Algunos usuarios de las redes sociales, muchos de los cuales han sido expulsados de plataformas o han visto sus posteos eliminados, afirman que el anuncio del CEO de Meta, Mark Zuckerberg, de que la plataforma tiene la intención de permitir un mayor grado de libertad de expresión es algo más que un cambio de política: representa un giro completo con respecto a las acciones de la empresa durante la última década.
Meta es la empresa matriz de Facebook e Instagram. Según la declaración de Zuckerberg el 7 de enero, las plataformas Meta han estado bajo presión gubernamental para censurar contenido desde 2016, y a menudo han cumplido —hasta ahora.
«Lo que Zuckerberg y [Joel] Kaplan anunciaron hoy es una desviación significativa del ethos prevaleciente de supervisión, incluso censura, que ha prevalecido en Silicon Valley durante la última década más o menos», dijo James Pinkerton, analista político y exempleado de la Casa Blanca bajo los presidentes Ronald Reagan y George H. W. Bush, a The Epoch Times.
Kaplan es el nuevo responsable de asuntos globales de Meta, quien al parecer desempeñó un papel destacado en la elaboración de las nuevas políticas.
Facebook había sido una de las principales organizaciones —junto con Google/YouTube y Twitter, ahora X— acusadas de eliminar u ocultar contenidos que entraban en conflicto con las narrativas oficiales sobre temas como el calentamiento global, los orígenes del COVID-19 y las vacunas, temas de raza y género y, en el caso de la laptop incriminatoria de Hunter Biden, información que podía empañar las campañas políticas demócratas.
Ahora, Zuckerberg dice que su empresa está pasando página, admitiendo que «los gobiernos y los medios de comunicación tradicionales han presionado para censurar cada vez más» y que las plataformas Meta impusieron «demasiada censura», eliminando millones de contenidos cada día.
«Es hora de volver a nuestras raíces en torno a la libertad de expresión en Facebook e Instagram», declaró Zuckerberg, prometiendo «deshacerse de los verificadores de hechos y reemplazarlos por Notas Comunitarias similares a X, comenzando en Estados Unidos».
El nuevo programa de Facebook
A partir de ahora, Meta emulará el programa de Notas de la Comunidad de X —mediante el cual los usuarios de la plataforma añaden notas a las publicaciones que consideran falsas, engañosas o carentes del contexto adecuado—en lugar de emplear verificadores de hechos oficiales que eliminan o desmonetizan el contenido, dijo Zuckerberg. Los autores de las notas de la comunidad son elegidos por votación consensuada de otros usuarios y se seleccionan para representar diversos puntos de vista políticos.
Meta también aclarará y simplificará sus normas de conducta y eliminará las restricciones para debatir temas como la inmigración, la identidad de género, las elecciones, la política y otras cuestiones sociales, dijo. Y la empresa trasladará sus equipos de «Confianza y Seguridad y Moderación de Contenidos» de California a Texas en un esfuerzo por reducir la parcialidad política.
Tengo la esperanza de que, como dijo Zuckerberg, «estemos en una nueva era» en la que las plataformas de redes sociales estén incentivadas para proteger la libertad de expresión», declaró a The Epoch Times Jeremy Tedesco, vicepresidente senior de compromiso corporativo de Alliance Defending Freedom.
Otros usuarios, que se enfrentaron a la censura en Facebook, también expresaron su optimismo.
El analista político y científico del clima Roger Pielke, que señaló que había sido «expulsado de Facebook por delitos de pensamiento desconocidos», declaró en un posteo de Substack que «la vigilancia de los puntos de vista en Facebook y otras plataformas comenzó con expertos en la materia, y rápidamente motivó el surgimiento de autodenominados ‘expertos en desinformación’” que afirmaban no solo ser capaces de identificar claramente la desinformación y a los malos actores, sino también de ‘inocular’ a los ignorantes entre nosotros contra las falsedades».
Pielke ha criticado abiertamente la politización de la ciencia y ciertas políticas y afirmaciones del movimiento climático, por lo que muchos posteos suyos han sido eliminados.
Presión gubernamental
Las empresas de redes sociales se han enfrentado a intensas presiones por parte de funcionarios de Estados Unidos y de otros países, que quieren que las plataformas sean más agresivas a la hora de bloquear contenidos que el gobierno desaprueba. Cada vez son más los países europeos que penalizan lo que denominan «incitación al odio», como el procesamiento de una parlamentaria finlandesa por citar la Biblia en Internet y en una entrevista radiofónica en relación con el apoyo de su iglesia a la homosexualidad (este caso fue finalmente desestimado en los tribunales).
En 2021, el presidente Joe Biden acusó a las empresas de redes sociales de «matar a la gente» por no retirar lo que denominó información errónea en sus plataformas sobre las vacunas contra el COVID-19.
En mayo de 2024, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, dirigido por el Partido Republicano, publicó un informe sobre el «Complejo de Censura Gubernamental», en el que se acusaba a los comentarios de Biden de coincidir con una «campaña de meses de duración de la Casa Blanca de Biden para coaccionar a grandes empresas, a saber, Meta (empresa matriz de Facebook), Alphabet (empresa matriz de YouTube) y Amazon, para censurar libros, videos, posteos y otros contenidos en internet».
«A finales de 2021, Facebook, YouTube y Amazon cambiaron sus políticas de moderación de contenidos en formas que respondían directamente a las críticas de la administración Biden», dice el informe.
Los fiscales generales de Luisiana y Misuri presentaron una demanda contra la administración Biden por «presión», o violación de los derechos de la Primera Enmienda de los estadounidenses al obligar a las empresas de medios sociales a censurar expresiones protegidas. Sin embargo, en junio de 2024, la Corte Suprema falló en contra de los demandantes, argumentando que no estaban legitimados para presentar la demanda.
Además de restringir la libertad de expresión, Zuckerberg saltó a los titulares en 2020 por donar 400 millones de dólares a campañas de «captación del voto», incluido el pago de la impresión masiva de boletas de voto por correo y la instalación de buzones no supervisados para recogerlas. Los críticos afirmaron que estas donaciones, apodadas «Zuckerbucks», no se distribuyeron uniformemente por todo Estados Unidos, sino que se concentraron en gran medida en estados indecisos y en distritos con más probabilidades de votar a candidatos demócratas.
Fuera de Estados Unidos, Facebook también colaboró con gobiernos extranjeros para restringir lo que consideraban «desinformación» y «discurso de odio», como anunció Zuckerberg en un posteo de 2018 titulado «Blueprint for Content Governance and Enforcement».
La colaboración de Facebook con gobiernos extranjeros en relación con los controles del discurso se produjo en medio de amenazas de funcionarios europeos, incluidas multas impuestas por el gobierno alemán, por no eliminar contenidos que consideraban perjudiciales.
Muchos analistas afirman que el anuncio de esta semana representa un cambio radical con respecto a las acciones de la empresa hasta la fecha.
«Es un giro completo desde el desastroso ‘Blueprint’ de Facebook de 2018, que esbozaba planes para trabajar con los gobiernos europeos para crear leyes y reglamentos que establezcan ‘dónde deben trazarse las líneas entre la libertad de expresión y la seguridad'», dijo Tedesco. «La claridad añadida por las nuevas políticas, emparejadas con el nuevo enfoque de Meta para hacer cumplir la ley, sería un gran paso adelante para la libertad de expresión, no solo en Estados Unidos, sino también a nivel mundial».
En busca de ayuda de la Administración Trump
Zuckerberg dijo que buscará el apoyo de la administración entrante para defender sus políticas de libertad de expresión contra las represalias de los gobiernos extranjeros.
«Vamos a trabajar con el presidente Trump para hacer frente a los gobiernos de todo el mundo que persiguen a las empresas estadounidenses y presionan para censurar más», declaró Zuckerberg. «Estados Unidos tiene las protecciones constitucionales más fuertes para la libertad de expresión en el mundo».
«Europa tiene un número cada vez mayor de leyes que institucionalizan la censura y dificultan la construcción de algo innovador allí. Los países latinoamericanos tienen tribunales secretos que pueden ordenar a las empresas que retiren cosas discretamente».
En agosto de 2024, el juez de la Corte Suprema de Brasil Alexandre de Moraes amenazó con prohibir X en ese país y ordenó a la plataforma cerrar numerosas cuentas, incluidas las de políticos de la oposición. Ese mismo mes, Musk sacó a todo el personal brasileño del país, afirmando que Moraes los había amenazado con arrestarlos.
El presidente electo Donald Trump expresó su apoyo a Zuckerberg, declarando: «Meta, Facebook, creo que han recorrido un largo camino».
Elon Musk también elogió las nuevas políticas de Meta, escribiendo en X en respuesta al anuncio de Zuckerberg: «Esto es genial».
Muchos críticos elogian ahora a Zuckerberg por tomar lo que podría resultar un camino difícil, ya que muchos gobiernos siguen tratando de castigar a las plataformas que desafían las narrativas oficiales.
«El coraje engendra coraje», dijo Tedesco.
«El Sr. Zuckerberg no tenía por qué señalar el problema de la censura mundial en su anuncio, pero se ha esforzado en hacerlo. Si Zuckerberg cumple su promesa de plantar cara a los regímenes censores, no estará solo».
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