Después que los cancilleres de los países miembros del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) acordaron negar la entrada y tránsito por sus países a Nicolás Maduro y su esposa, Cilia Flores, así como 27 de sus colaboradores, el líder de la dictadura dijo que no cedía.
“Ha fracasado la reunión del TIAR, Con Venezuela no se mete nadie. Ha sido una reunión de fantoches, payasos, no han podido con Venezuela y con el TIAR y sin el TIARcon Venezuela no podrán», expresó Maduro en su discurso político diario cuando los cancilleres estaban reunidos.
Las medidas de carácter pacífico que han adoptado los cancilleres buscarían cerrar las vías con que Maduro y sus cómplices podrían seguir usurpando bienes de todos los venezolanos. Estas se suman a las sanciones y embargos internacionales que sufren algunos miembros del régimen acusados por algún delito de corrupción o lavado de dinero.
La lista de los 29 nombrados en la resolución del TIAR del 3 de diciembre incluyen los nombres, cargos y los presuntos delitos que hicieron contra el pueblo venezolano.
De acuerdo al Departamento de Estado de Estados Unidos, en su informe del 6 de agosto, Nicolás Maduro y sus asociados “han sido responsables del robo y malversación de miles de millones de dólares del pueblo venezolano durante muchos años”.
“Los expertos del régimen también han estado involucrados en el contrabando de drogas y la extracción ilícita de oro del Banco Central de Venezuela”.
También un informe de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas del mes de julio, describe la situación de emergencia que vive Venezuela.
Miembros del régimen de Maduro sancionados por el TIAR organizaron encuentros con sus seguidores. En la plaza Morelos, Caracas, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, preparó una manifestación para rechazar el TIAR insinuando que los miembros habían propuesto invadir a Venezuela.
“Pueden decir que van a invadir a Venezuela si quieren, y es probable que entren, pero acá les vamos a dar una de las mayores lecciones en el mundo”, dijo Cabello, según Efecto Cocuyo.
Los miembros de TIAR no anunciaron una invasión, de acuerdo a la resolución aprobada el 3 de diciembre y publicada por la OEA.
“Nosotros les podemos decir qué pueden hacer por Venezuela: dejen quieta a Venezuela que Venezuela está en paz”, añadió Cabello.
Tan solo unos días antes Maduro hizo un anuncio que demuestra la situación de vida poco pacífica que existe en Venezuela y ordenó en Guayana al ministro de Defensa del régimen, Vladimir Padrino López, la entrega de 13,000 fuciles a cuerpos combatientes paramilitares del Estado de Bolívar, además de proponer que cada fábrica obrera se transformara en un cuartel paramilitar.
Haciendo pensar a sus seguidores que el TIAR invocaría una invasión militar en Venezuela y no sanciones contra quienes participan en la corrupción y el lavado de dinero, el ministro de Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, definió el mecanismo como caduco e intervencionista.
Arreaza mencionó a través de la Cancillería, que algunos representantes políticos estarían a favor de una invasión en Venezuela y citó las palabras de la exagregada cultural de Miguel Bachelet en Cuba (entre 2015 y 2018), Florencia Lagos, quien participó días atrás en un encuentro en Caracas, en apoyo a Maduro: “denunciamos la reactivación del TIAR como parte de un plan guerrerista del gobierno de Donald Trump”.
Las medidas de sanciones propuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por el contrario no incluyen una intervención militar.
En septiembre una mayoría de estados miembro del TIAR acordó convocar este tratado para abordar la crisis venezolana.
El TIAR contiene una cláusula que permitiría actuar a los demás países firmantes en una intervención armada en caso que se produjera una agresión contra uno de ellos.
«Para los efectos de este Tratado, las medidas que el Organo de Consulta acuerde comprenderán una o más de las siguientes: el retiro de los jefes de misión; la ruptura de las relaciones diplomáticas; la ruptura de las relaciones consulares; la interrupción parcial o total de las relaciones económicas, o de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas, telefónicas, radiotelefónicas o radiotelegráficas, y el empleo de la fuerza armada», dice el artículo 8.
Hugo Chávez ordenó en 2012 la retirada de Venezuela del TIAR al mismo tiempo que los gobiernos, en su momento aliados de izquierda, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. La Asamblea Nacional de Venezuela y su presidente Juan Guaidó, ordenaron en julio la reincorporación del país al tratado.
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