El estado de Connecticut dará 1000 dólares a las personas que lleven al menos dos meses sin trabajo y consigan un empleo.
«Quiero que el trabajo sea rentable. Quiero que la gente tenga un verdadero incentivo cuando vuelva a trabajar», dijo el gobernador demócrata Ned Lamont en una rueda de prensa esta semana.
«Se ve que los grandes atletas reciben un bono al firmar el contrato. ¿Por qué no reciben ustedes también un bono?», añadió.
En la actualidad existen aproximadamente 65,000 puestos de trabajo en el estado, cuya tasa de desempleo fue del 8.3% en marzo, según las últimas cifras publicadas por las autoridades.
Las ofertas de empleo y el descenso del porcentaje de la población en edad de trabajar que busca trabajo han impulsado el programa, que tendrá un coste estimado de 10 millones de dólares.
Los solicitantes deben haber estado sin trabajo durante al menos ocho semanas y deben mantener su nuevo empleo durante al menos dos meses para obtener la bonificación.
El programa comienza el 24 de mayo y dará dinero a 10,000 personas.
Los solicitantes pueden inscribirse en la página web del Departamento de Trabajo del Estado una vez que encuentren un empleo.
La financiación procede de un fondo de estímulo federal.
«Estoy haciendo todo lo que puedo para sacar a la gente del desempleo», dijo Lamont, y añadió que el estado probablemente ahorrará dinero a largo plazo al pagar menos prestaciones de desempleo a la gente.
Aproximadamente la mitad de los estados de EE.UU. han dejado de dar fondos federales a los desempleados en las últimas semanas. El Congreso aprobó ayudas adicionales para el desempleo a lo largo de la pandemia, siendo el último impulso parte del paquete aprobado por los demócratas y firmado por el presidente Joe Biden en febrero.
Los gobernadores de Indiana, Texas y Oklahoma anunciaron el lunes que detendrían la ayuda complementaria mientras intentan aumentar el número de personas que buscan trabajo.
Los empresarios han dicho que es difícil encontrar trabajadores debido a la cantidad de dinero que los desempleados reciben de las ayudas estatales y federales.
Lamont no pensó en unirse a los demás gobernadores. «Se acaba por sí solo en unos cuatro meses», dijo a los periodistas, y añadió que todavía hay mucha gente «realmente asustada por volver a trabajar» a causa del COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
El 1 de junio, el estado empezará a exigir a las personas que reciben ayudas por desempleo que busquen trabajo.
El líder republicano de la Cámara de Representantes de Connecticut, Vincent Candelora, dijo que el nuevo programa no tiene sentido.
«Persuadir a la gente para que renuncie a una prestación del gobierno con la promesa de otra es un poco como un perro que persigue su cola. Al proponer alegremente este programa de cebo para trabajar, el gobernador no solo ha ignorado el papel que las prestaciones de desempleo aumentadas han desempeñado en la incapacidad de los empresarios para cubrir las vacantes, sino también el impacto económico a largo plazo de depender de lo que parece un suministro interminable de dinero federal para solucionar nuestros problemas», dijo en un comunicado, en el que pedía a Lamont que detuviera la ayuda federal complementaria.
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