Cuando te despiertas por la mañana, notarás lo rápido que tu mente comprueba sus dolencias físicas y psicológicas. ¿Dolor de espalda? Sigue allí. ¿Reunión de la tarde para preocuparse? Sigue allí. ¿Situación financiera problemática? Sigue allí.
¿Esperabas que fuera diferente? Si los buscas, siempre habrá dificultades listas para arrastrarte a lo largo del día.
Todos los días son un desafío
Hoy, como la mayoría de los días, probablemente hará demasiado calor o demasiado frío. El tráfico será terrible. Acontecimientos preocupantes ocurrirán en el mundo. Es posible que sus colegas e incluso los miembros de su familia no vean las cosas a su manera y que experimente algunos conflictos interpersonales.
El emperador romano Marco Aurelio era un filósofo estoico. Él decía: «Nada tiene que salir bien hoy para que actúes con honor y carácter».
Hacer lo imposible y tener solo pensamientos positivos no es la respuesta. Al contrario, Marco Aurelio aconseja en sus «Meditaciones» que «Cuando te levantes por la mañana, repite: La gente con la que trato hoy será entrometida, ingrata, arrogante, deshonesta, envidiosa y malhumorada».
Haciendo el ajuste de mentalidad que aconseja Marco Aurelio, no estás luchando con la realidad.
De las personas desagradables que se encuentran en un día cualquiera, Marco Aurelio dice: «Son así porque no pueden distinguir el bien del mal. Pero he visto la belleza del bien y la fealdad del mal, y he reconocido que el malhechor tiene una naturaleza relacionada con la mía, no de la misma sangre o nacimiento, sino de la misma mente, y que posee una parte de lo divino».
Todos los que conocerás hoy, a pesar de su mal comportamiento, no difieren de ti, aconseja Marco Aurelio. No hay necesidad de ira, odio o conflicto. Las cosas pueden no ir bien, y las cosas no tienen que ir bien para que usted tenga un buen día.
Otros, como usted, a veces toman una mala decisión, pero tienen el poder de tomar una mejor opción. Marco Aurelio dice:
«Nacimos para trabajar juntos como pies, manos y ojos, como las dos filas de dientes, superior e inferior. Obstruirse unos a otros no es natural. Sentir rabia hacia alguien, darle la espalda: son obstáculos».
Fíjate qué irónica es tu mente al creer que «nacimos para trabajar juntos». Sus compañeros de trabajo parecen estar en su camino y algunos de sus colegas parecen ser obstáculos.
No es de extrañar que el día apenas haya empezado y ya estés agotado.
Qué ridículo es tu modo de pensar, podría decir Marco. Esperabas que el mundo no te proveyera obstrucciones mientras tu mente está llena de obstrucciones.
Concéntrese en su carácter
«¿Qué rayos es esto?», dijo Dorothy Parker cuando sonaba el timbre de la puerta de su apartamento. Tal vez usted saluda al nuevo día con la misma inquietud.
Aunque a Parker le pareció lo contrario, Marco Aurelio le enseñó que nosotros, y no otras personas, somos el problema. ¿Cuánto tiempo perdemos concentrándonos en lo que otros están haciendo? Aurelio ofrece buenos consejos:
«No pierdas el resto de tu tiempo preocupándote por los demás, a menos que afecte el bien común. Te impedirá hacer algo útil. Estarás demasiado preocupado con lo que tal y cual está haciendo, y por qué, y lo que están diciendo, y lo que están pensando y lo que están tramando, y todas las otras cosas que te despistan y te impidan concentrarte en lo que te propones».
«Sí, sigues degradándote, alma. Pero pronto tu oportunidad de tener dignidad desaparecerá. Todos tienen una vida. La tuya está casi agotada, y en vez de tratarte con respeto, has encomendado tu propia felicidad a las almas de los demás».
Cuando nuestros pensamientos no son secuestrados por las interrupciones de hoy, liberamos nuestra energía mental para concentrarnos en nuestros propios esfuerzos:
«Concéntrate cada minuto en hacer lo que tienes delante con seriedad precisa y genuina, con ternura, voluntariamente y con justicia. Y en liberarte de todas las demás distracciones. Sí, puedes, si haces todo como si fuera lo último que estuvieras haciendo en tu vida, y dejas de ser un desorientado, dejas de permitir que tus emociones anulen lo que tu mente te dice, dejas de ser hipócrita, egocéntrico, irritable».
¿No está convencido? ¿Sigues pensando que el problema son los demás y que tienes que irte? Aurelio tiene una cubeta de agua helada para su creencia equivocada y un camino mejor para la autorrenovación:
«La gente trata de alejarse de todo: del campo, de la playa, de las montañas. Tú siempre desearías poder hacerlo también. Lo que es una idiotez: puedes escapar cuando quieras».
«Ir hacia adentro»
«Ningún lugar al que puedas ir es más pacífico, más libre de interrupciones, que tu propia alma. Especialmente si tienes otras cosas en las que confiar. Un recuerdo instantáneo y allí está: completa tranquilidad. Y por tranquilidad, me refiero a una especie de armonía».
«Así que sigue alejándote de todo eso. Renuévate a ti mismo. Pero que sea breve y simple. Una visita rápida debería ser suficiente para alejar a todos y enviarte de vuelta listo para enfrentarte a lo que te espera».
Marco Aurelio escribió «Meditaciones» como guía para sí mismo, sin esperar nunca que se convierta en un tesoro duradero para la humanidad. Un poeta bizantino aconsejó una vez a sus lectores que estudiaran lo que él llamó «El Libro de Marco», y decía que «Si deseas dominar el dolor, desenrolla este libro y lee con cuidado».
Si quieres leer más, la traducción de «Meditaciones» del profesor de clásicos de la Universidad de Virginia Gregory Hays es magnífica. Leer y releer. Comienza a observar, cada mañana al levantarte de la cama, tendrás la oportunidad de aprender una verdad: nada tiene que ir bien para ti hoy, y, sin embargo, como el filósofo estoico Epicteto prescribió, puedes «actuar tu parte con honor».
Barry Brownstein es profesor emérito de economía y liderazgo en la Universidad de Baltimore. Es el autor de «El trabajo interno del liderazgo». Para recibir los ensayos de Barry, suscríbase en Mindset Shifts. Este artículo fue publicado originalmente en Intellectual Takeout.
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