SAN FRANCISCO— Hotel gratis, vuelo gratis, comida gratis. El consulado chino no ha sido tacaño con la primera visita de su líder comunista a Estados Unidos en seis años.
Los asistentes a la llegada de Xi Jinping a San Francisco se embolsaron hasta 200 dólares, además de un viaje con todos los gastos cubiertos que trajo a algunos de ellos desde el otro lado de la costa, según algunos participantes, observadores y capturas de pantalla de conversaciones en las redes sociales previas a la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Muchos manifestantes pro-Beijing llevaban gorras o uniformes rojos mientras ondeaban banderas rojas, saturando las calles, que se encontraban bloqueadas, con el color estrechamente asociado al comunismo. Al menos una persona —una mujer vestida de negro que comía un almuerzo en caja de espaldas a la pared de un edificio— llevaba una bolsa roja, lo que sugiere que tiene vínculos con el consulado chino en Nueva York, según un disidente que les había seguido.
Hay más pistas en el atuendo, dijo el disidente.
«Todos los que llevaban una gorra roja venían de Nueva York. Yo los seguía por detrás», declaró Qiao Jie a NTD, medio de comunicación asociado a The Epoch Times, añadiendo que estas personas habían sido «contratadas» para el trabajo.
«Ellos también han sido engañados», añadió Qiao.
La mujer, que también venía de Nueva York, formaba parte de un pequeño grupo de peticionarios que sostenían una pancarta con la que se manifestaban frente al hotel St. Regis, donde Xi se alojará durante la semana mientras asiste a la reunión con el presidente Joe Biden, que será seguida muy de cerca. Cuando ella hablaba, unos grupos de partidarios de Beijing se acercaban, ahogando su voz con cánticos de «bienvenida».
Muchas fuentes apuntaban a un factor monetario como motor de su entusiasmo.
Una grabación compartida con The Epoch Times muestra a un hombre de unos 60 años de la provincia de Fujian, en el sureste de China, reconociendo que acudía sin pagar nada. Las capturas de pantalla que circulan por Internet también muestran a un dirigente del grupo de estudiantes chinos —la Asociación de Estudiantes y Académicos Chinos de la Universidad del Sur de California— informando a los miembros más veteranos de la asociación sobre la oportunidad del viaje cubierto que el Consulado chino en Los Ángeles acababa de anunciar.
«Este evento conlleva importantes responsabilidades y una gloriosa misión», escribió la persona en el grupo de chat de las redes sociales, añadiendo que quienes se inscribieran serían transportados en una furgoneta y que nadie debía viajar por su cuenta ni actuar de forma independiente durante el viaje.
Los manifestantes pro-Beijing reciben un pago de 100 dólares al día
Otra captura de pantalla, que parece provenir de un grupo de estudiantes chinos, decía que cualquiera que quisiera dar la bienvenida al líder del régimen durante la cumbre de APEC recibiría 100 dólares por cada uno de los tres días que asista.
Ling Fei, que tiene conexiones con las asociaciones chinas en Nueva York, confirmó la financiación consular de los viajes. Un amigo suyo había planeado originalmente participar en un evento de inauguración de una tienda en Brooklyn, pero el evento fue cancelado debido a que los equipos iban a San Francisco, dijo a The Epoch Times, indicando que el consulado estaba organizando que las personas viajaran en diferentes grupos para evitar llamar la atención.
Un hombre que vestía un delantal verde estaba entre las varias personas que llevaban loncheras al lugar de la protesta el martes. Él se mostró evasivo cuando The Epoch Times le preguntó si estaban destinadas para los partidarios de Xi.
“Tal vez”, respondió el hombre.
Entre los que dirigieron el enfrentamiento con los activistas se encontraba Chen Shanzhuang, líder de un grupo fachada chino con sede en Nueva York y con estrechos vínculos con el consulado chino. Él ha ayudado a facilitar eventos locales en los que se presentan los servicios consulares chinos o se promueven las narrativas de Beijing.
En marzo, se vio al Sr. Chen liderando a cientos de manifestantes chinos gritando consignas en protesta contra la visita de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen. Si bien afirmó que todos los presentes en el lugar de la protesta “vinieron por nuestra propia iniciativa”, los funcionarios de inteligencia de Taiwán han cuestionado tales afirmaciones, diciendo que los consulados chinos en Nueva York y Los Ángeles estaban pagando 200 dólares a los participantes de la entidad.
Yu Dawei, un activista de 18 años, dijo que las autoridades chinas derribaron por la fuerza su negocio y que su abuelo fue enviado a prisión por hacer valer sus derechos, falleciendo después de un año en la cárcel.
“Yo solo espero que todos puedan tener la oportunidad de hablar libremente”, dijo a The Epoch Times, mientras de fondo sonaban gritos de “Xi Jinping, conoce a los peticionarios”.
«Esto es lo que la gente realmente quiere decir», afirmó el joven.
Con la contribución de Hannah Cai e Iris Tao de NTD.
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