La célebre frase «Los pensamientos se convierten en cosas» ha sido de gran ayuda para muchos de nosotros. Incluso científicamente hablando, cada onda cerebral creada por nuestra mente tiene una existencia real y material, tal como un objeto físico.
Ahora bien, pensar que podemos utilizar este superpoder para alterar positivamente o manifestar algo grande para nuestro presente o futuro es muy conveniente, pero como todo, el mismo método puede crear lo contrario, es decir, repercusiones negativas también.
Según un trabajo de investigación de Richard D. Lane y Tor D. Wager, «los estudios de neuroimagen sugieren que el cerebro desempeña un papel en una amplia variedad de trastornos sistémicos como el síndrome del intestino irritable, el trastorno de conversión, el asma, la fibromialgia y el trastorno del dolor».
Este grupo de enfermedades se denomina enfermedades psicosomáticas.
«Psico» o «psique» significa «mente» y «soma» significa «cuerpo». En otras palabras, se trata de una enfermedad que afecta tanto a la mente como al cuerpo.
Como seres humanos, somos propensos a pensar demasiado en una enfermedad existente o imaginaria, y ahora la ciencia muestra cómo este proceso de pensamiento puede tener un gran impacto en nuestros cuerpos. El estado mental actual de una persona puede afectar a la gravedad de una enfermedad física en un momento dado o incluso dar lugar a una nueva afección.
Esta categoría de enfermedad suele presentar tres formas:
1. Cuando los individuos padecen a la vez enfermedades mentales y médicas, lo que complica el proceso de tratamiento de ambas dolencias.
2. Cuando las personas sufren problemas psiquiátricos derivados de una enfermedad médica o de su tratamiento; por ejemplo, los enfermos de cáncer que sufren depresión después o durante el tratamiento.
3. Cuando las personas experimentan afecciones físicas derivadas de factores psicológicos y no de causas médicas. Esta forma también se denomina «trastorno somatomorfo».
En el pasado, la gente creía que un trastorno o dolencia era un 70 por ciento psicológico y solo un 30 por ciento fisiológico; ahora sabemos que no era una creencia sin razón.
Si la mente tiene el poder de causar una enfermedad, también posee el poder de revertirla.
Algunas formas de gestionar las enfermedades psicosomáticas:
1. Practicar la atención plena con un enfoque realista de lo que se puede y no se puede controlar.
2. Dormir lo suficiente.
3. Añadir ejercicios físicos regulares a su programa.
4. Controlar el consumo de alcohol y evite fumar.
5. Una dieta sana es fundamental.
6. Practicar la meditación.
7. Limitar la presión mental sobre sí mismo.
8.Escribir sus pensamientos y sentimientos en un diario.
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