El concejal de Nueva York, Robert Holden, se sumó a las peticiones para que un grupo de sospechosos inmigrantes ilegales acusados de agredir a un par de agentes de policía de Nueva York sean deportados si son condenados penalmente.
El 27 de enero, la pareja de agentes de policía de Nueva York intentaba disolver a una multitud alborotada cerca de Times Square. La situación derivó en una riña cuando los agentes intentaron efectuar una detención y forcejear con un individuo que se encontraba entre la multitud. En las cámaras se vio que otros miembros de la multitud se colocaron encima de los agentes para empujarlos, darles patadas y pisotearlos.
Los informes indican que varios de los sospechosos podrían haber entrado ilegalmente en el país y haber estado en la ciudad de Nueva York a la espera de decisiones sobre sus solicitudes de asilo o procedimientos de deportación pendientes.
La ciudad de Nueva York es una de las denominadas ciudades santuario, lo que significa que las autoridades locales no se comprometen a ayudar a las autoridades federales de inmigración que intentan detener y deportar a personas que se encuentran ilegalmente en el país. El Sr. Holden, un demócrata en el consejo de la ciudad, que no está de acuerdo con el estatus de santuario de la ciudad que protege a los inmigrantes ilegales de la deportación, dijo que los inmigrantes ilegales que han cometido delitos violentos, a modo general, también deben ser deportados.
«Le dan varias patadas en la cara y puñetazos a un agente que está haciendo su trabajo», dijo a Arian Pasdar, de NTD, el 1 de febrero. «No deberían tener derecho a pasear por las calles de Nueva York ni de Estados Unidos. Deberían meterles en la cárcel si lo hacen, y una vez que cumplan su condena, deberían ser deportados inmediatamente. Entregados al ICE».
Las autoridades detuvieron a cuatro individuos en el lugar de los hechos el 27 de enero. Los sospechosos fueron identificados como Darwin Andrés Gómez-Izquiel, de 19 años; Kelvin Servita Arocha, de 19 años; Wilson Juárez, de 21 años; y Yorman Reverón, de 24 años. Los cuatro fueron acusados de agresión en segundo grado a un agente de la ley y obstrucción a la administración gubernamental.
Dos días después, el 29 de enero, las autoridades detuvieron e imputaron a otro sospechoso identificado como Jhoan Boada, de 22 años, y lo acusaron de agresión en segundo grado y obstrucción a la administración gubernamental en segundo grado.
También detuvieron e imputaron a otro sospechoso identificado como Yohenry Brito, de 24 años, el 31 de enero, por dos cargos de agresión en segundo grado y un cargo de obstrucción a la administración pública en segundo grado.
La situación migratoria de estos sospechosos no fue aclarada.
Hochul se abre a la opción de deportación
El Sr. Holden se encuentra entre un número cada vez mayor de neoyorquinos abiertos a que las personas que agredieron a los agentes de policía de Nueva York el 27 de enero sean expulsadas de Estados Unidos.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, una demócrata, indicó el miércoles que deportar a los sospechosos del asalto del 27 de enero era una opción “que debería analizarse”.
El Sr. Holden agradeció esos comentarios de la Sra. Hochul.
“Normalmente, no estoy de acuerdo con la gobernadora en muchos temas. Ciertamente, en la seguridad pública, creo que ella ha fallado. Pero esta vez estoy de acuerdo con ella”, dijo a NTD News. “Yo creo que si son declarados culpables, y repito, si las pruebas son claras, ellos deberían serlo, deberían ir a la cárcel”.
Aunque es un demócrata registrado, Holden se ha posicionado como un moderado y ha roto filas con su partido en el pasado. Él recibió el apoyo de republicanos y conservadores en su candidatura de 2017 para derrocar a la entonces concejala demócrata en ejercicio, Elizabeth Crowley. También respaldó al candidato republicano Lee Zeldin en las elecciones para gobernador de Nueva York de 2022, prefiriéndolo a él por sobre la Sra. Hochul, la titular.
La Sra. Hochul volvió a manifestar su apoyo a las deportaciones durante un evento de prensa el jueves, en el metro de la ciudad de Nueva York. Cuando se le preguntó acerca de los sospechosos del ataque, la Sra. Hochul dijo: «Consíganlos a todos y envíenlos de regreso».
Dejar sueltos a sospechosos de agresión es un «gran error»
El concejal Holden dijo que puede ser difícil condenar penalmente a cualquiera de los individuos acusados por el asalto del 27 de enero y mucho menos deportarlos.
Varios de los sospechosos identificados de la agresión identificados fueron puestos en libertad sin derecho a fianza tras sus arrestos y procesamientos.
“Por cierto, ellos deberían ir a la cárcel. Creo que sacarlos sin fianza o simplemente dejarlos en libertad fue un gran error”, dijo el Sr. Holden a NTD News.
El concejal demócrata de la ciudad de Nueva York también cuestionó la confiabilidad de la información que las autoridades habían recopilado sobre los sospechosos, incluso si los sospechosos habían dado nombres falsos.
A principios de esta semana, el jefe de patrulla del Departamento de Policía de Nueva York, John Chell, declaró que los sospechosos del ataque del 27 de enero “deberían estar en Rikers”, en referencia a Rikers Island, que alberga las instalaciones correccionales y de detención de la ciudad de Nueva York y está aislada, en el East River.
El Sr. Holden indicó que estaba de acuerdo con el funcionario de la policía de Nueva York.
La oficina del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, reconoció que no solicitó la libertad bajo fianza para los sospechosos, pero que los fiscales están en el proceso de recopilar pruebas adicionales del video del ataque.
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