Congresistas republicanos presionan a agencias vinculadas a financiación del laboratorio de Wuhan

Por Mark Tapscott
02 de julio de 2021 7:57 AM Actualizado: 02 de julio de 2021 7:57 AM

Varios republicanos del Congreso han presionado a algunos funcionarios federales para que les proporcionen documentos y datos sobre el origen del virus del PCCh —también conocido como nuevo coronavirus— que, según se informa, ha matado a más de 600,000 estadounidenses desde enero de 2020.

La presión se produce en dos frentes: uno de ellos tiene que ver con tres senadores republicanos que buscan información de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), y el otro son tres republicanos de la Cámara de Representantes que buscan material de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

En una carta del 28 de junio dirigida al director de los NIH, Francis Collins, los senadores Marsha Blackburn (R- Tenn.), Charles Grassley (R-Iowa) y Roger Marshall (R-Kan.) señalaron artículos de varios medios en los que funcionarios del Partido Comunista Chino (PCCh) pedían que se eliminaran datos vitales sobre el virus de una base de datos clave del gobierno.

«El 23 de junio de 2021, el Wall Street Journal informó que unos investigadores chinos ‘ordenaron’ a los Institutos Nacionales de Salud (NIH) ‘borrar las secuencias genéticas de los primeros casos de la COVID-19 de una base de datos científica clave’, llamada Archivo de Lectura de Secuencias de los NIH», dijeron los senadores a Collins.

«El artículo afirma que los NIH confirmaron que habían borrado las secuencias. El artículo informa además que los datos borrados incluyen secuencias genómicas del SARS-CoV-2 y que estas secuencias procedían de muestras virales recogidas en Wuhan ‘en enero y febrero de 2020’ de pacientes hospitalizados».

Los senadores piden a Collins que proporcione una lista de explicaciones centradas en las solicitudes de borrado del PCCh, identificando quién en los NIH tiene autoridad para borrar tales datos, las características de las muestras de Wuhan y numerosas cuestiones relacionadas.

«Este tipo de datos puede contener información importante y relevante que podría ayudar a determinar mejor los orígenes del virus. El afán de los investigadores chinos por borrar los datos exige una explicación adicional», escribieron los senadores.

«Como saben, el gobierno chino no ha sido, desde el principio, abierto y transparente con el mundo respecto a su papel en la pandemia».

Blackburn es la miembro de mayor rango de la minoría en el Subcomité de Protección al Consumidor, Seguridad de los Productos y Seguridad de los Datos del Comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado.

Grassley es el principal republicano del Comité de Justicia del Senado. Marshall es uno de los cuatro miembros del Senado que son médicos, todos ellos republicanos.

En la Cámara de Representantes, la representante Cathy McMorris Rodgers (R-Wash.), miembro de mayor rango de la minoría en el Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes; el representante Brett Guthrie (R-Ky.); y el representante Morgan Griffith (R-Va.), enviaron una carta el 28 de junio a la directora de USAID, Samantha Power, sobre la relación a largo plazo de su agencia con el Instituto de Virología de Wuhan (WIV).

«En 2009, USAID lanzó PREDICT, un proyecto de 220 millones de dólares y diez años de duración, como parte de su Programa de Amenaza Pandémica Emergente para detectar virus de potencial pandémico», dijeron los tres republicanos de la Cámara a Power.

«Mediante la recopilación de datos, como muestras de coronavirus de murciélagos, la USAID pretendía identificar los virus que pudieran desencadenar una pandemia mundial de origen natural. A través de PREDICT, el proyecto financiado por la USAID «recogió más de 15,000 muestras de murciélagos, lo que llevó a la identificación de unos 500 nuevos coronavirus» y detectó unos 1200 virus que podrían propagarse de los animales salvajes a los humanos, siendo más de 160 de ellos nuevos coronavirus, muy parecidos al SARS-CoV-2″, escribieron.

Además, señalaron que la USAID, a través de su programa PREDICT, formó a los científicos del WIV en la detección e investigación de enfermedades durante una década. Estaba previsto que el programa expirara en 2019, pero la USAID lo prorrogó y lo amplió en 2020. La ampliación se centró específicamente en el virus del PCCh y sus orígenes, utilizando los datos recogidos durante la década anterior.

Tales datos «[sugieren] que la USAID ya ha identificado las fuentes potenciales del virus. Además, la investigación del proyecto de ampliación se financió para ‘realizar pruebas específicas del SARS CoV-2 en las muestras recogidas y analizar los datos existentes del proyecto'», escribieron los tres a Power.

«Además, antes de que la secuencia del SARS-CoV-2 y los ensayos específicos estuvieran disponibles, los laboratorios formados en PREDICT detectaron ‘el nuevo virus SARS CoV-2 en algunos de los primeros pacientes que viajaron fuera de China'».

Los representantes señalaron que entre los beneficiarios de las subvenciones de USAID en el marco del programa PREDICT se encontraban EcoHealth Alliance y la Universidad de California-Davis.

EcoHealth es una organización sin ánimo de lucro con sede en Nueva York que también compartió las subvenciones que recibió de los NIH con el WIV para la investigación de «ganancia de función» que se prohibió en Estados Unidos durante la vigencia del programa PREDICT. Dicha investigación se centra en la mejora de las capacidades genéticas de un virus para alcanzar niveles más altos de letalidad y transmisibilidad.

«A través de sus receptores de subvenciones PREDICT, como EHA y UC Davis, USAID probablemente posee documentación detallada y un amplio conocimiento sobre la investigación y los experimentos con coronavirus de murciélagos realizados en el WIV y en otros laboratorios de China», escribieron.

«Teniendo en cuenta su prolongada asociación con el WIV y el alcance de las investigaciones realizadas allí por los becarios de la USAID, esperamos que la USAID tenga registros pertinentes para nuestra investigación sobre los orígenes de la COVID-19».

Entre las múltiples solicitudes de información a la USAID, los tres republicanos de la Cámara de Representantes pidieron copias de «los informes de cualquier accidente de laboratorio del WIV o de otros problemas de seguridad de las instalaciones del WIV, incluidos los laboratorios de diagnóstico de enfermedades infecciosas del WIV utilizados por la USAID o por investigadores del WIV, descritos como dotados de ‘capacidad de virología molecular y serología de última generación'».

Dado que los demócratas del Congreso se han negado a iniciar una investigación oficial sobre los orígenes del virus, los republicanos no pueden obligar a Collins o a Power a responder a sus solicitudes.

Puede contactar con el corresponsal del Congreso Mark Tapscott en [email protected].


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