Los padres creen que sus hijos se comportan peor durante el aprendizaje a distancia en casa que cuando asisten a la escuela en persona, según ha revelado un nuevo estudio.
Investigadores de la Universidad de Harvard dirigieron el estudio, en el que se realizaron cuatro encuestas por internet a 405 padres de niños de Massachusetts entre el 4 de enero y el 23 de mayo de 2021, un periodo marcado por el cierre de las escuelas. En total, 348 padres informaron sobre el comportamiento de 356 niños en al menos una de las encuestas.
Alrededor del 57 por ciento de los niños había cambiado de formato de aprendizaje al menos una vez durante el período de la encuesta, según los resultados publicados el 10 de enero en JAMA Pediatrics. Los resultados conductuales de los niños también parecían ser peores con el aprendizaje a distancia que con el presencial o con un híbrido.
Los resultados sugirieron que cuando se aprendía a distancia, los padres informaban de que sus hijos mostraban un peor comportamiento general, más cambios de comportamiento inaceptables y más comportamientos desregulados que cuando se aprendía en persona. Los niños que experimentaron el aprendizaje híbrido tuvieron resultados intermedios, con un mejor comportamiento general en comparación con el aprendizaje a distancia y un peor comportamiento que con el aprendizaje en persona.
Dicho esto, la Dra. Emily Hanno de Harvard, investigadora principal del estudio, señaló que su equipo no tuvo en cuenta todos los «factores variables en el tiempo» que podrían haber afectado a la percepción de los padres sobre la salud conductual de sus hijos en un momento determinado.
«Por lo tanto, los resultados no deben interpretarse en el sentido de que el aprendizaje a distancia causó una peor salud conductual; más bien, los resultados ilustran que los padres percibieron que los comportamientos de sus hijos habían cambiado sistemáticamente a través de las interrupciones educativas por la pandemia COVID-19», escribió Hanno.
El estudio se produce en un momento en que los principales sindicatos de profesores de Estados Unidos presionan para que se vuelva, al menos temporalmente, a la enseñanza a distancia, alegando la preocupación por la seguridad ante el aumento de las infecciones por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) impulsado por la variante ómicron. En la ciudad de Nueva York, la Federación Unida de Profesores (UFT), que cuenta con 200,000 miembros, ha pedido al alcalde Eric Adams que retrase el inicio de la enseñanza presencial.
«Aconsejamos al nuevo alcalde que lo más seguro sería permitir que nuestro sistema escolar fuera a distancia temporalmente hasta que pudiéramos controlar los retos por los empleados a los que se enfrentará cada escuela a su regreso», dijo el presidente de la UFT, Michael Mulgrew, a los miembros del sindicato la semana pasada. «Sin embargo, cree firmemente que las escuelas deben permanecer abiertas».
En Chicago, un enfrentamiento entre el Sindicato de Profesores de Chicago (CTU) y la alcaldesa Lori Lightfoot resultó en la cancelación de las clases durante cinco días, en los que los profesores rechazaron la orden de la ciudad de que volvieran a enseñar en las aulas. El sindicato insistió en que los protocolos de seguridad y de pruebas en las escuelas públicas de Chicago son inadecuados, lo que supone un riesgo para sus 25,000 miembros.
«Los padres están indignados y están haciendo llegar su indignación al sindicato de profesores. Esta es una dinámica muy diferente a la de antes», dijo Lightfoot durante una aparición en el programa «Meet The Press» de la NBC. «Este paro del sindicato de profesores, que es ilegal, ha tenido efectos en cascada no solo en los estudiantes, en su aprendizaje y su bienestar social y emocional, sino también en las propias familias».
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