En mayo, una practicante de Falun Gong de 63 años de la provincia de Guangdong fue condenada a cinco años de prisión tras exigir el retorno de su pensión, que las autoridades le habían suspendido ilegalmente, según Minghui.org, sitio web con sede en Estados Unidos que documenta la persecución de los practicantes de Falun Gong.
Su Guiying es residente de la granja Huguang en el distrito de Mazhang. Minghui informa que su pensión fue suspendida en agosto de 2020, días después de que cumpliera una sentencia de cuatro años de prisión por su fe en Falun Dafa, una práctica para cultivar mente-cuerpo perseguida por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999. «No hubo ningún informe del motivo de la suspensión, pero la Oficina de Seguridad Social del distrito de Mazhang probablemente estaba intentando recuperar los beneficios de jubilación que se le otorgaron durante su encarcelamiento», dice el artículo, señalando que hubo muchos informes similares de que esto les sucedió a otras personas.
La saga comenzó en 2016
Su era una empresaria de éxito cuya salud se deterioró debido al estrés de su trabajo, según Minghui. En 2008 empezó a practicar Falun Gong, una disciplina espiritual basada en los principios de Verdad, Compasión y Tolerancia. Gracias a esta práctica, superó sus problemas de salud y mejoró sus relaciones con la familia y los vecinos. A pesar de estos cambios positivos, sufrió una persecución constante por sus creencias.
En julio de 1999, el entonces líder comunista Jiang Zemin inició una campaña de persecución contra Falun Gong, celoso de su creciente popularidad. Según las propias estimaciones del Partido Comunista Chino (PCCh) en 1998, en China había entre 70 y 100 millones de personas que practicaban Falun Gong. Desde 1999, el régimen intentó sistemáticamente difamar y erradicar la práctica de Falun Gong.
En agosto de 2016, Su fue detenida por distribuir material de Falun Gong para concientizar sobre la persecución y fue condenada a cuatro años de prisión. Durante su estancia en prisión, Su sufrió «torturas implacables», según Minghui. Los métodos de tortura incluían: «Permanecer de pie durante largos períodos de tiempo, estar expuesta por períodos extensos al sol, ser rociada con agua fría, congelarla, dejarla demacrada, ponerla en cuclillas, drogarla y aislarla en un hospital psiquiátrico.
Su fue puesta en libertad en 2021, pero la Oficina de Seguridad Social del distrito de Mazhang le retuvo la pensión. Su presentó una solicitud de divulgación exigiendo una justificación a la oficina. Presentó objeciones por la ilegalidad de los documentos ante la Oficina de Trabajo y Seguridad Social n.º44 y la Oficina de Trabajo y Seguridad Social n.º84 de Guangdong. Las oficinas rechazaron sus recursos y la pusieron bajo vigilancia de las autoridades locales.
El 11 de mayo de 2023, funcionarios de la Oficina de Seguridad Pública del Distrito de Mazhang, del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos y de la Comisaría de Policía de Zhiman allanaron el domicilio de la Sra. Su y la detuvieron sin orden judicial ni documentación legal alguna. Tras un juicio ilegal celebrado el 15 de noviembre, fue condenada de nuevo por el Tribunal del Distrito de Chikan en mayo de 2024 a cinco años de prisión.
Abogado: La suspensión de la pensión viola la Constitución
El exabogado chino de derechos humanos Wu Shaoping, ahora residente en Estados Unidos, condenó las acciones del PCCh en una entrevista con la edición en chino de The Epoch Times. En su opinión, la suspensión de la pensión de Su es ilegal. Subrayó que las pensiones son bienes personales ganados mediante el trabajo y las cotizaciones del empleador y que ninguna ley permite su confiscación ilegal.
Wu añadió que la suspensión de la pensión de Su infringía el artículo 45 de la Constitución china, que garantiza a los ciudadanos el derecho a la asistencia material del Estado y la sociedad en caso de vejez, enfermedad o pérdida de la capacidad laboral. Este artículo exige que el Estado desarrolle la seguridad social, la asistencia social y los servicios sanitarios necesarios para que los ciudadanos disfruten de estos derechos.
El Sr. Wu condenó la persecución rutinaria del PCCh contra los practicantes de Falun Gong y otros grupos específicos, señalando que tales acciones se volvieron cada vez más agresivas e ilegales. Describió el caso de la Sra. Su como un claro ejemplo de las medidas extremas del PCCh para reprimir la disidencia y calificó al régimen de «muy perverso».
«La persecución del PCCh contra los practicantes de Falun Gong y otros grupos sensibles no es nada nuevo. Siempre ha sido agresiva en extremo», declaró el Sr. Wu.
«El caso de Su Guiying muestra cómo el régimen toma represalias contra individuos que defienden legalmente sus derechos, recurriendo al encarcelamiento ilegal y a sentencias más duras para intimidar y oprimir».
Con información de Qiao Song.
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