Opinión
Estados Unidos e Israel parecen ser aliados cercanos. Sin embargo, las cosas no siempre son lo que parecen. A medida que Israel se acerca a China, ese «vínculo inquebrantable» entre Estados Unidos e Israel parece cada vez más frágil.
En 1948, Estados Unidos se convirtió en el primer país en reconocer oficialmente al nuevo Estado de Israel; siete décadas después, la administración Trump hizo historia al reconocer a Jerusalén como la capital de Israel. Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, «Israel no tiene mayor amigo que Estados Unidos». El vínculo inquebrantable de los dos países «nunca ha sido más fuerte», o eso nos dicen.
¿Puede Beijing romper el vínculo de una vez por todas?
En un discurso, pronunciado en 2017, Benjamin Netanyahu, entonces el hombre más importante de Israel, se puso lírico sobre un «matrimonio hecho en el cielo». El político no hablaba de su esposa, ni hablaba de Estados Unidos. Hablaba del matrimonio de Israel con China. Un matrimonio de conveniencia más que de amor, sin duda. Sin embargo, un matrimonio.
Xi Jinping también siente debilidad por Israel e Isaac Herzog, su actual presidente. Xi invitó a Herzog a visitar Beijing el próximo año, para conmemorar el 30 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas normales entre los dos países. El matrimonio, al parecer, se fortalece día a día.
Según una investigación publicada por la corporación RAND, un grupo de expertos estadounidense, desde el año 2000, China e Israel han comenzado a establecer relaciones más sólidas. Desde la diplomacia hasta el comercio, desde la infraestructura hasta la investigación, China continúa invirtiendo fuertemente en Israel. Los turistas chinos ahora acuden a Israel en cantidades récord, según la BBC.
El Partido Comunista Chino (PCCh), sin embargo, no está realmente interesado en los puntos en común; está mucho más interesado en la ciencia israelí. Más específicamente, está interesado en la tecnología avanzada de Israel, como lo reveló el artículo de la corporación RAND.
¿Por qué Israel está interesado en China? Una vez más, según RAND, este interés se deriva del deseo del gobierno israelí de «expandir sus lazos diplomáticos y económicos con la principal economía de más rápido crecimiento del mundo». Los líderes de Israel desean diversificar los «mercados de exportación e inversiones» del país, a pesar de que China apoya firmemente a Irán, un país al que nada le encantaría más que ver a Israel borrado de la faz del planeta.
A principios de este año, Beijing firmó un acuerdo estratégico de 25 años con Teherán. ¿Cómo puede un amigo de Irán ser también amigo de Israel? Por otra parte, ¿cómo puede un amigo de Estados Unidos (Israel) ser amigo de China?
La segunda pregunta puede responderse con una palabra: dinero. En la actualidad, la relación comercial bilateral entre Beijing y Jerusalén asciende a los USD 10,000 millones. Hace 28 años, su valor era de sólo USD 50 millones.
Todos los ojos están puestos en la tecnología
El campo de la computación cuántica en rápido desarrollo, según los expertos en tecnología, tendrá influencias potencialmente «disruptivas» y de «largo alcance». En Estados Unidos, existen temores genuinos de que el PCCh utilice tecnología cuántica para robar datos confidenciales de sus ciudadanos, así como de varias ramas del gobierno.
Entonces, no será una sorpresa descubrir que Israel, el nuevo mejor amigo de China, es uno de los líderes en tecnología cuántica.
Según un reciente índice de innovación de Bloomberg, Israel, un país con la misma población que la ciudad de Nueva York, es ahora la séptima nación más innovadora del mundo. Es importante señalar que Estados Unidos ya no se encuentra entre los diez primeros. En Silicon Wadi, la versión israelí de Silicon Valley, se pueden encontrar más de 5000 empresas diferentes, muchas de ellas dedicadas a todo lo relacionado con la tecnología. De los 18 países de Medio Oriente, Israel cuenta con el mayor número de empresas emergentes per cápita. Varias de estas empresas emergentes llevan a cabo investigaciones en las áreas de inteligencia artificial, biotecnología y computación cuántica, un hecho que no pasa desapercibido para el PCCh.
Desde 2019, según un informe reciente de Physics Today, el número de empresas israelíes que trabajan en tecnología cuántica ha «aumentado de 5 a 30», y el «ejército israelí, la fuerza aérea y la comunidad de inteligencia» forman la «columna vertebral» de la floreciente industria.
Como advirtió el informe de la corporación Rand, la inversión del PCCh en tecnología israelí «podría conducir a fugas de tecnología sensible y ciberespionaje».
No se sorprenda si el PCCh utiliza el conocimiento cuántico de Israel para atacar a sus enemigos estadounidenses. Después de todo, el software espía israelí ya se ha utilizado para atacar a funcionarios estadounidenses, y Beijing parece tener a Jerusalén en su proverbial bolsillo trasero.
Como escribió recientemente Neville Teller, un experto en política de Medio Oriente, la pregunta para el gobierno israelí es: “Hasta dónde debería llegar al adoptar a China como socio comercial, dadas las sospechas estadounidenses sobre los verdaderos motivos de China. ¿Son todas esas inversiones chinas piezas de un vasto rompecabezas diseñado para asegurar la supremacía global política y económica inexpugnable de China?»
La respuesta a esa pregunta, señor Teller, es un rotundo sí.
Israel, un país que actúa como puente entre tres continentes diferentes -Asia, África y Europa- parece ser un componente clave en los planes de Beijing para la dominación mundial. Uno imagina que el PCCh no se detendrá hasta destruir ese «vínculo inquebrantable» entre Israel y Estados Unidos. ¿Lo conseguirá? Sólo el tiempo lo dirá.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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