KINSHASA, Congo—Las autoridades del Congo dijeron que liberaron el sábado a 600 presos de la principal cárcel del país. La liberación se dio como parte de un proceso destinado a descongestionar las prisiones superpobladas.
El ministro de Justicia, Constant Mutamba, anunció la medida durante una ceremonia en la Prisión Central de Makala, en Kinshasha, la capital del Congo.
Hay planes para la construcción de una nueva prisión en Kinshasa, dijo, sin dar más detalles.
La prisión de Makala, el mayor centro penitenciario del Congo, con capacidad para 1500 personas, alberga a más de 12,000 reclusos, la mayoría de los cuales están a la espera de juicio, según afirma Amnistía Internacional en su último informe sobre el país.
A principios de este mes, un intento de fuga en la prisión se saldó con 129 personas muertas, entre ellas algunas que recibieron disparos de guardias y soldados y otras que murieron durante una estampida en el hacinado centro, según las autoridades. Emmanuel Adu Cole, destacado activista de los derechos penitenciarios en el Congo y presidente de la Fundación local Bill Clinton para la Paz, cifró en más de 200 el número de víctimas mortales.
También hubo varios casos de mujeres violadas durante el intento de fuga, según publicó el ministro del Interior congoleño, Jacquemin Shabani, en X a principios de este mes, sin dar más detalles.
“Lo hemos pasado mal en los últimos días con todo lo que estaba ocurriendo aquí, hubo violaciones, fuimos víctimas, muchos de nosotros hemos muerto”, dijo Prisca Mbombo, una de las presas liberadas. Mbombo, de 22 años, pasó dos meses en la cárcel tras ser detenida después de una pelea en un bar.
“Agradecemos mucho este gesto del ministro y nunca volveré a este lugar”, afirmó.
Los reclusos se sentían cada vez más frustrados por las malas condiciones del centro, que incluían camas inadecuadas, mala alimentación y deficiencias sanitarias. Sin embargo, las autoridades no actuaron a pesar de las advertencias, afirmó Cole, cuya fundación ha visitado la prisión en el pasado.
Stanis Bujakera Tshiamala, destacado periodista congoleño que estuvo recientemente recluido en la prisión durante meses, habló de sus condiciones “deplorables e inhumanas” y de cómo los reclusos carecen constantemente de alimentos, agua y atención médica. Entre los reclusos hay casi 700 mujeres y cientos de menores que “reciben el mismo trato que los adultos”, afirmó.
Mutamba, ministro de Justicia, declaró que unos 10 menores fueron liberados el sábado, al tiempo que ordenó a las autoridades penitenciarias que examinaran los casos de todos los menores para organizar más excarcelaciones. En la cárcel de Makala hay unos 300 menores, según el subdirector de la prisión.
“Estoy feliz de recuperar la libertad. Todavía soy joven y puedo volver a mis estudios”, le dijo a The Associated Press Munganga Mungendo, un joven de 16 años que pasó más de un año en la prisión tras haber sido condenado a cuatro años por robo.
Todos los reclusos gravemente enfermos de la prisión de Makala serán puestos en libertad a partir del domingo, dijo Mutamba.
Por Jean-yves Kamale
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