RJ Hauman, director de Relaciones Gubernamentales y Comunicaciones de la Federación para la Reforma de la Inmigración Americana (FAIR, por sus siglas en inglés), dijo que los inmigrantes ilegales que han cruzado la frontera sur desde que el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris asumieron el cargo están costando a los contribuyentes estadounidenses 20,400 millones de dólares adicionales cada año.
«El contribuyente estadounidense es el que realmente se lleva la peor parte», dijo Hauman a Capitol Report de NTD durante una entrevista el 15 de septiembre.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estima que los «encuentros» terrestres con inmigrantes ilegales son unos 2 millones en lo que va de 2022. FAIR estima que con las «fugas», el total se acerca a 2.3 millones para 2022.
FAIR realizó un estudio en 2017 y encontró que el costo para los contribuyentes estadounidenses cada año por todos los inmigrantes ilegales que viven en Estados Unidos fue de cerca de 116 mil millones de dólares, pero con los 2.3 millones de personas adicionales, hace que la carga total se acerque a 140 mil millones de dólares anuales.
El estudio de FAIR hizo comparaciones y encontró que esa cantidad podría «proporcionar a cada veterano sin hogar 50,000 dólares al año durante una década, … podría dárselos a 315,000 policías, 330,000 maestros, pero en lugar de eso, la Administración Biden está dando todo ese dinero a los extranjeros ilegales», dijo Hauman.
«Basándose en el más reciente estudio exhaustivo de costes, FAIR estima de forma conservadora que cada extranjero ilegal cuesta a los contribuyentes estadounidenses 9232 dólares al año», afirma un reciente comunicado de prensa de FAIR.
Mientras tanto, Harris dijo recientemente a los periodistas que la frontera es segura y que la administración está haciendo mucho más para asegurar la frontera que el anterior presidente, Donald Trump.
Apoyando lo que dijo Harris, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo a los reporteros en la rueda de prensa del 15 de septiembre: «Estamos de acuerdo en que la frontera es segura, pero todavía hay más trabajo por hacer».
«Diremos esto: Reconstruir el sistema de inmigración, especialmente uno que fue diezmado bajo la administración anterior, no sucederá de la noche a la mañana. No vamos a pulsar un interruptor y conseguirlo», añadió Jean-Pierre.
«Están en un absoluto la-la-landia. No se preocupan por abordar la crisis», dijo Hauman. «Quieren mantener la frontera abierta y amnistiar a todos los extranjeros ilegales del país».
The Epoch Times se puso en contacto con la Casa Blanca y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para pedirles comentarios.
Los estados fronterizos están soportando la mayor parte del coste de albergar a los casi 2.3 millones de inmigrantes ilegales, entre ellos Texas, Florida, California y Arizona.
«Si utilizamos los costos mínimos estimados para los servicios que Texas proporciona a los extranjeros presentes ilegalmente e indocumentados, los contribuyentes están desembolsando un estimado de 855 millones de dólares cada año», dijo el fiscal general de Texas, Ken Paxton, en una declaración de marzo de 2021.
En un estudio de 2017, las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NAS) encontraron que «el drenaje fiscal total para toda la población ilegal se estima en 746.3 mil millones de dólares», informó el Centro de Estudios de Inmigración.
Hauman dijo que si los republicanos recuperan la Cámara, deberían asegurar la frontera y tomar medidas inmediatas para reformar el sistema de inmigración.
Recomienda que el GOP apruebe inmediatamente la legislación para asegurar la frontera sur, utilizar los comités para llevar a cabo una supervisión exhaustiva del DHS, posiblemente impugnar el secretario Alejandro Mayorkas, y controlar estrictamente donde se gasta el dinero al DHS.
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