Conéctese con sus hijos creando arte

Muchos de nosotros utilizamos las actividades artísticas para mantener a los niños ocupados en casa. El arte puede ayudar a los niños a mejorar la comunicación, reforzar las habilidades motrices y desarrollar el sentido de sí mismos. Por eso es importante fomentar la creatividad desde la infancia y situar el arte junto al aprendizaje en casa y como una extensión de su juego.

Cuando los niños pequeños hacen arte junto con sus cuidadores, comparten una experiencia de unión. La creatividad es una extensión del deseo natural de los bebés de compartir y comunicarse. Mi investigación, en colaboración con Dundee Contemporary Arts, descubrió que, en la terapia artística, el proceso de creación de arte fomentaba comportamientos que construyen relaciones sólidas, como el contacto visual, el tacto agradable, los objetivos compartidos y la capacidad de respuesta. Durante el proceso de creación de arte, es posible que observe una gran cantidad de atención conjunta, es decir, que ambos miran lo mismo. Esto ayuda a los bebés a aprender habilidades sociales, como el lenguaje y la toma de perspectiva, y a sentirse conectados con los demás.

Experimentar nuevas sensaciones y practicar habilidades motrices tiene otros beneficios para el desarrollo. Los niños pequeños también ven cómo pueden tomar decisiones y comunicarlas a los adultos que les rodean. Incluso algo tan sencillo como elegir un color o hacer una marca les permite ver el resultado físico de sus elecciones. De este modo, se refuerza su sentimiento de autonomía y autoestima.

La creación de arte para los niños

Estos beneficios continúan durante la infancia. El arte ayuda a los niños a pensar de forma nueva y a explorar ideas. Como dice John Matthews, académico del arte y la educación, los garabatos son un proceso de investigación, no simples marcas al azar.

Cuando hace arte junto a sus hijos, comparte sentimientos e ideas. El arte es comunicación sin necesidad de ser verbal, lo que puede permitir a los niños expresarse con más honestidad que a través del lenguaje.

Yo abogo por participar en la creación artística con su hijo siempre que sea posible. ¿Por dónde empezar? Las mejores actividades creativas son las que invitan a los niños a jugar y explorar sin resultados establecidos. Su papel es crear las condiciones adecuadas para que se involucren y luego seguir su ejemplo. Puede que le sorprendan sus ideas. Una oportunidad puede ser tan sencilla como ofrecerles un material interesante y sugerirles que vean las sensaciones que les produce.

Si tiene bebés pequeños, puede empezar con un par de manchas de pintura en una hoja grande de papel en el suelo. Pruebe con pinturas caseras comestibles. Que sea breve, y tenga preparado un buen baño.

Aquí encontrará más ideas de sugerencias creativas para todas las edades que utilizan materiales sencillos.

Impresión

La impresión transfiere una imagen de una superficie a otra. Los niños más pequeños pueden extender la pintura por la parte trasera de una bandeja para hornear, mezclarla a su gusto, y luego presionar una hoja de papel encima, haciendo una impresión. Pruebe con la parte posterior de los moldes de magdalenas para obtener bonitas imágenes circulares.

Ofrezca a los niños mayores herramientas como hisopos o un lápiz sin punta, para que dibujen en la pintura de la bandeja para hornear y luego impriman para transferir el diseño. También pueden añadir formas u hojas de papel sobre la pintura antes de imprimir, como si fuera una plantilla.

Estampado

El estampado utiliza un objeto para transferir la pintura al papel. Dundee Contemporary Arts tiene un bonito video para que los niños elaboren sus propios sellos a partir de restos de cartulina o esponjas. Para los niños más pequeños, puede utilizar objetos de la casa como sellos. Cualquier cosa que se pueda mojar en pintura servirá: machacadores de patatas, tubos de cartón, espátulas, animales de juguete o coches.

Luces y sombras

Si quiere un poco de creatividad sin complicaciones, pruebe dibujar con sombras. Extienda una sábana entre las sillas, encienda una luz y deje que los niños experimenten con sus manos o sosteniendo objetos para ver la sombra que proyectan. A los niños mayores les puede gustar recortar figuras o animales, pegarlos a los cubiertos o a un lápiz y utilizarlos para crear una animación.

Recuerde que no se trata de lograr la perfección, sino de permitir que los niños disfruten del proceso y compartirlo con ellos. Y es importante divertirse.

Vicky Armstrong es investigadora de postgrado en psicología y terapeuta de arte en la Universidad de Dundee (Escocia). Este artículo se publicó por primera vez en The Conversation.

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