SAN DIEGO – Una nueva caravana de migrantes de 20.000 personas se está formando en América Central con planes de dirigirse hacia la frontera sur de Estados Unidos, dijo el 27 de marzo la secretaria de interior de México, Olga Sánchez Cordero, sin entrar en detalles sobre cuándo comenzará su viaje hacia el norte, según informes de los medios de comunicación.
Sánchez Cordero dijo que las organizaciones criminales detrás de la «madre de todas las caravanas» están involucradas en el tráfico de personas, la explotación infantil e incluso el tráfico de órganos.
«Se puede imaginar el tamaño, el alcance de este flujo migratorio y que a veces hay trata de personas por parte del crimen organizado», dijo.
Sánchez Cordero dijo que los grupos criminales involucrados podrían estar ganando miles de millones con los enormes grupos de centroamericanos que viajan a la frontera suroeste de Estados Unidos.
Alrededor de mil quinientas personas migrantes integran una de las dos caravanas que actualmente se desplazan por el estado de #Chiapas.@CNDH @M_OlgaSCordero @INAMI_mx @A_Encinas_R #Cuba #Honduras #Migrants #CaravanaMigrante #CrisisMigratoria @CIDH pic.twitter.com/FPsWFJuLyl
— Movimiento Migrante Mesoamericano (@MMMesoamericano) March 29, 2019
«Cada migrante representa entre dos y seis mil dólares para ellos», dijo el secretario de Gobernación el 27 de marzo en una entrevista después de la XXXII Consulta Nacional Legal y Fiscal para Iglesias y Asociaciones Religiosas, según informes de prensa.
Actualmente, una caravana de aproximadamente 1500 a 2500 migrantes de América Central y Cuba está viajando a través de México para llegar a la frontera con Estados Unidos. El grupo despegó el 23 de marzo y se espera que llegue a la frontera suroeste en varias semanas.
El anuncio de Sánchez Cordero de una fuerte caravana de 20.000 miembros llega un día después de que se reuniera con la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen, en Miami, para discutir cómo los dos países pueden detener el flujo masivo de centroamericanos que ha abrumado a la seguridad fronteriza de Estados Unidos.
El mes pasado, Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detuvo a más de 75.000 Inmigrantes ilegales en la frontera suroeste. Se calcula que este mes se detendrá a unos 100.000. Solo el 19 de marzo, agentes de la Patrulla Fronteriza arrestaron a 3974 extranjeros ilegales a lo largo de la frontera suroeste.
«Nuestra crisis fronteriza ha pasado de ser una emergencia nacional a un colapso casi total del sistema», escribió Nielsen en Twitter el 27 de marzo.
Make no mistake—our border crisis has gone from a national emergency to a near system-wide meltdown. We must be able to secure our borders AND protect vulnerable populations fleeing persecution. But we can’t do this effectively without action to fix our laws.
— Sec. Kirstjen Nielsen (@SecNielsen) March 27, 2019
Para aliviar el hacinamiento en muchas instalaciones, los agentes de la Patrulla Fronteriza han tenido que empezar a liberar a los inmigrantes ilegales inmediatamente después de detenerlos y procesarlos.
«Por primera vez en más de una década, CBP está liberando directamente a los migrantes», dijo el 27 de marzo Kevin McAleenan, Comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza. «Esto es en una capacidad limitada, con mucha reticencia, y representa un resultado negativo para el cumplimiento».
Dijo que la práctica solo animará a más inmigrantes a cruzar la frontera de Estados Unidos ilegalmente y solicitar asilo, independientemente del mérito de su solicitud.
«Pero es la única opción actual que tenemos desde una perspectiva de vida y seguridad para tratar de reducir el hacinamiento en nuestras instalaciones», dijo McAleenan.
Las organizaciones criminales transnacionales saben que grandes cantidades de migrantes serán liberados en el país y están explotando el sistema de inmigración, dijo Nielsen. «Nuestro sistema está roto, está explotado y los que quieren hacernos daño se están beneficiando», escribió en Twitter el 27 de marzo.
México y Estados Unidos dijeron que están trabajando juntos para identificar grupos criminales e individuos que organizan y financian el tráfico de personas detrás de las caravanas, según un comunicado de prensa del Departamento de Seguridad Nacional.
Sánchez Cordero dijo que México está investigando una línea de autobuses que va desde la frontera sur del país con Guatemala en Tapachula, Chiapas, hasta la frontera norte de México. «Esto es inaceptable porque la migración está desbordando», dijo.
The truth is that the vast majority of migrants who apply for asylum do not qualify for it. Smugglers & traffickers know this, and they’re taking advantage of a perceived «free ticket” into America. Our system is broken, it’s exploited & those who wish to harm us are profiting.
— Sec. Kirstjen Nielsen (@SecNielsen) March 27, 2019
Aunque México no militarizará la frontera sur; tampoco continuará otorgando grandes cantidades de visas humanitarias; y en su lugar establecerá un cinturón de «contención» de fuerzas federales a través del Istmo de Tehuantepec, que es la parte más estrecha del sur del país cerca de la frontera con Guatemala, según informes. «Va a ser un gran cambio.»
Estados Unidos también firmó un acuerdo el 28 de marzo con el presidente hondureño Juan Orlando Hernández y los ministros de seguridad que representan a Guatemala y El Salvador para «tomar medidas enérgicas contra las organizaciones y redes criminales que están alimentando una crisis regional sin precedentes», y para combatir la formación de grandes grupos y caravanas en su lugar de origen.
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