Connecticut se ha convertido en el estado más reciente en sumarse al empuje de la administración Biden por las cero emisiones netas en su lucha contra el cambio climático, después de que el gobernador del estado anunció sus directrices propuestas para prohibir la venta de nuevos vehículos ligeros propulsados por combustibles fósiles a partir del año 2035.
El gobernador demócrata del estado, Ned Lamont, anunció las directrices propuestas la semana pasada, calificándolas como una «acción decisiva para cumplir nuestros objetivos de reducción de la polución climática». De la otra parte, los detractores afirmaron que la medida perjudicaría a los consumidores al obligarles comprar vehículos eléctricos más caros.
Las nuevas directrices, que estarán abiertas a comentarios públicos hasta el 23 de agosto, obligarían a los concesionarios de automóviles de Connecticut a empezar a retirar progresivamente las ventas de coches, camiones y todoterrenos nuevos propulsados por combustibles fósiles desde el año 2027, antes de que la prohibición total entre en vigor el año 2035.
«Los coches y los camiones representan el mayor sector de contaminación del aire en nuestro estado y estas normas se están moviendo en coordinación con los compromisos asumidos por los fabricantes de vehículos para ir todos hacia la electrificación», dijo el Sr. Lamont en una declaración.
El gobernador también anunció normas (pdf) que exigen que una parte cada vez mayor de los vehículos medianos y pesados —como los camiones trailers y los camiones de descarga— se electrifiquen, en virtud de una ley que promulgó el año pasado y que adoptó las directrices de aire limpio que tiene el estado de California para determinadas clases de vehículos.
California adoptó el verano pasado directrices para que todos los coches, camionetas y todoterrenos nuevos sean eléctricos o con motores de hidrógeno de aquí al año 2035.
Aunque las nuevas directrices de Connecticut exigirán que todos los coches nuevos que se vendan a partir de 2035 sean vehículos de «cero emisiones», los coches de gasolina podrán seguir circulando en el estado, podrán registrarse en el Departamento de Vehículos de Motor y venderse como coches usados a nuevos propietarios.
«El hecho es que los vehículos de cero emisiones protegen la salud pública y mejoran la calidad de vida», declaró en una declaración la Dra. Manisha Juthani, comisionada del Departamento de Salud Pública de Connecticut. «Si los vehículos de cero emisiones constituyeran la mayoría de los vehículos de pasajeros en circulación, la calidad del aire mejoraría y menos personas sufrirían exacerbaciones de afecciones respiratorias».
La oficina del Sr. Lamont dijo que Connecticut pondrá en marcha varios programas de incentivos para animar a los residentes y las empresas a comprar nuevos vehículos eléctricos.
Reacciones
Aunque los demócratas y los activistas del clima han aplaudido las nuevas normas propuestas, algunos legisladores republicanos y grupos de transporte han expresado su firme oposición a que el gobierno imponga el calendario de la transición hacia las cero emisiones.
«La eliminación total de los vehículos de gasolina para el año 2035 es una decisión política con la que no está de acuerdo la mayoría de los estadounidenses, pero los demócratas de Connecticut, utilizando palabras tan aterradoras como ‘supervivencia’, insisten agresivamente en forzar a Connecticut a seguir las normas ideológicas de California, sin importar el costo económico para nuestro estado o para la gente que vive aquí», indicó el líder republicano de la Cámara de Representantes del estado de Connecticut, Vincent Candelora, en una declaración.
«Promoviendo reembolsos, vales e incentivos respaldados por el gobierno, siguen ocultando la cuestión de la asequibilidad a estos vehículos, a la vez que restan importancia al esfuerzo titánico para construir nuestra infraestructura de recarga», agregó el representante.
Por el contrario, la senadora por el estado de Connecticut, Christine Cohen, demócrata y copresidenta de la Comisión de Transportes, dijo en una declaración que está «encantada» con el lanzamiento de los nuevos mandatos propuestos por el gobierno.
«Si nosotros queremos tomarnos en serio el Cambio climático, tenemos que reconocer el papel de la calidad del aire y abordar las emisiones de carbono de su mayor contribuyente: el sector del transporte», afirmó la senadora. «Estas nuevas normativas garantizarán que los vehículos con emisiones más limpias estén disponibles para su compra y harán avanzar a Connecticut hacia un futuro más ecológico».
Un portavoz de la Asociación de Transporte Motorizado de Connecticut indicó que el calendario para la transición es demasiado rápido, por lo que los consumidores se verían afectados con mayores costos.
«Desde nuestro punto de vista esto es demasiado rápido, la rapidez de esto, en última instancia daría lugar a que los consumidores paguen ese precio. Lo que quiero decir con esto, es que cualquier costo que se incurra en nuestro negocio o nuestros transportistas, por desgracia, tiene que pasar a los consumidores», dijo el presidente de la Asociación de Transporte Motorizado de Connecticut, John Blair, a los medios de comunicación locales.
Con esta nueva medida, Connecticut se une a Rhode Island, Maryland, Nueva Jersey y Nuevo México en el anuncio de planes para adoptar nuevas normas de emisiones de vehículos en consonancia con las normas de California.
Massachusetts, Nueva York y Vermont han ultimado la adopción de mandatos similares este año o a finales de 2022.
Dudas sobre el impulso de vehículos eléctricos en California
En agosto de 2022, los reguladores de California votaron por unanimidad la aprobación de un plan que prohíbe la venta de nuevos vehículos de combustión interna en el estado a partir del 2035.
La ley Advanced Clean Cars II (pdf), votada por la Junta de Recursos del Aire de California (CARB), eliminará gradualmente los vehículos de gasolina en el estado en poco más de una década. De los vehículos fabricados en 2026 y vendidos en California, el 35% tendrán que ser de «cero emisiones», superando al 12% exigido cuando se aprobó la nueva norma el año pasado.
Al igual que los residentes de Connecticut, los californianos podrán seguir conduciendo vehículos de gasolina y comprando vehículos usados después de 2035. El plan de California también permite que una quinta parte de las ventas después de 2035 sean vehículos híbridos enchufables que pueden funcionar con baterías y a gasolina, mientras que el resto deben ser vehículos eléctricos.
El impulso de California a la adopción de vehículos de cero emisiones se produce en un momento de persistentes dudas sobre la infraestructura energética del estado.
«Que estos requisitos sean realistas o alcanzables está directamente relacionado con los factores externos como la inflación, la infraestructura de recarga y combustible, las cadenas de suministro, la mano de obra, la disponibilidad y el precio de los minerales críticos y la actual escasez de semiconductores», declaró el año pasado John Bozzella, presidente y consejero delegado de la Alianza para la Innovación en la Automoción.
Bozzella añadió que tanto él como la organización que dirige apoyan plenamente el objetivo de que haya más vehículos eléctricos en las carreteras, pero que hay cuestiones políticas que deben abordarse antes de que esto pueda tener éxito.
«Los responsables políticos deberían plantearse las siguientes preguntas: ¿Existen cadenas de suministro de minerales y baterías esenciales? ¿Se extraerán y procesarán en Estados Unidos los minerales necesarios? ¿Pueden los clientes permitirse los vehículos? ¿Tienen todas las comunidades el mismo acceso a la recarga doméstica de nivel 2 que los propietarios de viviendas unifamiliares?», señaló el Sr. Bozzella.
«Resolver estas cuestiones determinará el éxito final de la normativa californiana y la transformación al VE (vehículo eléctrico)».
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