El representante estadounidense, Stephen Lynch (D-Mass.), pidió a las empresas y organismos estadounidenses que dejen de comprar equipos de protección personal con materiales procedentes de China.
La dependencia de China entre los productos que protegen a los ciudadanos estadounidenses supone un riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos, dijo Lynch en una conferencia de prensa en Boston, el 30 de marzo.
«Tenemos a China hackeando agencias federales, hackeando a nuestros militares y hackeando a nuestras empresas nacionales. Hemos tenido robos de propiedad intelectual», indicó el representante. «No deberíamos poner nuestro futuro y nuestra seguridad en manos de un gobierno que ha sido hostil a los intereses de Estados Unidos».
El Plan de Rescate de Estados Unidos, un conjunto de medidas de ayuda por valor de 1.9 billones de dólares, está proporcionando miles de millones de dólares a los estados, ciudades y agencias gubernamentales de Estados Unidos para que compren mascarillas y otros productos de protección personal. Sin embargo, las empresas estadounidenses que suministran estos equipos de protección siguen comprando de China, dijo a continuación.
Lynch está pidiendo a las organizaciones que recibieron fondos federales para comprar equipos de protección personal fabricados en Estados Unidos que apoyen a las empresas de su país.
«Hay empresas en todo Estados Unidos que están tratando de proporcionar productos de protección personal a los ciudadanos estadounidenses (…) Pero eso no puede ocurrir si la gente sigue comprando esos productos de China», dijo el representante.
El año pasado, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional descubrió que un número significativo de mascarillas de tipo N95 procedentes de China no alcanzaron la norma de filtración requerida, lo que ponía en mayor riesgo a los trabajadores sanitarios estadounidenses.
Ciertas mascarillas procedentes de China «pueden no proporcionar una protección respiratoria consistente y adecuada para el personal sanitario expuesto al COVID-19», dijo la FDA en una carta dirigida a los proveedores de atención sanitaria.
Los equipos de protección personal (PPE) chinos fueron rechazados por varios países europeos debido a su mala calidad. También se incautaron productos PPE de mala calidad procedentes de China en Australia e India. El año pasado, China confiscó 89 millones de sus propias mascarillas tras las quejas de todo el mundo por su deficiente calidad.
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