Alex Wong, alto funcionario de la primera administración Trump, fue nombrado por el presidente electo Donald Trump como su principal asesor adjunto de seguridad nacional.
Abogado de formación, Wong fue el representante especial adjunto de Trump para Corea del Norte. Ayudó a negociar la cumbre de 2018 entre Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un.
Antes de asumir funciones relacionadas con Corea del Norte, Wong supervisó asuntos regionales y de seguridad en la Oficina de Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico, del Departamento de Estado, y dirigió la implementación, por parte del departamento, de la Estrategia del Indo-Pacífico de Estados Unidos.
En cuanto a China, Wong ha criticado al Partido Comunista Chino (PCCh), ha expresado su apoyo a Taiwán y ha abogado por un compromiso más activo con los países del Indo-Pacífico para contrarrestar los poderes duro y blando del PCCh en la región.
En 2020, Wong condenó al régimen chino, afirmando que violaba «flagrantemente sus obligaciones» al ayudar a Corea del Norte a eludir los embargos comerciales de Naciones Unidas.
También fue miembro de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad Estados Unidos-China (USCC), nombrada por el Congreso. Contribuyó al informe anual de la comisión al Congreso como comisionado en 2021, presidente en 2022 y vicepresidente en 2023.
En respuesta al nombramiento de Wong, el congresista Mike Waltz (R-Fla.), nominado asesor de seguridad nacional entrante, dijo en la plataforma de medios sociales X que está «emocionado». El congresista aplaudió el «historial probado de resultados» de Wong durante el primer mandato de Trump y declaró que Wong «tendrá un papel esencial para ayudar a mantener la seguridad de Estados Unidos».
Yao-Yuan Yeh, catedrático de Estudios Internacionales y Lenguas Modernas de la Universidad de Santo Tomás en Houston, dijo recientemente a The Epoch Times que Wong tiene un «conocimiento realmente profundo» de «la naturaleza del Partido Comunista Chino».
«Por un lado, se puede decir que es bastante belicista contra China y, por otro lado, también está muy centrado en Estados Unidos, entendiendo que nuestra estrategia principal es [que] tenemos que (…) mantenernos en la cima de estas competiciones por la hegemonía», indicó Yeh.
Esto es lo que sabemos de las opiniones de Wong sobre China.
Debate sobre el final
Gran parte de la valoración de Wong sobre China se refleja en su artículo publicado en octubre de 2023 por la Fundación e Instituto Presidencial Ronald Reagan (RRPFI), una organización no partidista con sede en Washington.
A medida que China reduce su brecha de poder con Estados Unidos en los frentes militar, diplomático y tecnológico, Washington ha llegado al consenso de que el PCCh es la mayor amenaza geopolítica para Estados Unidos. Sin embargo, persiste el debate sobre los detalles, como el objetivo final que debe perseguir Estados Unidos.
Algunos imaginan una China democrática libre del control del PCCh, mientras que otros se centran en reforzar el poder militar e industrial de Estados Unidos para mantener una ventaja, utilizando herramientas diplomáticas para evitar una intensa guerra con China.
En su artículo, Wong postuló que las prescripciones políticas, en gran medida similares, que procedían de todos los bandos del debate, reflejaban una «realidad» en la que el final del juego ya había sido «predestinado» por el PCCh porque el partido gobernante de China ha basado su legitimidad y supervivencia en abusar del orden internacional liberal.
«Es una realidad en la que, independientemente de si Estados Unidos persigue la distensión con China o la democracia en su seno, al PCCh se le plantearán cada vez más dilemas para su legitimidad», afirmó Wong.
«Esto se debe a que el PCCh ha basado su legitimidad interna —y su capacidad última de gobernar— en una agresiva gran estrategia internacional», que incluye prácticas comerciales desleales, absorción de inversiones y conocimientos extranjeros, coacción diplomática, victoria en disputas territoriales y represión de las minorías en violación de las normas internacionales, añadió.
Según Wong, independientemente de las acciones que tome Estados Unidos en defensa propia, el PCCh las percibirá como amenazas, por lo que instó a los estadounidenses a «sentirse cómodos con esa realidad».
Taiwán
Wong ha mostrado un apoyo incondicional a Taiwán, al igual que sus futuros colegas como Waltz y el senador Marco Rubio (R-Fla), nominado por Trump para secretario de Estado.
En 2018, Wong fue el primer alto funcionario estadounidense en visitar Taiwán después de que el entonces presidente Trump promulgara la Ley de Viajes a Taiwán. La ley reafirma el apoyo de Estados Unidos al derecho de Taiwán a la autodeterminación y fomenta los intercambios oficiales bilaterales a todos los niveles.
Tanto la firma de la ley como la visita —con días de diferencia— fueron recibidas con protestas por parte de Beijing.
El PCCh nunca ha gobernado Taiwán, pero considera la isla autogobernada parte de su territorio y no ha descartado el uso de la fuerza para someterla a su control.
Beijing tiene un historial de sabotaje de los lazos diplomáticos de Taiwán y de su participación en organizaciones internacionales, y su ambición de anexionarse a Taiwán convierte a la isla en uno de los posibles focos de tensión en la región del Indo-Pacífico.
En los últimos años, el ejército chino realizó ejercicios y patrullas de guardacostas en el estrecho de Taiwán. Por ejemplo, el 14 de octubre, días después de que el presidente taiwanés Lai Ching-te dijera que China y Taiwán «no se pertenecen mutuamente» en su discurso del Día Nacional, Beijing envió aviones y barcos militares para rodear la isla.
En marzo, el almirante John Aquilino, entonces jefe del Mando Indo-Pacífico de Estados Unidos, dijo que creía que el ejército chino estaría listo para invadir Taiwán en 2027. Algunos analistas han afirmado que es más probable que Beijing lance una guerra económica qué cinética.
En una recepción a la que asistió el entonces presidente Tsai Ing-wen durante su visita a Taiwán, Wong, entonces subsecretario de Estado adjunto para Asia Oriental y el Pacífico, declaró que el compromiso de Estados Unidos con la determinación de Taiwán «nunca había sido tan fuerte».
El compromiso «no cambia de administración a administración, de presidente a presidente», agregó.
«No cambia [con] el ascenso o descenso de las fortunas de otras potencias de la región. No cambia con la aparición de nuevos retos o nuevas amenazas porque nuestra relación no es transaccional».
«Por el contrario, está basada y animada por valores compartidos y duraderos. Estados Unidos ha sido, es y siempre será el amigo y socio más cercano de Taiwán».
Wong también reafirmó el apoyo de Estados Unidos a la inclusión de Taiwán en los foros internacionales, afirmando que su exclusión era «injusta» para la nación insular y para aquellos que «se beneficiarían de las contribuciones de Taiwán» al mundo.
En el informe de 2022 del USCC , Wong y otros comisionados recomendaron que el Congreso aumente significativamente la financiación para un equipo conjunto de planificación de defensa propuesto entre Estados Unidos y Taiwán, siempre y cuando Taiwán apruebe una ley para obtener más fondos para comprar armas.
Con varios funcionarios pro-Taiwán en la segunda administración Trump, Yeh dijo que podría haber «un apoyo simbólico de mucho mayor nivel para Taiwán» y más emplazamientos militares en la zona y en otros lugares de Asia Oriental.
Estrategia del Indo-Pacífico
En otro artículo publicado por el RRPFI, Wong expuso su punto de vista sobre la estrategia del Indo-Pacífico de Estados Unidos.
Él afirmó que Estados Unidos debería dar prioridad a sus propios intereses y a los de sus aliados regionales en lugar de distraerse con la política interna de China y las exigencias del PCCh.
Wong recomendó que Estados Unidos se apoye en AUKUS, una asociación de seguridad entre Australia, el Reino Unido y Estados Unidos, y en Japón, para la seguridad en el Indo-Pacífico.
Esto se debe a que los tres aliados tienen una capacidad militar combinada que es la más fuerte de la región, están dispuestos a trabajar con Estados Unidos, y cada uno tiene lazos históricos en la región que son más profundos que los de Estados Unidos, añadió.
Con otros socios regionales, dijo Wong, Estados Unidos necesita perseguir activamente lazos comerciales, industrias críticas «friend-shore» y apoyar la libertad y los derechos humanos.
Trump se enfrenta a un panorama geopolítico más desafiante que durante su primer mandato, con dos guerras en curso en Europa y Medio Oriente, y un Beijing cada vez más agresivo, con Rusia, Irán y Corea del Norte acercándose a su órbita.
Una Administración «muy dura» con China
El nombramiento de Wong, y la nominación de Jamieson Greer como representante comercial de Estados Unidos, completaron un conjunto centrado en China en el Gabinete de Trump, mientras Estados Unidos se prepara para frenar la ambición del PCCh de sustituirlo como única superpotencia mundial.
Yeh dijo a The Epoch Times que espera que Trump sea «muy duro» con China, más de lo que fue durante su primer mandato.
«Creo que es muy consciente del desafío que supone China en comparación con el momento en el que asumió el cargo en 2017. Él estaba tratando de hacerse amigo de Xi Jinping en 2017, pero no funcionó bien, y no parece que China esté realmente escuchando a Trump», dijo.
«Teniendo en cuenta lo que ha pasado en estos ocho años, especialmente la pandemia, creo que ahora es muy consciente de los peligros de China».
En 2020, la administración Trump firmó un acuerdo comercial de fase uno con China tras dos años de guerra comercial, pero Beijing no cumplió su promesa de comprar 200,000 millones de dólares adicionales en productos estadounidenses.
Ese mismo año, el encubrimiento inicial del brote de COVID-19 por parte del régimen chino provocó respuestas tardías en la mayoría de los países. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, más de 1.1 millones de estadounidenses murieron a causa de la enfermedad. Las medidas de prevención de la pandemia también golpearon a las economías, incluida la de Estados Unidos, justo antes de que Trump se presentara a la reelección.
El presidente electo preparó el escenario para otra posible guerra comercial, acusando a Beijing de no cumplir su promesa de frenar el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos.
Otra razón por la que la Administración será dura, según Yeh, es la urgente necesidad de contrarrestar el régimen chino, cada vez más beligerante.
Yeh declaró que la agresión del PCCh en la región del Indo-Pacífico no es «tolerable» para Estados Unidos, ya que el régimen está «poniendo en peligro nuestros parámetros de seguridad».
Describiendo al PCCh como el desafío «número 1» a la hegemonía estadounidense, afirmó que «Si no contenemos a China, si no hacemos más en este momento, puede que sea demasiado tarde».
El presidente electo dijo que adoptará la estrategia de «paz a través de la fuerza». También subrayó repetidamente su política hacia China al anunciar sus selecciones para el Gabinete, incluyendo a Waltz, Pete Hegseth para secretario de Defensa, John Ratcliffe para director de la CIA y Tulsi Gabbard para directora de Inteligencia Nacional.
Yeh describe al equipo de Trump como geopolíticos «realistas» y anticipa una «nueva altura» en la competencia entre Estados Unidos y China.
The Epoch Times se puso en contacto con Wong y con el equipo de transición de Trump para pedirles comentarios, pero no recibió respuesta al cierre de esta edición.
Terri Wu contribuyó a este informe.
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