Una controvertida orden ejecutiva firmada por el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo desapareció del sitio web del gobierno estatal.
La orden estaba dirigía a los asilos de ancianos para aceptar pacientes que se habían infectado con el virus del PCCh, que causa la COVID-19. Cuomo fue fuertemente criticado por eso, ya que un gran número de las víctimas del virus en el estado estaban infectados en los asilos.
Cuomo trató de alejarse de la decisión, argumentando que era prerrogativa de los asilos rechazar a los pacientes que no podían manejar con seguridad, pero la orden, emitida el 25 de marzo, enfatiza que «a ningún residente se le negará la readmisión o admisión al NH [asilo de ancianos] únicamente en base a un diagnóstico confirmado o sospechado de COVID-19».
La orden dice además que «los NH tienen prohibido exigir a un residente hospitalizado a quien se le determine médicamente estable que se le haga la prueba de COVID-19 antes de su admisión o readmisión».
La Oficina del Gobernador no respondió a una solicitud de comentarios sobre la desaparición de la orden del sitio web, que fue previamente reportada por Fox News.
El virus del PCCh, también conocido como el nuevo coronavirus, estalló en la ciudad central china de Wuhan alrededor de noviembre de 2019 antes de propagarse por todo el mundo, causando estragos en la economía mundial al decretarse cierres para frenar su propagación. Hasta la fecha, se han confirmado más de 5.8 millones de casos y se han atribuido más de 362,000 muertes al virus, aunque se ha cuestionado la fiabilidad de los datos procedentes de algunos países, como China.
En Estados Unidos, han habido más de 1.7 millones de casos confirmados y más de 100,000 muertes atribuidas al virus. Casi el 30 por ciento de las muertes registradas se produjeron en Nueva York, aunque el estado también cuenta en las muertes «presuntamente» causadas por el COVID-19.
Cerca de la quinta parte de las muertes del estado, casi 6000, ocurrieron en hogares de ancianos.
Cuomo dijo que solo estaba siguiendo las pautas emitidas el 13 de marzo por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) federales.
«Seguimos la guía de la agencia del Presidente, para despolitizarla. Lo que Nueva York hizo fue seguir lo que el republicano dijo que hiciera», dijo en mayo. «Ese no es mi intento de politizarlo —es mi intento de despolitizarlo. Así que no critiquen al estado por seguir la política del Presidente».
Sin embargo, Cuomo y su personal estaban combinando «las guías de los CDC sobre los pacientes con COVID-19 con sus guías sobre los pacientes sin COVID que habían pasado un tiempo en un hospital donde podrían haber estado expuestos a pacientes con COVID», señaló el Centro de Investigación de Medios, un organismo de control de medios.
Cuando se trata de pacientes que han sido diagnosticados con COVID-19, el CDC dijo que las residencias de ancianos «pueden» aceptarlos «siempre y cuando el centro pueda seguir las directrices del CDC sobre precauciones basadas en la transmisión. Si un asilo de ancianos no puede, debe esperar hasta que estas precauciones se descontinúen».
Cuomo trató de culpar a los asilos también, diciendo que la «obligación» estaba en ellos «de decir, ‘No puedo aceptar a una persona COVID positiva'». Estoy demasiado lleno, estoy demasiado ocupado, no tengo suficiente equipo de protección personal».
Su orden ejecutiva, sin embargo, no proporcionaba tal opción, señaló John Eastman, investigador principal del Instituto Claremont.
«Era ilegal, según esta orden, negar a alguien que estuviera con COVID positivo», le dijo a Laura Ingraham de Fox News. «No hay nada aquí acerca que puedan optar por no hacerlo si no creen que están listos. Esa fue una directriz del CDC, pero no está en la orden del Gobernador Cuomo. Así que se vieron obligados a tomar a esta gente».
Por su parte, Cuomo también ha sido criticado por incluir en su presupuesto anual una provisión que protege a los ejecutivos de hospitales y asilos de la responsabilidad relacionada con COVID.
Los ejecutivos «estarán inmunes de cualquier responsabilidad, civil o criminal, por cualquier daño o perjuicio que se alegue como resultado de un acto u omisión en el curso de la organización o provisión de servicios de salud» relacionados con la epidemia, dice el proyecto de ley, que fue firmado por Cuomo el 3 de abril.
Como reportó The Guardian, Cuomo recibió unos 2.3 millones de dólares en contribuciones de campaña de la industria de hospitales y asilos durante su segundo término. Eso incluyó más de 1.2 millones de dólares al comité demócrata del Estado de Nueva York controlado por Cuomo, de la Asociación de Hospitales del Gran Nueva York (GNYHA), que declaró abiertamente en su sitio web que «redactó y defendió agresivamente» la legislación que incluía la disposición de inmunidad.
La donación de GNYHA fue muchas veces mayor que la cantidad que había aportado al comité en años anteriores, según el Empire Center for Public Policy, un centro de estudios con sede en Nueva York.
La inmunidad fue criticada por Eastman como excesiva.
«Creo que deberían tener inmunidad cuando se llevaron a alguien que era COVID positivo por orden del gobernador Cuomo. (…) Pero entonces el estatuto de inmunidad que firmó les da una inmunidad mucho más amplia que eso», dijo.
«Es cualquier cosa que esté en contacto o relacionada o que pueda estar de alguna manera conectada con COVID. Así que si tienen una persona en el pasillo y eso requiere un cambio de recursos de personal y son negligentes y matan a alguien más en el ala principal, son inmunes, y no creo que deban tener inmunidad por eso en absoluto, y una amplia inmunidad por cualquier tipo de negligencia».
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