado más acciones legales, hasta e incluyendo un tiempo en la prisión federal contra los que nieguen la versión de Hutchinson.

Una fuente no identificada al parecer testificó ante el comité “que el Sr. Ornato en la oficina del Sr. Ornato les informó a ellos específicamente sobre el comportamiento iracundo del presidente en la SUV”, dijo Aguilar.

Aguilar reflexionó que los negacionistas podrían estar violando las leyes contra la obstrucción de la justicia y prometió: “Nosotros abordaremos este asunto en nuestro informe”.

Posibles audiencias adicionales

Thompson aludió brevemente a la posibilidad de más audiencias.

“Nosotros estamos convocados hoy no como una audiencia, sino como una reunión formal de trabajo del comité para que, además de presentar evidencia, podamos potencialmente realizar una votación del comité sobre más acciones de investigación basadas en esa evidencia”, dijo Thompson en su declaración de apertura.

La posibilidad de tales audiencias depende en gran medida de los resultados de las disputas legales en curso entre Trump y sus aliados sobre si sus documentos y testimonios están protegidos por el privilegio ejecutivo. Aunque el comité recibió una victoria de relaciones públicas con su voto para citar a Trump, el testimonio del expresidente está lejos de estar garantizado.

Además de los problemas que enfrentan los demócratas, la citación solo dura hasta el término del 117º Congreso, que pronto llegrá a su fin.

Si los republicanos toman la Cámara, como se espera que lo hagan, será una carrera contrarreloj para que el comité gane sus casos en las cortes. Aunque Thompson citó precedentes de citaciones legislativas de expresidentes, las incidencias de tales citaciones en la historia de Estados Unidos son escasas.

En la década de 1840, el Congreso citó a los expresidentes John Quincy Adams y John Tyler para obtener información sobre actividades de inteligencia. Las citaciones finalmente no fueron respondidas.

El único otro caso se produjo en el siglo XX, cuando el presidente del Comité de Actividades anti estadounidenses de la Cámara de Representantes, Joseph McCarthy, citó al expresidente Harry S. Truman. Como en el caso de Adams y Tyler, la citación quedó sin respuesta.

Estos casos tomados en conjunto dejan sin aclarar la cuestión de si el Congreso tiene la autoridad para citar a un expresidente, y está lejos de tener alguna seguridad de que el comité alguna vez tenga la oportunidad de escuchar el testimonio de Trump.


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