Un ponente en una reunión de la junta escolar de Carolina del Norte el 5 de abril denunció una política transgénero que evalúa el derecho de los padres a conocer la elección de género de sus hijos en función del «nivel de aceptación» de los padres.
“Durante una reunión del Título IX el año escolar pasado, se abordó una política para un plan de apoyo de género”, dijo Melissa Mason, candidata republicana de 2022 para la junta escolar de la Junta de Educación del Condado de New Hanover, al dirigirse a la junta. «El plan de apoyo evalúa el nivel de aceptación de los padres para el cambio de género de un estudiante. Si se evalúa que el apoyo es demasiado bajo, las escuelas pueden reasignar el género de su hijo y ocultarle la información”.
Sloan Rachmuth, reportera de investigación y presidenta de Education First Alliance, una organización de defensa de padres/maestros que investiga políticas y currículos en el sistema escolar desde el kinder hasta el 12 º grado, dio a conocer la situación por primera vez el 6 de abril.
En la reunión del comité del Título IX de octubre de 2020 a la que hizo referencia Mason, la directora del Título IX, Jarelle Lewis, citó la ley federal de derechos civiles como el motivo de la política. El Título IX es una ley que prohíbe la discriminación basada en el sexo en las escuelas que reciben fondos del gobierno federal.
Cuando un miembro del comité le preguntó cómo se manejaría a los padres que desconocen la decisión de su hijo, Lewis dijo que sería «caso por caso».
“Entonces, dependiendo de la edad y el tipo de solicitud de adaptación, dependerá del nivel de participación de los padres”, dijo Lewis. «Por ejemplo, en la escuela primaria, vamos a tener que referirnos a lo que el padre está solicitando. Pero, por ejemplo, si se trata de una situación en la que un estudiante de secundaria quiere tener una adecuación con respecto a su nombre en la clase, algo como eso no necesariamente necesitaría o precipitaría ningún tipo de participación de los padres desde ese extremo».
Mason llamó a este tipo de comportamiento «manipulación».
La manipulación es una táctica depredadora que implica discutir información sexualmente explícita bajo la apariencia de educación para preparar a un niño para la actividad sexual mediante la reducción de sus inhibiciones mediante la exposición al contenido.
El sistema de escuelas públicas se financia con dólares de los contribuyentes para enseñar los conceptos básicos de matemáticas y ciencias, no para entretener a los niños con temas sexuales complejos, dijo Mason.
“Este es un comportamiento de manipulación clásica: mantenlo en secreto entre tú y yo y no se lo digas a tus padres”, dijo Mason. “Y cuando discutimos los roles de género y las relaciones sexuales con niños menores a la edad de la pubertad, eso es abuso sexual. Pero esta junta continúa promulgando, defendiendo y, cuando es necesario, ocultando estas repugnantes políticas criminales”.
Siendo educadora durante 17 años y madre de dos niños en el sistema escolar de New Hanover, Mason dijo a The Epoch Times que no cree que las preguntas sobre la identidad de género deban plantarse en la mente de un niño, ya que muchos niños menores de 18 años no han encontrado su propia identidad, lo que les deja una pizarra en blanco abierta a la manipulación.
“Es perjudicial”, dijo Mason. “No importa el daño mental que se está produciendo, como lo que sucederá años después, si los niños crecen y deciden que esto no es lo que querían”, dijo. “Para entonces, el daño ya estará hecho”.
Mason dijo a la junta que comprende la necesidad de apoyo a la salud mental en los niños, pero que ese no es el trabajo de la escuela.
“Necesitamos salir del asunto de la salud mental y los hospitales y volver al asunto de la educación”, dijo Mason, al abordar la tendencia en incremento en los protocolos de aprendizaje socioemocional (SEL, por sus siglas en inglés) que se está llevando a cabo en las escuelas.
La Junta Escolar del Condado de New Hanover no respondió al cierre de esta edición a la solicitud de comentarios de The Epoch Times.
El Plan de Apoyo al Género
Rachmuth dijo que a los maestros del condado de New Hanover, que incluye las ciudades de Wilmington y Carolina Beach, se les pide que pongan en marcha un plan de apoyo al género si un niño indica su deseo de cambiar de género.
El plan consiste en clasificar el grado de apoyo que el maestro cree que brindan los padres, dijo Rachmuth.
“Si los padres, en opinión del maestro, no apoyan que un niño cambie su género, las escuelas pueden ocultar los cambios de género a los padres”, dijo Rachmuth.
Para Rachmuth, el plan apunta a una programación SEL.
“No es trabajo del gobierno criar a nuestros hijos o prepararlos para que sean de un género diferente o hacerse cargo del desarrollo de su identidad”, dijo.
CASEL y los contenidos de la mente
Rachmuth, quien ha cubierto el progreso de SEL en las escuelas de Carolina del Norte, dijo que los planes de apoyo de género están surgiendo en todo el estado como resultado del proveedor de SEL de Carolina del Norte, el programa escolar de Colaboración para el Aprendizaje Académico, Social y Emocional (CASEL, por sus siglas en inglés). Define a SEL como “el proceso a través del cual todos los jóvenes y adultos adquieren y aplican los conocimientos, habilidades y actitudes para desarrollar identidades sanas, gestionar las emociones, alcanzar objetivos personales y colectivos, sentir y mostrar empatía por los demás, establecer y mantener relaciones de apoyo y mantener decisiones responsables y solidarias».
Rachmuth informó sobre el proyecto de ley 476 del Senado de Carolina del Norte, que exigía que el Departamento de Educación adoptara una política para tratar los problemas de salud mental de los alumnos de primaria a secundaria, lo que podría haber dado a los funcionarios escolares demasiado poder sobre el desarrollo mental de los estudiantes.
En junio de 2020, el Departamento de Instrucción Pública (DPI, por sus siglas en inglés) de Carolina del Norte anunció que se asociaría con CASEL para llevar los estándares SEL al salón de clases K-12.
CASEL, es una empresa de educación con sede en Chicago, que está financiada en gran parte por el grupo filantrópico del CEO de Meta, Mark Zuckerberg, la Iniciativa Chan Zuckerberg.
A pesar de que el programa SEL se promueve como un programa para ayudar a los niños a manejar las emociones, sentir y mostrar empatía y establecer relaciones positivas, el programa utiliza encuestas “para extraer grandes cantidades de información privada de los niños en edad escolar”, dijo Rachmuth a The Epoch Times, y agregó que el término «equidad» en sí mismo, que se encuentra con frecuencia en los documentos del programa, es simplemente un nuevo nombre para la teoría crítica de la raza (TCR).
Si bien la TCR es una filosofía marxista que ve a la sociedad como una lucha de clases entre opresores y oprimidos, específicamente etiquetando a los blancos como opresores y a todas las demás razas como oprimidas, la idea ha llegado a abarcar para muchos maestros y padres una tendencia más expansiva que incorpora no solo cuestiones de raza sino también temas de sexualidad.
«La tesis que subyace en el SEL de la izquierda es que los niños necesitan ayuda en materia de salud mental», dijo Rachmuth. » Nosotros no discutimos eso. Lo que decimos es que el examen universal de problemas de salud mental es inapropiado e inconstitucional. Es examinar el contenido de la mente de uno».
Rachmuth comparó el método con los «Cuatro viejos» del dictador comunista chino Mao Zedong, un título que hacía referencia a las ideas, culturas, hábitos y costumbres tradicionales de un ciudadano que, según Mao, debían erradicarse para que el partido prosperara.
Además de examinar los contenidos de la mente de uno, SEL utiliza psiquiatras que emplean un tratamiento basado en la TCR que recuerda a la URSS y el abuso de la psiquiatría que se produjo cuando los psiquiatras estatales diagnosticaban a los disidentes políticos con múltiples trastornos como «esquizofrenia lenta» y paranoia como condición causante de la disidencia.
Al examinar la línea de base de las actitudes y creencias de uno, un psiquiatra podría entonces—a través de una intervención repetida—usar una narrativa alternativa para oscurecer esa línea de base.
“La mejor manera de contrarrestar la desinformación o un viejo hábito es a través de la narrativa, no a través de los hechos”, dijo Rachmuth. “Es por eso que está viendo la abolición de los hechos y la inserción de SEL en todas las disciplinas académicas porque permite utilizar la narrativa para desprogramar».
Hechos como cuál es el género de una persona podrían entonces dejarse para el debate, dijo Rachmuth, añadiendo que a través del programa CASEL, a los profesores se les ha dado la autoridad para diagnosticar a los estudiantes, una práctica que sobrepasa el ámbito del profesor.
Rachmuth y su equipo han recopilado varias encuestas de diferentes distritos escolares de Carolina del Norte, en las que se les preguntaba a los alumnos de K-12 sobre comportamientos incriminatorios y pensamientos privados.
En una clase de preescolar de un condado, mostró un diagrama llamado «La persona de pan de jengibre» que muestra a un hombre de pan de jengibre tradicional que se usa para enseñar a los niños de jardín de infantes sobre la atracción sexual entre personas del mismo sexo.
En una encuesta de SEL de séptimo grado en una clase de inglés, aparece el mensaje: «Las preguntas que tengo sobre mi cara, cabello, pecho y cuerpo son—», dejando líneas abiertas para responder.
«El aprendizaje socio-emocional hace que sea legal que un hombre haga preguntas a los niños de este tipo en una clase abierta a la discusión», dijo Rachmuth. «Tenemos una crisis de alfabetización. Tenemos que enseñar a leer y escribir».
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