La comunidad de inteligencia evaluó que los extremistas violentos en el país representan una «mayor amenaza» en 2021, según una nueva evaluación de amenazas no clasificadas.
El resumen breve sin clasificar—elaborado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI, por sus siglas en inglés), el Departamento de Justicia (DOJ) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés)—descubrió que los extremistas nacionales motivados por una variedad de ideologías se consideran riesgos de violencia.
Este encontró que los extremistas motivados por prejuicios contra las poblaciones minoritarias y la percepción de extralimitación del gobierno «es casi seguro» que impulsarán más «radicalización y movilización hacia la violencia». Mientras tanto, desarrollos sociopolíticos como la narrativa de fraude en las elecciones presidenciales de 2020 y la irrupción del Capitolio de EE. UU. el 6 de enero «es casi seguro que incitará a algunos [extremistas violentos nacionales] a intentar participar en actos de violencia este año».
La evaluación se llevó a cabo después de que el presidente Joe Biden encargara en enero al DNI que evaluara la amenaza del extremismo violento nacional tras la irrupción al Capitolio de EE. UU. el 6 de enero. Biden y los demócratas plantearon el tema tras la irrupción de ese día, dejando a los críticos preocupados de que la nueva administración pueda limitar su enfoque en evaluar las amenazas de terrorismo nacional a los eventos del 6 de enero sin prestar atención a la violencia que se desarrolló en todo el país durante el verano, provocada por la muerte de George Floyd.
En ese momento, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, describió la revisión como un “análisis basado en hechos” que podría usarse para dar forma a la política.
El extremismo motivado por diferentes visiones del mundo e ideologías políticas ha representado una amenaza constante para Estados Unidos y ha provocado varias investigaciones por parte del FBI sobre individuos en los últimos meses.
Los disturbios del verano pasado, perpetrados por extremistas anarquistas, que causaron importantes devastaciones económicas, patrimoniales y humanas, regresaron el tema del extremismo nacional a la conciencia pública.
El exfiscal general, William Barr, en el verano calificó las acciones de Antifa y grupos similares como «terrorismo nacional«. Sin embargo, el fiscal general de Biden, Merrick Garland, no llegó a aplicar la misma clasificación a esos actores violentos, y en cambio se centró en procesar a los cientos de personas involucradas en la irrupción al Capitolio el 6 de enero.
En las últimas semanas, funcionarios de EE. UU. han emitido advertencias sobre amenazas de extremismo violento interno, incluido el director del FBI, Christopher Wray, quien declaró este mes que «el terrorismo nacional ha hecho metástasis», en particular el extremismo violento de milicias y el extremismo violento por motivos raciales. El DHS anunció también casi 2 mil millones de dólares en subsidios de preparación estatales y locales, con al menos 77 millones de dólares asignados para combatir directamente el extremismo violento nacional.
El resumen proporcionó una evaluación similar sobre los extremistas violentos por motivos raciales o étnicos y los extremistas violentos de las milicias (MVE, por sus siglas en inglés), indicando que presentan las amenazas más letales. Y encontró que algunos extremistas por motivos raciales tienen «más probabilidades» de «llevar a cabo ataques con víctimas en masa contra civiles», mientras que los relacionados con la milicia «normalmente tienen como objetivo las fuerzas del orden y el personal y las instalaciones gubernamentales».
“El IC evalúa que la amenaza MVE aumentó el año pasado y que es casi seguro que se seguirá elevando durante todo el 2021 debido a factores sociopolíticos contenciosos que motivan a las MVE a cometer violencia”, escribieron los funcionarios de inteligencia (pdf).
Entre los extremistas de motivación racial, los supremacistas blancos son los que tienen más probabilidades de tener conexiones internacionales con personas con creencias ideológicas similares. El resumen afirma que estos extremistas «se comunican con frecuencia y tratan de influenciarse entre sí». Sin embargo, el resumen señaló que solo «un pequeño número» de esos extremistas han viajado al extranjero para establecer contactos con personas de ideas afines.
La evaluación encontró también que los delincuentes solitarios o de pequeñas células de extremistas nacionales de diferentes ideologías tienen «más probabilidades de llevar a cabo ataques violentos en la Patria que las organizaciones que presuntamente defienden una ideología DVE». Esta conclusión replica la evaluación de Wray de septiembre pasado, donde dijo a los legisladores durante una audiencia en el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes que las personas que se autoradicalizan en línea y llevan a cabo ataques representan la amenaza más grave para la patria.
“Evaluamos que la mayor amenaza para la patria, para nosotros aquí a nivel nacional, no es una organización, ciertamente tampoco una ideología, sino actores solitarios en gran parte autoradicalizados en línea que persiguen objetivos fáciles usando armas de fácil acceso”, dijo Wray el año pasado.
Muchos de estos extremistas nacionales usan plataformas de redes sociales o pequeños sitios web con una audiencia específica para reclutar miembros, planificar y movilizar para obtener apoyo para acciones en persona y difundir información que contribuya a la radicalización de las personas, según el resumen.
La comunidad de inteligencia evaluó también que «el apoyo cada vez mayor de personas en Estados Unidos o en el extranjero, las percepciones crecientes de extralimitación del gobierno en relación con los cambios y perturbaciones legales o políticas, y los ataques de alto perfil los cuales incentivan a los ataques posteriores y las innovaciones en las tácticas de ataque y de selección de objetivos» podría aumentar la probabilidad o la letalidad de ataques violentos nacionales en Estados Unidos.
Según el resumen, los extremistas violentos nacionales se definen como individuos con residencia en EE. UU. que “realizan o amenazan [sobre] actividades que son peligrosas para la vida humana en violación a las leyes penales de Estados Unidos o de cualquier estado; que parece tener la intención de intimidar o coaccionar a una población civil; e influir en la política de un gobierno mediante la intimidación o coacción, o afectar la conducta de un gobierno mediante la destrucción masiva, el asesinato o el secuestro, según la definición de terrorismo nacional”, según la ley federal.
La evaluación no tomó en cuenta a las personas que participan en “defensa de posiciones políticas o sociales, activismo político, uso de retórica fuerte o adopción filosófica generalizada de tácticas violentas”, ya que esas acciones pueden estar protegidas constitucionalmente.
El resumen identificó una serie de grupos extremistas violentos nacionales que incluyen: extremistas violentos por motivos raciales o étnicos, extremistas violentos antigubernamentales/antiautoritarios, extremistas violentos medioambientales por los derechos de los animales y más.
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