Después de años de investigación sobre los peligros de los edulcorantes artificiales, escribí un libro: «El dulce engaño: Por qué Splenda, NutraSweet y la FDA pueden ser peligrosos para su salud», y lo publiqué en 2006. Desde entonces, he estado advirtiendo al mundo sobre la creciente evidencia de que los edulcorantes artificiales pueden dañar su salud de muchas maneras. Ahora, una nueva investigación encontró que el daño del microbioma intestinal de los edulcorantes artificiales es aún mayor de lo que se pensaba anteriormente.
Los científicos han descubierto que tres de los edulcorantes artificiales más populares, incluyendo la sucralosa (Splenda), el aspartamo (NutraSweet, Equal y Sugar Twin) y la sacarina (Sweet’n Low, Necta Sweet y Sweet Twin) tienen un efecto patógeno en dos tipos de bacterias intestinales.
Específicamente, la investigación que utiliza datos de laboratorio se publicó en la Revista Internacional de Ciencias Moleculares y demostró que estos edulcorantes comunes pueden desencadenar bacterias beneficiosas para convertirse en patógenos y potencialmente aumentar el riesgo de afecciones de salud graves. Este es el primer estudio que demostró cómo dos tipos de bacterias beneficiosas pueden enfermarse e invadir la pared intestinal.
Las bacterias estudiadas fueron Escherichia coli (E. coli) y Enterococcus faecalis (E. faecalis). Ya en 2008, los investigadores encontraron que la sucralosa redujo el recuento de bacterias intestinales en al menos un 47.4 por ciento y aumentó el nivel de pH de sus intestinos. Otro estudio encontró que la sucralosa tenía un efecto metabólico sobre las bacterias y podría inhibir el crecimiento de ciertas especies.
Solo 2 latas de refresco dietético pueden alterar las bacterias beneficiosas
La investigación molecular actual de la Universidad Angelia Ruskin encontró que cuando E. coli y E. faecalis se volvieron patógenas, mataron a las células Caco-2 que recubrían la pared de los intestinos. Gran parte de la investigación anterior que demuestra un cambio en las bacterias intestinales había utilizado sucralosa.
Sin embargo, los datos de este estudio mostraron que una concentración de dos latas de refrescos dietéticos, utilizando cualquiera de los tres edulcorantes artificiales, podría aumentar significativamente la capacidad de E. coli y E. faecalis para adherirse a las células Caco-2 y aumentar el desarrollo de biopelículas bacterianas.
Cuando las bacterias crean una biopelícula, promueven la invasión de la pared celular intestinal. Las biopelículas hacen que las bacterias sean menos sensibles al tratamiento y más propensas a expresar la virulencia que causa la enfermedad. Cada uno de los tres edulcorantes probados también provocó que las bacterias invadieran las células Caco-2, con una excepción.
Los investigadores encontraron que la sacarina no tenía un efecto significativo sobre la E. coli que invadía las células Caco-2. Havovi Chichger, autor principal y profesor titular de Ciencias Biomédicas en la Universidad Anglia Ruskin, habló sobre los resultados del estudio en un comunicado de prensa:
«Nuestro estudio es el primero en mostrar que algunos de los edulcorantes que se encuentran más comúnmente en los alimentos y bebidas, la sacarina, la sucralosa y el aspartamo, pueden hacer que las bacterias intestinales normales y ‘saludables’ se vuelvan patógenas».
«Estos cambios podrían llevar a que nuestras propias bacterias intestinales invadan y causen daño a nuestro intestino, lo que puede estar relacionado con infecciones, sepsis e insuficiencia de múltiples órganos».
Los edulcorantes artificiales pueden sabotear sus objetivos de dieta
Desafortunadamente, para muchas personas, su gusto por lo dulce se ha convertido en una adicción, alimentada por una industria alimentaria que continúa desarrollando alimentos altamente sabrosos, baratos y ultraprocesados cargados de azúcar y edulcorantes artificiales. Como tal, la industria de la dieta se ha convertido en un mercado de vacas gordas para los fabricantes de alimentos bajos en calorías creados en laboratorio que promueven para la perdida peso.
Un estudio de la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington en 2017 encontró que hubo un aumento del 54 por ciento en los adultos que usaron edulcorantes bajos en calorías de 1999 a 2012. Esto representó el 41.4 por ciento de todos los adultos en los Estados Unidos en ese momento, o 129.5 millones de personas. Para 2020, el número había saltado a 141.18 millones, lo que representaba el 42.6 por ciento de la población.
Parece que el salto en adultos que usan edulcorantes bajos en calorías que ocurrió de 1999 a 2012 se ha mantenido estable hasta 2020. Esto puede deberse en parte a la creciente evidencia de que los edulcorantes bajos en calorías, como Splenda, son un gran contribuyente al creciente número de personas con sobrepeso y obesidad.
A medida que la incidencia de la obesidad y las condiciones de salud relacionadas con la obesidad continúa disparándose, los fabricantes buscan «alimentos perfectamente diseñados» para impulsar las ventas y el consumo.
En consecuencia, la epidemia de obesidad es uno de los desafíos de salud pública mundial más importantes en la actualidad, asociado con 4.7 millones de muertes prematuras en todo el mundo en 2017. Investigaciones recientes sugieren que los edulcorantes artificiales pueden contribuir a una mayor variedad de condiciones de salud de lo que hemos identificado hasta ahora.
Efectos metabólicos de los edulcorantes sin calorías
Es importante reconocer que a pesar de que los edulcorantes artificiales tienen muy pocas o ninguna calorías, siguen siendo metabólicamente activos. El New York Times informó que la FDA anunció que estaba prohibiendo la sacarina en alimentos y bebidas en 1977 porque estaba relacionada con el desarrollo de tumores malignos de vejiga en animales de laboratorio.
Sin embargo, la FDA aprobó más tarde el uso de sacarina diciendo que «más de 30 estudios en humanos demostraron que los resultados encontrados en ratas no eran relevantes para los humanos, y que la sacarina es segura para el consumo humano».
Pero solo porque la FDA haya aprobado algo, no significa que sea bueno para usted. Los científicos han explicado que muchos estudios han relacionado los edulcorantes artificiales con un mayor riesgo de obesidad, resistencia a la insulina, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. Un artículo publicado en Physiology and Behavior presentó tres mecanismos por los cuales los edulcorantes artificiales promueven la disfunción metabólica:
Interfieren con las respuestas aprendidas que contribuyen al control de la glucosa y la homeostasis energética; destruyen la microbiota intestinal e inducen intolerancia a la glucosa; interactúan con receptores de sabor dulce expresados en todo el sistema digestivo que desempeñan un papel en la absorción de glucosa y desencadenan la secreción de insulina.
Como han demostrado investigaciones pasadas y recientes, los edulcorantes artificiales tienen un efecto significativamente diferente que el azúcar, en su microbioma intestinal. El azúcar es perjudicial porque tiende a alimentar microbios dañinos, sin embargo, los efectos de los edulcorantes artificiales pueden ser peores, ya que son francamente tóxicos para las bacterias intestinales.
Un estudio en animales publicado en la revista Molecules analizó seis edulcorantes artificiales, incluyendo sacarina, sucralosa, aspartamo, neotame, advantame y acesulfamo de potasio-K. Los datos mostraron que todos causaron daño en el ADN e interfirieron con la actividad normal y saludable de las bacterias intestinales.
Las bebidas dietéticas aumentan el riesgo de una muerte prematura
Un estudio poblacional de 20 años de 451,743 personas de 10 países europeos descubrió que también había una asociación entre las bebidas endulzadas artificialmente y la mortalidad. Los investigadores excluyeron a los participantes que habían tenido previamente cáncer, accidente cerebrovascular o diabetes.
En el recuento final, el 71.1 por ciento de los participantes en el estudio eran mujeres. Los resultados mostraron que hubo una mayor mortalidad por todas las causas en las personas que bebieron dos o más vasos cada día de refresco, ya sea endulzados con azúcar o endulzados artificialmente.
Los expertos midieron un vaso como equivalente a 250 mililitros (8.4 onzas),que es menos que los 330 mililitros (11.3 onzas) estándar por lata vendida en Europa. En otras palabras, los resultados del estudio se basaron en menos de dos latas de refresco cada día.
Los investigadores encontraron que el 43.2 por ciento de las muertes fueron por cáncer, el 21.8 por ciento por enfermedad circulatoria y el 2.9 por ciento por trastornos digestivos. En comparación con aquellos que bebían menos refrescos (menos de uno por mes), los que bebían dos o más por día tenían más probabilidades de ser jóvenes, fumadores y físicamente activos.
Los datos mostraron que había un vínculo entre los refrescos endulzados artificialmente y la muerte por enfermedades circulatorias y una asociación entre los refrescos endulzados con azúcar y la muerte por enfermedades digestivas. Esto sugiere que las políticas destinadas a cortar o reducir el consumo de azúcar pueden tener consecuencias desastrosas cuando los fabricantes reformulan sus productos utilizando edulcorantes artificiales.
Más daños a la salud asociados con los edulcorantes artificiales
Este mismo estudio también encontró un vínculo entre el consumo de refrescos y la enfermedad de Parkinson «con asociaciones positivas no significativas encontradas para los refrescos endulzados con azúcar y endulzados artificialmente».
El aspartamo es otro edulcorante artificial que se ha estudiado en las últimas décadas. En un estudio, los investigadores pidieron a adultos sanos que consumieran una dieta alta en aspartamo durante ocho días, seguida de un lavado de dos semanas y luego una dieta baja en aspartamo durante ocho días.
Durante el período de alto aspartame, las personas sufrieron de depresión, dolor de cabeza y mal humor. Se desempeñaron peor en las pruebas de orientación espacial, que indicaron que el aspartame tenía un efecto significativo en la salud neuroconductual.
Un segundo estudio evaluó si las personas con trastornos del estado de ánimo diagnosticados eran más vulnerables a los efectos del aspartamo. Los expertos incluyeron a 40 individuos con depresión unipolar y aquellos sin antecedentes de trastorno psiquiátrico. El estudio se detuvo después de que 13 completaron la intervención debido a la gravedad de las reacciones.
Los ratones alimentados con agua potable con aspartamo desarrollaron síntomas de síndrome metabólico y otro estudio en animales encontró que el aspartamo tenía un efecto negativo en la tolerancia a la insulina e influyó en la composición microbiana intestinal.
Ademas otro estudio en animales determinó que la sucralosa afectaba el hígado animal, «lo que indica efectos tóxicos sobre la ingestión regular». El hallazgo sugiere que «la sucralosa debe tomarse con precaución para evitar daños hepáticos».
Los científicos han encontrado una larga lista de síntomas asociados con el consumo de sucralosa. Estos han incluido migrañas, mayor riesgo de diabetes tipo 2 y agrandamiento del hígado y los riñones.
La alternativa al azúcar tiene una acción única sobre el azúcar en la sangre
Hay varios sustitutos del azúcar a base de plantas, incluyendo stevia, Lo Han Kuo y alulosa. La stevia es una hierba dulce de la planta sudamericana de stevia. Se vende como un suplemento y se puede utilizar para endulzar la mayoría de los platos y bebidas.
Lo Han Kuo es similar a la stevia pero un poco más caro. Otra opción natural es la alulosa. Aunque el mercado de Japón es significativo, en Occidente es relativamente desconocido. La alulosa se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y la FDA le dio una designación de alimento generalmente considerada como segura (GRAS).
Los investigadores han dicho que el compuesto tiene un valor energético de»efectivamente cero«, lo que sugiere que este raro azúcar puede ser útil como edulcorante para las personas obesas para ayudar en la reducción de peso.
Además de contribuir con pocas o ninguna caloría, la alulosa provoca una respuesta fisiológica que puede ayudar a reducir la glucosa en la sangre, reducir la grasa abdominal y reducir la acumulación de grasa alrededor del hígado. Lea más sobre este compuesto natural en «¿Puede este edulcorante natural reducir el azúcar en la sangre?».
El Dr. Joseph Mercola es el fundador de Mercola.com. Médico osteópata, autor de best-sellers y ganador de múltiples premios en el campo de la salud natural, su visión principal es cambiar el paradigma de salud moderno al proporcionar a las personas un recurso valioso para ayudarlas a tomar el control de su salud. Este artículo fue publicado originalmente en Mercola.com
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