Ah, paternidad. En un minuto, piensas que finalmente lo tienes todo resuelto, mientras tus felices y afortunados niños se ríen y juegan a través de la hermosa vida que has creado para ellos, y al momento siguiente, su hijo le dice (en voz alta) cuán injusta es la vida, cómo es el peor padre de la historia y cómo todos sus amigos están mucho mejor que ellos.
¿Quién es esta persona? ¿Tu pequeño fue reemplazado por otro parecido? ¿Qué esta pasando?
Le diré lo que está sucediendo: la adolescencia.
A medida que los niños entran en la etapa de la adolescencia cuando sus cerebros y cuerpos comienzan a pasar de la infancia a la edad adulta, el mismo enfoque de crianza que funcionó durante sus años más jóvenes puede resultar ineficaz. Los padres necesitan un enfoque diferente durante esta etapa e, idealmente, una gran cantidad de consejos de expertos.
Le pregunté a Jennie Marie Battistin, psicóloga clínica y autora de «Atención plena para adolescentes en 10 minutos al día: ejercicios para sentirse tranquilo, concentrado y ser tu mejor yo», así que aquí está lo que ella dijo.
La Gran Época: La manifestación de la adolescencia suele sorprender a los padres. Los altibajos emocionales que experimentan los pre-adolescentes pueden parecer poco característicos de sus hijos. ¿Puede hacer una breve descripción del inicio de la adolescencia y los cambios emocionales y de comportamiento que son típicos?
Jennie Marie Battistin: Hay muchos cambios físicos, emocionales y de comportamiento típicos durante la adolescencia. Los adolescentes buscan desarrollar su identidad y ganar independencia.
Los cambios típicos que surgen incluyen una disminución del deseo de pasar tiempo con la familia, una mayor necesidad de dormir o renuencia a levantarse por la mañana, actuar avergonzado por los padres, respuestas exageradas hacia el rechazo o comentarios de los compañeros y experimentar con comportamientos de bajo riesgo.
La Gran Época: Las emociones pueden ser erráticas e impredecibles durante la adolescencia. ¿Qué causa tales fluctuaciones en la emoción?
Ms. Battistin: La biología (cambios corporales y hormonales) es en parte responsable de la fluctuación del estado de ánimo y las emociones en los adolescentes. Además, el cerebro continúa desarrollándose. La corteza prefrontal, la lógica y el centro de la razón, aún no está completamente desarrollado. Por lo tanto, el cerebro emocional tiende a gobernar al adolescente, lo que puede hacer que responda al estrés, los límites de los padres, otras demandas y la decepción, con una reacción emocional más pronunciada.
Los adolescentes tienden a quedarse atrapados en blanco y negro, o tienen pensamientos del todo bien, o del todo mal. ¿Ha escuchado a un adolescente pronunciar las palabras «Estás arruinando mi vida, simplemente no lo entiendes, nunca me dejas tener ninguna libertad», etc.? Los factores sociales y psicológicos también pueden conducir a algunas de las emociones erráticas.
La Gran Época: Los padres pueden encontrar a su hijo que una vez se comportó bien, probando sus límites y mostrando arrebatos emocionales. Puede ser difícil saber cuándo darle a un adolescente más espacio, un abrazo o reprimendas disciplinarias. ¿Qué cambios en las estrategias de disciplina recomienda para padres de adolescentes?
Ms. Battistin: Los adolescentes ya no son niños, pero aún no son completamente independientes. El deseo de independencia y autoexpresión puede conducir a comportamientos impulsivos, explorar límites, tomar decisiones sin considerar completamente las consecuencias y altibajos emocionales mientras navegan por su mundo social.
A veces, permitir consecuencias naturales en lugar de castigar o dar una lección puede ser más impactante. Una consecuencia natural podría ser la detención escolar después de llegar tarde a la escuela varias veces. Crear una consecuencia que requiera un cambio de comportamiento es importante. Por ejemplo, «Hasta que pueda obtener sus calificaciones hasta C, tendrá que quedarse en casa los fines de semana y estudiar».
Cada vez más intentamos enseñar a los adolescentes a conectarse con sus emociones. Cuando un adolescente le grita a un padre, me gusta usar un enfoque de «tiempo de entrada». Identifique la emoción y haga que tome un descanso. Intente decir: «Parece que lo estás (etiquete la emoción desagradable), y es posible que necesites algo de tiempo para ordenar tus sentimientos, caminemos o toma asiento en el sofá hasta que puedas hablarme respetuosamente». El enfoque de «tiempo de entrada”ayuda al adolescente a aprender la regulación de las emociones y la tolerancia a las emociones desagradables.
La Gran Época:Los niños a esta edad parecen anhelar tanto la independencia como la tranquilidad de sus padres. ¿Cómo pueden los padres proporcionar ambos de una mejor forma?
Ms. Battistin: Darles opciones a los adolescentes y permitirles elegir puede ayudarlos a tener una mayor sensación de independencia. Por ejemplo, «Puedes quedarte en casa y terminar tu tarea esta noche para que puedas pasar todo el día sábado con tus amigos o puedes salir esta noche con tus amigos y quedarte en casa el sábado para terminar tu tarea».
Proporcionar cierta estructura y rutina a la semana crea un marco que puede ser tranquilizador. Por ejemplo, “Cuando llegues a casa, puedes tener 30 minutos de tiempo de juego, luego trabajar en tu tarea, cenar con la familia, y si terminas tu tarea a las 8 p.m., puedes tener otros 30 minutos de tiempo de juego».
La Gran Época: La autoconfianza parece ser una lucha para muchos adolescentes. ¿Por qué es esto y cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a sentirse más seguros durante esta etapa de la vida?
Sra. Battistin: Hay muchos cambios en los años de la adolescencia, y los adolescentes experimentan mayores expectativas de los demás. Los adolescentes pueden tener desafíos para saber lo que sienten y cómo manejar sus sentimientos, lo que puede afectar la autoconfianza. A menudo, los adolescentes se quedan atrapados en sentimientos catastróficos con palabras como «siempre» y «nunca».
Elogiar a los adolescentes y ayudarlos a identificar sus «victorias» puede ayudar a generar confianza. Busque momentos brillantes, como «Aprecio cómo ayudó con X», «Me gusta la forma en que cuidó de X» o «Estoy orgulloso de ti por X». Busque una cosa para señalar a su adolescente todos los días que refuerze positivamente «lo bueno de mí».
La Gran Época: ¿Cómo pueden los padres discernir cuándo los problemas emocionales de su adolescente están fuera de lo común y hay algo más de que preocuparse?
Ms. Battistin: Los períodos severos y prolongados de cambios en el estado de ánimo (emociones) y comportamientos pueden indicar un trastorno del estado de ánimo, como depresión o ansiedad. A veces, los padres consideran que el mal comportamiento, la irritabilidad o la falta de respeto son una «actuación». Si los síntomas parecen aumentar y durar por largos períodos, hay cambios significativos en la alimentación, el sueño, la autoestima y el abandono de las actividades que antes disfrutaba, considere buscar evaluación de salud mental.
La Gran Época: ¿Qué palabras finales de aliento puedes ofrecer a los padres que entran en la etapa de la adolescencia de sus hijos?
Sra. Battistin: Cambiar su mentalidad de «Lo que le pasó a mi dulce hijo», «Temo los años de la adolescencia» o «Uf, tengo un adolescente», ya que esto puede impactar positivamente su relación con su hijo. Ser un padre consciente y aceptar a su adolescente cambiante puede ayudar a facilitar la transición de la infancia a la edad adulta.
Animo a los padres de manera proactiva a armar a su hijo adolescente con una herramienta como la atención plena. Una práctica diaria de 10 minutos de ejercicios de atención plena puede ayudar a disminuir los comportamientos negativos, disminuir el estrés, disminuir los arrebatos emocionales, desenvolverse mejor y aceptar sentimientos desagradables, ser menos reactivo a los momentos angustiantes y aumentar la conexión con los demás.
Estar presente conscientemente con los adolescentes y no juzgar sus comportamientos puede aumentar su conexión. Busque momentos brillantes para conectarse con su hijo adolescente, como viajes en automóvil o mirar la televisión. Se sorprendería cuánto podría compartir un adolescente si está presente conscientemente en lugar de estar ansiosamente inquisitivo.
Sigue a Barbara en Twitter: @barbaradanza
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