El uso previo de dietilamida del ácido lisérgico (LSD), un alucinógeno controlado elaborado a partir de una sustancia química que se encuentra en los hongos, no aumenta la resiliencia psicológica ante eventos estresantes, sugiere una nueva investigación.
En un artículo publicado el jueves en PLOS One, el psicólogo investigador Benjamin Korman descubrió que el uso previo de LSD está relacionado con experimentar una angustia psicológica grave tras la pérdida del empleo.
El LSD es una droga que altera la forma en que el cerebro responde a la serotonina, un neurotransmisor. La droga cambia el estado de ánimo, las emociones y el comportamiento de las personas.
En el estudio, el Sr. Korman analizó los datos de una encuesta pública de Alemania sobre 15,854 adultos. Estas personas perdieron sus empleos en el último año y estaban buscando trabajo. El autor dijo que los cambios en la situación laboral son una experiencia estresante que puede estar relacionada con resultados adversos de salud mental.
Entre los encuestados, 520 informaron haber consumido LSD anteriormente. El estudio encontró que estas personas tenían entre 1.6 y 1.7 veces más probabilidades de reportar problemas psicológicos graves que los no consumidores.
Un análisis complementario que evaluó el malestar psicológico moderado en usuarios de LSD mostró resultados similares.
«Este estudio cuestiona hallazgos previos que vinculan el consumo clásico de sustancia psicodélica con fortaleza y resiliencia psicológicas al demostrar que el uso previo de dietilamida del ácido lisérgico (LSD) se asocia con una mayor angustia psicológica después de una pérdida posterior del trabajo», dijo Korman en un comunicado de prensa.
Dados sus hallazgos, el Sr. Korman desaconsejó el uso de LSD como medio para que las personas sanas adquieran resiliencia psicológica y alentó a los investigadores a cuestionar los estudios que demuestren lo contrario.
El estudio tuvo algunas limitaciones. Dado que el estudio no pudo controlar el tiempo entre el uso de LSD y la pérdida del empleo, sus hallazgos no pueden usarse para sacar conclusiones sobre los efectos a corto plazo del LSD. Además, el estudio sólo examinó la pérdida de empleo y no abordó si el LSD afecta la resiliencia ante otros factores estresantes de la vida.
¿Qué es el LSD?
Sintetizado por primera vez en 1938, el LSD está clasificado como una sustancia controlada de la Lista I, lo que significa que es ilegal fabricarlo, poseerlo o distribuirlo para fines no relacionados con la investigación.
Cuando se ingiere en pequeñas dosis, el LSD puede provocar percepciones y estados de ánimo alterados, emociones intensas y cambios en las experiencias sensoriales que duran varias horas y pueden incluir alucinaciones visuales y auditivas, cambios en los patrones de pensamiento y un sentido distorsionado del tiempo.
Aunque se están realizando investigaciones sobre los posibles usos terapéuticos de la droga para afecciones como la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático, algunos usuarios pueden experimentar ansiedad y depresión agudas después de un «viaje» con LSD, según la Administración de Control de Drogas de EE. UU .
Estudios clínicos de LSD
A pesar del resurgimiento de la investigación sobre psicodélicos clásicos como el LSD, pocos estudios han explorado cómo el uso de LSD en entornos cotidianos del mundo real, en lugar de en un entorno clínico o de laboratorio controlado, afecta los resultados de salud mental durante experiencias estresantes posteriores.
Varios estudios realizados en un entorno clínico sugieren que el LSD tiene el potencial de mejorar la resiliencia psicológica a través de varios mecanismos, incluido un mejor aprendizaje, una mayor flexibilidad cognitiva y cambios positivos en los rasgos de personalidad.
Un estudio de noviembre de 2022 publicado en Psychological Medicine encontró que los participantes bajo la influencia del LSD mostraron un mayor comportamiento exploratorio y una mayor disposición a buscar nuevas opciones. Los hallazgos del estudio implican que el LSD podría facilitar la flexibilidad cognitiva, ayudando potencialmente en el desarrollo de la resiliencia al promover procesos de aprendizaje adaptativo. Sin embargo, el estudio se centró en los efectos inmediatos del LSD y se necesita más investigación para explorar los impactos a largo plazo y las posibles aplicaciones terapéuticas.
Un estudio de 2016 publicado en la misma revista señaló que, si bien el LSD puede inducir inicialmente síntomas similares a los de la psicosis, también conduce a un mayor optimismo y apertura. Los hallazgos sugieren que el LSD podría ayudar a mejorar el bienestar psicológico y la resiliencia.
Una revisión sistemática de 2020 de ensayos controlados aleatorios de las décadas de 1950 a 1970 encontró que el LSD, cuando se administra con el apoyo terapéutico adecuado, podría reducir los síntomas de ansiedad, depresión, enfermedades psicosomáticas y adicción.
Otros estudios destacan los riesgos asociados con el uso de LSD, incluida la angustia psicológica aguda, los problemas de salud mental a largo plazo y los cambios neurobiológicos duraderos.
Un estudio de 2021 en NeuroImage encontró alteraciones significativas en las conexiones cerebrales de los usuarios de LSD, particularmente en regiones asociadas con la regulación del estado de ánimo y la percepción sensorial. Estos cambios incluyen una mayor conectividad en regiones sensoriales y una menor conectividad en regiones implicadas en redes asociativas.
En una revisión sistemática de 2019 en Frontiers in Psychology, los investigadores encontraron que algunos consumidores de LSD a largo plazo desarrollaron problemas psicológicos persistentes, como depresión y trastornos de ansiedad. Algunos experimentaron alteraciones visuales recurrentes mucho después de haber dejado de consumir drogas. Dependiendo de la predisposición de un individuo, el uso de LSD puede exacerbar trastornos psicóticos preexistentes o provocar reacciones psicóticas prolongadas, señalaron los autores.
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