El 23 de febrero, Liu Guangyuan, comisionado del Ministerio de Asuntos Exteriores chino en Hong Kong, se reunió con el cónsul general estadounidense Gregory May para quejarse de sus «palabras y actos inapropiados que interferían en los asuntos de Hong Kong», según un portavoz de la oficina del comisionado.
Durante la reunión, el comisionado Liu declaró «tres líneas rojas» que el consulado de EE. UU. no debía traspasar, es decir, poner en peligro «la seguridad nacional de China, no participar en interferencia política en Hong Kong y no difamar ni dañar las perspectivas de desarrollo de Hong Kong», según a una declaración proporcionada.
Un portavoz del Consulado de EE. UU. dijo que si bien generalmente no comentan sobre reuniones diplomáticas privadas, no «dudan en expresar pública y privadamente la profunda preocupación de Estados Unidos por la erosión de la autonomía de Hong Kong», según una declaración proporcionada a los medios de comunicación.
La relación entre EE. UU. y Hong Kong se ha mantenido tensa tras la promulgación de la ley de seguridad nacional, que se utilizó para reprimir la libertad de prensa y de expresión de la población. En respuesta a la ley, Estados Unidos retiró algunos de los privilegios especiales concedidos a Hong Kong, dificultando la exportación de tecnología estadounidense sensible a Hong Kong. Asimismo, sancionó a altos funcionarios que supervisan el territorio, incluido su actual líder, John Lee.
El jefe ejecutivo Lee estuvo entre los 11 funcionarios de Beijing y Hong Kong sancionados por Washington en 2020 ante las acusaciones de que se habían propuesto “socavar la autonomía de Hong Kong y restringir la libertad de expresión o reunión de los ciudadanos de Hong Kong” tras la imposición de la ley de seguridad nacional.
Desde el establecimiento de la Ley de Seguridad Nacional (NSL), muchas personas de Hong Kong se han sentido amenazadas porque la línea roja política no es tan clara. Además, desde que el PCCh implementó la NSL en Hong Kong en 2020, todos los casos relacionados con la HKNSL son tratados por jueces designados por la ley de seguridad nacional nombrados por el Jefe Ejecutivo, y el tribunal mantiene la decisión de que no haya jurado en los juicios de seguridad nacional.
El 25 de enero, Gregory May, quien asumió su cargo en Hong Kong en septiembre de 2022, expresó su preocupación por el estado de derecho de la ciudad tras la imposición de una ley de seguridad nacional por parte de Beijing en 2020. En ese momento, el Ministerio de Relaciones Exteriores del PCCh acusó a May de denigrar el sistema legal de la ciudad y de tratar de perturbarlo.
Al asistir a un seminario virtual del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales con sede en Washington el mes pasado, May dijo que la reciente interpretación de Beijing de la ley de seguridad nacional “podría socavar aún más la independencia del sistema judicial de Hong Kong”.
Afirmó que más de 15,000 ciudadanos estadounidenses abandonaron Hong Kong y se trasladaron a otras ciudades en los dos últimos años.
Dijo a los delegados que el sistema legal de Hong Kong estaba amenazado por la China continental. Afirmó que la reciente interpretación de Beijing de la ley de seguridad nacional «podría socavar aún más la independencia del sistema judicial de Hong Kong».
También acusó al gobierno de Hong Kong de restringir la libertad de prensa desde la promulgación de la NSL impuesta en respuesta a las protestas antigubernamentales de 2019. Él expresó su preocupación por la disminución de las libertades en Hong Kong y dijo que su reputación como centro de negocios dependía de su adhesión a las normas internacionales y al Estado de derecho.
El 17 de febrero, EE. UU. propuso un proyecto de ley para cerrar las oficinas económicas y comerciales de Hong Kong en Estados Unidos si la Casa Blanca decidía que Beijing había socavado el autogobierno de la ciudad.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
