WASHINGTON – Las ventas minoristas continuaron aumentando en julio, superando los niveles previos a la pandemia, como parte de un repunte que indica que la economía del país está en camino de una recuperación en forma de V, según el presidente Donald Trump.
“Teníamos una base tan sólida que nos estamos recuperando mucho más rápido de lo que nadie anticipó. Resulta que será una V muy, muy fuerte”, dijo Trump a los periodistas el 15 de agosto.
«Actualmente estamos presenciando la recuperación económica más rápida en la historia de Estados Unidos», agregó.
Las ventas minoristas y de servicios alimentarios en Estados Unidos aumentaron un 1,2 por ciento en julio con respecto al mes anterior. Los tres meses consecutivos de recuperación sostenida impulsaron las ventas minoristas por encima de los niveles vistos antes de que la pandemia le pasara factura a la economía de Estados Unidos, y un 2,7 por ciento por encima de los niveles del año anterior.
Según Scott Anderson, economista jefe de Bank of the West, los consumidores estadounidenses están «gastando como si no hubiera un mañana».
«El informe de ventas minoristas de julio revela un repunte notable en las ventas minoristas durante los últimos tres meses, ya que la economía de EE.UU. se reabrió para las empresas y los pagos de transferencia del gobierno refuerzan la confianza del consumidor lo suficiente como para que regresen a las tiendas con fuerza», declaró en un en un informe.
Parte del gasto en los últimos meses, especialmente en productos electrónicos, automóviles y muebles, según Anderson, podría verse reforzado por «la subida de los precios del mercado de valores, la caída de las tasas de interés y la demanda acumulada de los consumidores».
La cantidad de estadounidenses que presentaron solicitudes de desempleo también cayó por debajo de 1 millón por primera vez desde el apogeo de los cierres pandémicos en marzo, según datos del Departamento de Trabajo, publicados el 13 de agosto.
Si bien los datos económicos de EE.UU. muestran claros signos de recuperación, los economistas advierten que el posible resurgimiento de los casos de coronavirus y la alta tasa de desempleo podrían afectar la confianza y el gasto del consumidor en los próximos meses. La tasa de desempleo ha estado cayendo, pero todavía se encuentra en el 10,2 por ciento.
“Las encuestas muestran que cada vez más estadounidenses dependen del apoyo del gobierno para cubrir sus gastos diarios. Esta vulnerabilidad podría convertirse en un talón de Aquiles para el gasto del consumidor y la recuperación económica de Estados Unidos en el cuarto trimestre”, escribió Anderson.
Los negociadores del Congreso y de la Casa Blanca no lograron llegar a un acuerdo sobre el próximo paquete de estímulo, lo que llevó al vencimiento del beneficio de desempleo semanal de USD 600. Trump firmó una orden ejecutiva el 8 de agosto para renovar los beneficios adicionales a USD 400 por semana.
El Comité para un Presupuesto Federal Responsable estimó que los fondos para este programa se agotarían en cinco semanas, si los reclamos continúan alrededor del nivel actual.
Según un informe de Matthew Luzzetti, economista jefe para Estados Unidos de Deutsche Bank, es probable que la expiración de los beneficios por desempleo debilite el gasto de los consumidores, particularmente para los hogares de bajos ingresos.
“Los datos de movilidad de Google indican que, desde finales de julio, el tráfico peatonal alrededor del comercio minorista ha tenido un desempeño inferior en los estados que tenían más probabilidades de verse afectados negativamente por la expiración de estos beneficios”, afirmó Luzetti.
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