Un congresista republicano y sus colegas esperan tomar medidas enérgicas contra los Institutos Confucio, un “caballo de Troya” del Partido Comunista Chino (PCCh) que lleva a cabo actividades en universidades estadounidenses.
El representante August Pfluger (R-Texas) presentó recientemente el proyecto de ley H.R.7779, que propone «establecer restricciones de financiamiento del Departamento de Seguridad Nacional en las instituciones de educación superior que tienen una relación con los Institutos Confucio». Actualmente hay 15 copatrocinadores republicanos del proyecto de ley.
En declaraciones a The Epoch Times a fines de junio, Pfluger explicó que “el Partido Comunista Chino [PCCh] está utilizando los Institutos Confucio para infiltrarse en los campus universitarios estadounidenses para participar en espionaje, robar nuestra propiedad intelectual, intimidar a los disidentes chinos, promover la propaganda comunista y canalizar información al Ejército Popular de Liberación (EPL)”.
También dijo que “bajo ninguna circunstancia se debe usar el dinero de los contribuyentes estadounidenses para enriquecer al PCCh o al EPL [Ejército Popular de Liberación]”, y agregó que “el Congreso debe garantizar que los dólares de los contribuyentes se retiren definitivamente de estos programas”.
A medida que los Institutos Confucio (IC) quedaron más expuestos y comenzaron a cerrar en todo el país, un nuevo informe del Instituto Nacional de Académicos (NAS) sugiere que muchos de los programas públicos de educación y promoción cultural están cambiando de marca, continuando el esfuerzo del PCCh para influir en las operaciones dentro de Estados Unidos.
Aunque más de 100 de los 118 IC en Estados Unidos han cerrado o están en proceso de cerrar, Beijing sigue comprometido con influir en las universidades estadounidenses. Al menos 38 programas han sido reemplazados por sustitutos comparables, según el informe de NAS.
Rachel Peterson, investigadora sénior de la NAS y coautora del informe, declaró en un foro de discusión el 21 de junio que «el gobierno chino está apostando a que, si quita el nombre «Instituto Confucio» y ajusta la estructura de su programa, nadie se dará cuenta de que la influencia del gobierno chino sigue viva en la educación superior estadounidense”.
Como resultado, el proyecto de ley de Pfluger incluye no solo a los muchos IC en todo el país, sino también a otras entidades chinas de interés. Con ese fin, la Ley de Restricciones a los Institutos Confucio y a las Entidades Chinas de Interés del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) impide que los fondos del DHS fluyan hacia las universidades estadounidenses que albergan un IC o mantienen una relación con una entidad china de interés.
“El proyecto de ley requerirá que el DHS cree una lista que identifique entidades e individuos afiliados al PCCh que representen los mismos riesgos que los Institutos Confucio para las universidades estadounidenses y distribuya esa lista a las universidades”, explicó Pfluger.
Y según la lista de nombres, dijo, las universidades deberían informar las donaciones al DHS.
“Al obligar a las universidades a revelar a estas personas”, dijo, “el Congreso y el pueblo estadounidense pueden tener una visión más completa de las entidades que intentan aprovecharse de los dólares de las subvenciones del DHS para enriquecer al EPL”.
Acompañado por más de una docena de colegas republicanos, Pfluger dijo que también presentó la H.R.7851 para “enmendar la Ley de Educación Superior de 1965 con el propósito de exigir que las instituciones de educación superior revelen ciertos vínculos con organizaciones afiliadas a China”.
Según el congresista, el proyecto de ley “aumentará los requisitos de transparencia para las universidades que reciben financiamiento de individuos, universidades, grupos de expertos, programas culturales/educativos/de idiomas, cualquier entidad estatal china y organizaciones que tengan miembros del PCCh en su junta directiva”.
Si se promulgara este proyecto de ley, Pfluger dijo que requeriría que las universidades que reciben donaciones de más de USD 5000, de cualquier entidad afiliada al PCCh, informen públicamente estas donaciones al secretario de Educación. También dijo que deben publicar la información de las donaciones en una página web que se pueda encontrar fácilmente en el sitio web de la universidad.
El “Caballo de Troya” del PCCh
Pfluger espera que sus acciones legislativas continúen haciendo sonar las alarmas y combatiendo las actividades nefastas y la propaganda del PCCh dentro de las universidades estadounidenses. Dijo que el PCCh ha usado los IC como “un caballo de Troya” para infiltrarse en las universidades occidentales y participar en actividades malignas que apoyan al PCCh y al EPL.
“Los Institutos Confucio han usado su influencia para silenciar a los académicos que hablan en contra del PCCh y del EPL, difunden campañas de propaganda en nombre del PCCh para influir en la opinión pública, reclutan agentes de influencia en los campus de EE.UU. y participan en espionaje y robo de propiedad intelectual para apoyar, en gran parte, al EPL”, dijo.
Como resultado, dijo, «cualquier entidad extranjera que busque socavar los valores democráticos que [Estados Unidos] aprecia debe ser vista como una amenaza directa a la democracia de la nación». Una y otra vez, dijo, el PCCh ha demostrado que «no se detendrá ante nada para ejercer su control sobre el mundo libre».
“La capacidad del PCCh para reprimir la libertad de expresión y el debate en Estados Unidos es inaceptable y no se puede tolerar”, dijo Pfluger.
“El Congreso y la administración Biden deben enviar un mensaje fuerte y unificado que deje en claro que nuestra nación no tolerará la actividad maligna del PCCh”.
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