Hace poco volví a mi trabajo después de tomarme un mes entero de descanso, soy un firme creyente en tomarse un tiempo libre y encontrar tiempo para descansar y reponerse.
Después de un mes de descanso, resulta que tengo una pila de tareas, correos electrónicos y mensajes que revisar.
Es desalentador. Puede ser desalentador enfrentarse a esta cantidad abrumadora de cosas, y la tendencia es aplazarla. Buscar algunas distracciones. Sentirse desanimado al respecto.
Resumiendo: me costó un poco, pero encontré la manera de volver a sumergirme y sentirme increíble al respecto. Todavía estoy trabajando en los montones, pero me encanta cada momento. Me siento vivo con mi trabajo y con lo que estoy creando cada día.
Aprendí mucho en la última semana sobre este tipo de desafío, algunas cosas fueron reaprendidas que ya había aprendido antes, pero otras fueron nuevos aprendizajes. Me gustaría compartirlo aquí para cualquiera que se enfrente a una montaña de tareas, mensajes y correos electrónicos desalentadora y abrumadora.
Vamos a sumergirnos.
Por qué nos sentimos desanimados: Es una tarea imposible
Nos sentimos abrumados y desanimados porque miramos la montaña de tareas y correos electrónicos y pensamos que tenemos que hacerlo todo. Pero no podemos. No hay manera de abordar una montaña de una sola vez.
Todo ello se agrupa en una tarea imposible, pero en realidad se trata de una serie de tareas. No es una sola cosa, pero parece que lo es. Es como mirar toda la comida que nos queda por comer en nuestra vida, y pensar que no hay manera de que podamos comer todo eso. Pero en realidad, nos la comemos un delicioso bocado cada vez.
Por separado, cada tarea no es tan difícil. Tenemos que elegir una cosa del montón y centrarnos en ella.
Cómo empezar
No se puede abordar todo a la vez. Solo hay que empezar. Lo que aprendí es que una vez que empieza, y empieza a divertirse con ello, verá algún progreso. Esto crea un efecto de bola de nieve en el que se va animando con sus progresos. Así que solo tiene que poner la pelota en marcha.
Esto es lo que me funciona a mí:
-Empezar poco a poco. El primer día que volví, me sumergí en el agua y traté de encontrar algunas cosas que pudiera hacer. Me di permiso para no intentar hacerlo todo ese primer día. Si no vuelve de las vacaciones, sino que se enfrenta a una enorme pila de cosas por hacer, dese permiso para hacer solo unas pocas cosas para poder empezar a progresar.
-Encuentre pequeñas victorias para empezar. Busque pequeñas tareas y mensajes a los que pueda responder, para conseguir algunas victorias fáciles. Estas son alentadoras y le dan una sensación de progreso. Es muy importante.
-Empiece a hacer un triaje. Empiece a buscar entre los montones de tareas y correos electrónicos, y mire si hay algo que sea más urgente. Sáquelos y póngalos en una lista separada para centrarse en ellos. Puede ocuparse del resto más tarde.
-Haga una cosa. Ese era mi mantra: centrarme en hacer una cosa. Puede ser pequeña, mediana o grande, pero céntrese en una cosa. Hacía una cosa fácil y luego me concentraba en otra. Y en otra. De una en una.
-Encontrar más victorias pequeñas. Una vez que empecé a progresar, me gustó mucho encontrar las pequeñas cosas que podía hacer para empezar a reducir la pila y conseguir más victorias en mi haber. Es muy divertido.
-Convertirlo en un juego. Como puede ver, convertí esta montaña de tareas y mensajes en un juego disfrutando del progreso. Disfrutando de cada tarea individual. Poniendo amor en cada mensaje, cuidando de mi vida, se convirtió en un juego. ¡Todavía lo estoy jugando mientras escribo esto!
No se preocupe por hacer cada una de esas ideas. Puede que encuentre inspiración en uno o dos de los puntos anteriores: pruébelos.
Cómo concentrarse
Una cosa es empezar, pero ¿cómo encontrar el enfoque para no estar pensando en toda la montaña de cosas que hay que hacer?
Yo hago tres cosas.
Primero, elijo un puñado de cosas en las que centrarme hoy. Solo de tres a cinco cosas. Si son más de cinco, mejor que sean cosas pequeñas, pero no me gusta tener una lista larga porque es más difícil concentrarse. Así que elijo una lista corta. Si termino la lista corta, me permito ir a hacer más tareas.
En segundo lugar, elijo una cosa de la lista corta y me concentro solo en ella. La pongo en modo de pantalla completa para que no haya ninguna otra cosa en la que pensar. Lo convierto en todo mi universo.
En tercer lugar, pienso por qué esa cosa que tengo delante es importante para mí. ¿Por qué me interesa? ¿Qué me hace sentirme inspirado, iluminado por ello? Esto me ayuda a volcarme de lleno en esa cosa.
Cómo encontrar el placer en cada cosa
A menudo nos relacionamos con nuestras tareas como cosas que «tenemos» que hacer, como un trabajo monótono o rutinario. No es de extrañar que al ver una montaña de tareas nos sintamos abrumados y resistentes.
¿Y si nos relacionamos con nuestras tareas de forma diferente? Cada correo electrónico es una nota de amor de una persona encantadora (sí, incluso el spam). Cada tarea es una forma de expresarnos, de expresar nuestro amor.
¿Qué pasaría si aportáramos juego y asombro a cada tarea?
Si somos capaces de apreciar plenamente cada momento de la vida, se convierte en un momento de milagro. Eso es lo que podemos aportar a nuestras tareas: un sentimiento de asombro, devoción y alegría.
Requiere práctica, pero compruebe si puede hacerlo en su próxima tarea.
Cambiar la forma de ver la montaña de tareas
Al volver al trabajo, miré mi montaña de tareas y sentí cierto temor. ¡Qué difícil! Cuánto trabajo aburrido por hacer.
Pero, por supuesto, esa no era una forma útil de ver la montaña.
Cuando miro las montañas de fuera (ya sabe, en el mundo real), veo una belleza y una aventura increíbles. Siento un salto en mi corazón, un deseo de explorar y un anhelo de viaje.
¿Y si la montaña de tareas y correos electrónicos se convierte en este lugar de aventura, exploración, juego, curiosidad, aprendizaje y alegría?
Así es como decido relacionarme con mi montaña. ¿Y usted?
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