Una compañía de telefonía celular con sede en Texas está intensificando sus esfuerzos para contrarrestar las protestas antisemitas que están sacudiendo los campus universitarios de todo el país.
Patriot Mobile, un proveedor inalámbrico cristiano, se asoció con la organización Jewish Lives Matter para colgar pancartas desde aviones sobre universidades donde los manifestantes están instalando campamentos y exigiendo que los administradores desinviertan en Israel como apoyo a Gaza.
«Dios bendiga a Israel», decía la pancarta ondeada sobre la Universidad de Columbia en Nueva York la semana pasada, según Patriot Mobile.
La compañía copatrocina más pancartas pro-Israel que se colgarán esta semana sobre la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), la Universidad del Sur de California (USC), la Universidad de Texas en Austin, el Capitolio de Texas en Austin, Universidad de Harvard y Boston College.
«Queremos animar a nuestros estudiantes judíos para que sepan que los cristianos de todo el país los apoyan y que estamos con Israel», dijo Glenn Story, director general de Patriot Mobile, en un comunicado. «El antisemitismo no tiene cabida en Estados Unidos, y nos oponemos a este odio».
La empresa lleva mucho tiempo apoyando a Israel y ha patrocinado varios eventos contra el antisemitismo, entre ellos el próximo evento «Stand Up for Israel, for Jewish Students, and Against Antisemitism Rally Against Hate» en Dallas el 5 de mayo.
«Denunciamos categóricamente el odio y la violencia que se permiten en los campus de todo Estados Unidos», dijo Leigh Wambsganss, directora de comunicaciones de Patriot Mobile.
«Estos manifestantes buscan intimidar, no comunicar, ni siquiera debatir. Patriot Mobile está tan comprometido con la libertad de religión y la libertad de expresión que la Primera Enmienda es uno de nuestros cuatro pilares. Bloquear el acceso a los estudiantes judíos, tomar los edificios del campus y la violencia física no es libertad de expresión».
Israel fue atacado por el grupo terrorista Hamás el 7 de octubre, matando a 1200 personas y tomando cientos como rehenes. Al menos 130 judíos siguen desaparecidos y se cree que algunos están muertos. En respuesta, Israel ha llevado a cabo contraataques en Gaza, buscando destruir a Hamás.
Las protestas se extienden por todo el país
En las últimas semanas, han continuado las protestas, manifestaciones y campamentos contra Israel en colegios y universidades de todo el país.
Los manifestantes exigen que las universidades desinviertan en Israel, acusándolas de financiar el genocidio en Gaza, algo que Israel niega.
A primera hora del 30 de abril, decenas de manifestantes irrumpieron en la Universidad de Columbia y se apoderaron de un edificio académico después de negarse a cumplir el plazo fijado por los administradores para retirarse.
Los manifestantes acamparon y ocuparon una gran parte del césped durante las últimas dos semanas. El 29 de abril, el presidente de Columbia, Minouche Shafik, dijo que las conversaciones habían llegado a un punto muerto. Ordenó a los manifestantes que se fueran o serían suspendidos.
Los estudiantes irrumpieron en Hamilton Hall, donde se atrincheraron.
Colgaron un cartel en el frente del edificio que decía «intifada», que significa levantamiento en árabe.
Organizaciones como el Consejo de Relaciones Islámico-Americanas (CAIR), la Asociación de Estudiantes Musulmanes de América y Jóvenes Musulmanes encabezan el llamado a «defender Gaza» y organizando actos en apoyo de las protestas.
«Vuestra revolución es detener un genocidio», dijo a los asistentes Corey Saylor, director de Investigación y Defensa del CAIR, según un correo electrónico enviado a The Epoch Times.
«Las protestas de George Floyd recordaron a Estados Unidos que necesitamos tener algunas conversaciones difíciles en nuestra nación», agregó Saylor.
«Ver a los bastiones de la libertad académica desplegando fuerzas del orden contra sus propios estudiantes y profesores que apoyan el fin de un genocidio indica que esas conversaciones tan incómodas no son bienvenidas».
Los manifestantes han realizado múltiples intentos de ocupar la Universidad de Texas en Austin durante la semana pasada.
El 29 de abril, funcionarios de UT-Austin desplegaron fuerzas de seguridad para desmantelar el campamento de manifestantes y arrestaron a más de 70 participantes que rechazaron las órdenes de abandonar el campus.
La semana pasada, 57 personas fueron arrestadas al desobedecer las órdenes de dispersarse. Los arrestados fueron puestos en libertad y posteriormente se retiraron los cargos debido a «deficiencias» en las declaraciones juradas de arresto, según la fiscal del condado de Travis, Delia Garza.
En las últimas dos semanas se han registrado al menos 800 arrestos en universidades de todo Estados Unidos.
Emel Akan contribuyó a este artículo.
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