El gobierno de EE. UU. ha hecho público el acuerdo de licencia que alcanzó con el fabricante de vacunas Moderna, pero se ha negado a confirmar muchos detalles del pago.
Moderna acordó pagar a los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. (NIH, por sus siglas en inglés) por la licencia de la tecnología de la proteína espicular que la empresa incluyó en su vacuna contra el COVID-19, según confirma el contrato.
Moderna se resistió durante años a reconocer el trabajo de los investigadores gubernamentales sobre la proteína espicular, pero cedió a finales de 2021 y anunció el contrato durante una convocatoria de resultados el 23 de febrero.
Moderna dijo que proporcionó un «pago de recuperación» de $ 400 millones al Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés), que forma parte de los NIH, en virtud del acuerdo.
Las partes que confirmarían la declaración de Moderna de que la empresa pagaría «regalías de un solo dígito bajo» por las ventas futuras de sus vacunas contra el COVID-19 tienen tachaduras.
El contrato, de 34 páginas, tiene secciones clave redactadas en cuanto a futuras regalías.
Una sección, por ejemplo, dice: «El titular de una licencia se compromete a pagar al NIAID las regalías devengadas por las ventas netas… como se indica a continuación». Pero el resto de la sección tiene tachaduras.
The Epoch Times obtuvo el contrato a través de la Ley de Libertad de Información.
El NIH citó para las redacciones una exención de la ley que permite a las agencias retener «secretos comerciales e información comercial o financiera obtenida de una persona y privilegiada o confidencial».
«Tacharon las regalías, a pesar de que ha habido comunicados de prensa sobre las regalías», dijo James Love, director de la organización sin ánimo de lucro Knowledge Ecology International, a The Epoch Times por correo electrónico. «Es habitual pero [improperio] tachar las regalías en una licencia negociada sobre una patente gubernamental».
Información sin tachaduras en el contrato confirmó que Moderna había acordado pagar a los NIH regalías antes de que el acuerdo entrara en vigor a finales de 2022: una «regalía anual mínima», «regalías ganadas» y «regalías de referencia».
El contrato fue firmado el 14 de diciembre de 2022 por Michael Mowatt, director de la Oficina de Transferencia de Tecnología y Propiedad Intelectual del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, y Shannon Klinger, directora jurídica de Moderna.
Los pagos incluirían regalías en un plazo de 60 días a partir de que los funcionarios del gobierno presentaran una «declaración escrita detallada y razonable» por un importe «equivalente a una parte proporcional de los gastos de patente no reembolsados pagados anteriormente por el NIAID».
Moderna ha ganado casi 37,000 millones de dólares con sus vacunas contra el COVID-19 durante la pandemia. Ha previsto unos ingresos de 5000 millones de dólares con las vacunas en 2023. Tanto Moderna como Pfizer recibieron enormes contratos gubernamentales para sus vacunas, lo que contribuyó a su desarrollo y fabricación.
Propiedad de las acciones
Los NIH comparten la propiedad de la tecnología de la proteína espicular que Moderna utilizó con investigadores del Instituto de Investigación Scripps y la Facultad de Medicina Geisel de la Universidad de Dartmouth. Ambos figuran como socios en el contrato.
Aunque el contrato no aclara qué ingresos concretos recibirán los socios de Moderna, Dartmouth ya dijo que ganaría dinero con el acuerdo.
Dartmouth dijo que planea utilizar los ingresos para «fortalecer la empresa de investigación y educación de la institución y avanzar en el trabajo que tiene el potencial de salvar millones de vidas y mejorar la salud mundial».
«Estamos entusiasmados por cómo estos fondos amplificarán esta importante misión en Geisel y por cómo apoyará nuestros programas de formación para la próxima generación de investigadores biomédicos», dijo Duane Compton, decano de Geisel, en un comunicado.
Scripps no respondió a una solicitud de comentarios y no ha comparecido para comentar el contrato.
Los NIH recibieron hasta 2000 millones de dólares en regalías de 34 contratos de medicamentos entre 1991 y 2019, según un informe de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos. La oficina recomendó a los NIH ser más transparentes sobre la concesión de licencias.
Director ejecutivo de Moderna
El director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, cuyo patrimonio neto se ha disparado durante la pandemia, dijo en una reciente comparecencia ante el Congreso que Moderna creó la tecnología de la proteína espicular en cuestión, pero que la empresa abandonó la patente por desacuerdos con los NIH.
«Lo que hizo nuestro equipo fue desarrollar la molécula de ARNm. Lo que hicieron los NIH, que fue una gran confirmación, es que diseñaron paralelamente la misma proteína que nuestro equipo. El diseño de la vacuna de ARNm lo hizo nuestro equipo. Es nuestra tecnología», dijo Bancel.
«Los NIH se consideran coautores de la vacuna. ¿No está de acuerdo?» preguntó el senador Bernie Sanders (I-Vt.).
«Nuestro equipo ha estado trabajando en esa discusión durante bastante tiempo. Hemos acordado discrepar. El equipo está siguiendo a la USPTO [Oficina de Patentes de EE. UU.], lo cual es muy importante, y lo que hemos hecho para cerrar el asunto es que hemos decidido abandonar esa patente», dijo Bancel. «Hemos abandonado esa patente, los NIH son conscientes de ello, y seguimos adelante porque no podemos ponernos de acuerdo sobre lo ocurrido. La molécula de ARNm fue diseñada por el equipo de Moderna. Es nuestra tecnología».
El senador Rand Paul (R-Ky.) también preguntó a Bancel si crea un conflicto de intereses el hecho de que los funcionarios que trabajan con vacunas ganen dinero con ellas.
«Corresponde al gobierno de EE. UU. decir cómo debe gastarse ese dinero», dijo Bancel. Presionado al respecto, dijo: «Es el gobierno quien debe decidirlo».
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