Cómo mantener a los niños activos y saludables durante la cuarentena

La batalla contra la propagación de COVID-19 requiere distanciamiento social o confinamiento, lo que cambia radicalmente la forma en que vivimos con nuestros niños y adolescentes.

Como maestros de educación física y de salud (PHE) responsables de los cursos de educación en salud ofrecidos en la ‘Université du Québec à Montréal (UQAM) para futuros maestros, tenemos algunos consejos para las familias que viven en confinamiento, y así ayudar a los padres y a los niños a llevar sus vidas lo más saludables y activas posibles.

En primer lugar, tenga siempre presente esta fórmula: muévase, coma bien, duerma, relájese, controle el tiempo frente a la pantalla, juegue.

Continuar siendo activo

Adoptar o mantener la actividad física es esencial, incluso en un espacio cerrado. Los niños y adolescentes deben estar activos durante un mínimo de 60 minutos al día, según lo recomendado por los CDC y WebMd.

Estos pueden ser momentos intensos de actividad, como juegos simples: jugar al escondite, hacer un fuerte en el sótano, inventar una ruta en el callejón, lanzar una pelota de baloncesto, patear una pelota de fútbol, ​​jugar pelota de hockey en la calle, bailar, andar en bicicleta o en la patineta.

También puede pedirle a su hijo que le explique el último juego que aprendieron en el recreo o en su clase de salud y educación física y que lo pruebe con ellos. ¡Las posibilidades son infinitas!

Tomar descansos activos

Además, puede alternar con actividades motoras finas, como escribir, pintar, dibujar, modelar, coser o hacer manualidades. Estas actividades se deben intercalar con descansos e idealmente se deben realizar en varios períodos cortos de cinco a 15 minutos en lugar de en un período largo de 60 minutos. Lo importante es que las actividades sean diversificadas y regulares.

Existen otras opciones para que los jóvenes se muevan, como caminar, además de hacer las tareas domésticas. Se pueden encontrar estrategias adicionales en línea, como pausas activas con GoNoodle, Wixx (en francés) y H2GO, por ejemplo.

Tenga cuidado de elegir sus descansos. Algunos de ellos son más útiles o incluso más divertidos. Finalmente, el juego libre afuera, en un patio trasero, jardín o en la calle, sin contacto con otros, es otra posibilidad.

También hay muchos recursos en línea para padres, como yoga, pilates, Crossfit y entrenamiento por circuito en casa (en francés).

Comida sana y equilibrada

El aburrimiento y la abstinencia pueden llevar fácilmente a la complacencia en una situación de confinamiento. Esta es una excelente oportunidad para cocinar en familia y aprender a comer de manera saludable con nuestros hijos ofreciéndoles recetas adaptadas a sus habilidades y necesidades. Se puede planificar un menú equilibrado con anticipación al incluir los alimentos necesarios de acuerdo con su presupuesto.

La Guía Canadiense de Alimentos puede ser una excelente herramienta de referencia en el hogar para niños. También es posible presentar a los niños nuevos alimentos, nuestras propias especialidades culturales y otros alimentos a través de sitios conocidos como Ricardo.

Para los padres a quienes les gusta experimentar, esta es la oportunidad de probar nuevas recetas o desempolvar los viejos libros de recetas que se encuentran en su biblioteca. También es una oportunidad para que sus hijos sean conscientes de la importancia de la jardinería, el desperdicio de alimentos, el reciclaje y el compostaje.

Como lo indica la guía de alimentos, debemos fomentar la diversidad, tener porciones razonables, comidas en buena compañía y el placer de disfrutar nuestra comida. En este momento de confinamiento y agitación de la rutina, la tentación de perder buenos hábitos puede ser grande.

Tenga una buena noche y duerma

La crisis actual requiere un gran cambio de ritmo. Para el bienestar de todos (padres e hijos por igual), es importante dormir lo suficiente.

Un niño cansado está bajo estrés y estará más irritable, lo que puede tener un impacto en toda la familia.

Es mejor mantener la hora habitual de acostarse y despertarse, con preferencia teniendo actividades tranquilas (sin pantallas) justo antes de acostarse.

Reduzca las fuentes de estrés

El aislamiento es un momento difícil porque necesitamos intercambiar con otros. Es importante encontrar otras formas de hacerlo, como organizar una comida para amigos a través de Skype, FaceTime o Messenger, llamar o escribir mensajes a familiares y amigos.

También puede haber momentos en que sus hijos experimenten estrés, aburrimiento o agotamiento mental relacionados con la situación de confinamiento. Es importante darles períodos de descanso, solos y tranquilos.

Preste atención al bienestar de todos los miembros de la familia. Organice descansos durante el día cuando descubra que la motivación ya no existe. Es bueno cambiar las tareas después de 30 o 45 minutos o cuando crea que el tiempo de pantalla ha durado lo suficiente. Lea algo más que las noticias y permita que todos se retiren en silencio a una habitación de la casa cuando sea necesario.

Administrar bien el tiempo de pantalla

La exposición de los jóvenes a las pantallas tiene el potencial de cambiar su comportamiento y puede tener un efecto negativo en el sueño.

En este sentido, los estudios muestran que cuanto más tiempo pasa frente a la pantalla, mayor es el riesgo de sufrir síntomas depresivos, ansiedad y obesidad a largo plazo.

Para una buena gestión de la televisión, el educador Philippe Meirieu sugiere adoptar la siguiente fórmula: elegir de antemano, mirar con y hablar después.

Debemos cambiar la relación de nuestros hijos con las pantallas. Primero, ayúdelos a elegir contenido y formatos de la TV, mire videos o juegue con ellos y luego discuta lo que se ha visto.

Este acompañamiento permite a los niños distanciarse del contenido que ven, criticarlo y reflexionar sobre él. Finalmente, debemos gestionar lo que Meirieu llamó el «tiempo de cerebro disponible» para aprender, de modo que los niños puedan continuar aprendiendo y no solo entretenerse.

Aprenda jugando

Los jóvenes aprenden principalmente a través del juego. Esto puede ser «juego libre, al aire libre», juegos de mesa o juego dirigido bajo la supervisión de los padres. Sobre todo, deben mantener su motivación y confianza.

Una multitud de juegos y actividades ayudan a consolidar lo que se ha aprendido en la escuela. La cocina, las manualidades y la actividad física son oportunidades extraordinarias para que los niños enfrenten problemas, busquen formas de resolverlos y apliquen sus conocimientos.

Este es un buen momento para desarrollar la curiosidad e independencia de los niños, lo que les permitirá disfrutar de las clases aún más cuando la escuela comience nuevamente. Lo más importante es que los niños crecen jugando y siendo activos.

Si la situación se vuelve difícil, o sus días parecen largos y complicados, o si encuentra que sus hijos necesitan un apoyo especial, no se quede aislado. Consulte blogs o chatee virtualmente con personas en situaciones similares. Hay una amplia gama de recursos disponibles para apoyar el bienestar físico y mental de su unidad familiar durante este tiempo de crisis.

Tegwen Gadais es profesora en el departamento de ciencias de la actividad física de la Universidad de Quebec en Montreal, Canadá, y Maud Deschênes es profesora de PSE de secundaria y profesora visitante en la Universidad de Quebec en Montreal. Este artículo fue publicado por primera vez en The Conversation.

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