Si bien hay pruebas de que los jóvenes pueden contraer COVID-19, las cifras sugieren que los más vulnerables somos los que tenemos el mayor riesgo.
Hay investigaciones que sugieren que las condiciones de salud, como los problemas cardíacos y la diabetes, pueden hacer que COVID-19 sea mucho más peligroso.
Un estudio realizado en China, por ejemplo, reveló que casi el 73% de las personas muertas por el virus tenían una edad promedio de 66 años y padecían una enfermedad crónica no transmisible. Algunas condiciones asociadas fueron la presión arterial alta, la enfermedad coronaria y la diabetes.
[Nota de los editores: The Epoch Times ha recibido información y documentos que revelan que el régimen chino ha manipulado sus estadísticas de infección, pero este perfil de los más vulnerables a COVID-19 es comparable a la información de fuentes confiables].
Aunque no hay una forma segura de prevenir la infección o limitar su efecto, estos números sugieren que la condición de salud existente de una persona juega un papel importante en la severidad del virus.
Esto resalta la importancia de practicar un estilo de vida preventivo. Nunca sabemos cuándo puede llegar una pandemia, y estar lo más sano posible cuando lo hace puede ser una cuestión de vida o muerte, independientemente de la edad.
Cada año, decenas de miles de personas mueren de influenza, y fuera de los niños pequeños, es el mismo grupo el que está recibiendo el mayor impacto de COVID-19.
Entonces, ¿qué se puede hacer?
COVID-19 puede servir como motivación para tener más cuidado. Practicar un estilo de vida saludable que promueva la disminución de la presión arterial, la reducción del colesterol y la mejora de la salud del corazón, son buenos puntos por donde empezar.
Trabajar para controlar el azúcar en la sangre y potencialmente revertir la diabetes, o prevenirla, es otra área de enfoque.
Perder peso para eliminar el estrés del cuerpo también puede ayudar a optimizar el sistema inmunológico y promover el antienvejecimiento y la longevidad.
A veces es difícil reconocer cómo las decisiones diarias que tomamos a lo largo de la vida marcan una verdadera diferencia. Pero la pandemia actual está, en cierto modo, demostrando que pueden hacerlo.
Aunque no hay garantía de que el estilo de vida pueda protegerte de la infección, puede reducir tu riesgo y poner tu cuerpo en un mejor lugar para manejar lo que el mundo le arroja. Después de todo, un estilo de vida saludable está asociado con un riesgo reducido de una serie de condiciones crónicas.
Devon Andre es licenciado en ciencias forenses por la Universidad de Windsor en Canadá y tiene un título de Juris Doctor de la Universidad de Pittsburgh. Andre es periodista de BelMarraHealth, el cual publicó por primera vez este artículo.
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