Un coronel retirado, al que le negaron las visitas durante un año y medio, falleció repentinamente mientras cumplía una pena de prisión de siete años y medio por defender su creencia en Falun Gong, la disciplina tradicional para la mente y el cuerpo que ha sido perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.
El 12 de abril llamaron a la familia del coronel, Gong Piqi, para informarle que había muerto poco después de ser trasladado a un hospital para su reanimación, según un informe de Minghui.org.
Al no poder visitarlo durante 18 meses, la afligida familia sabía muy poco sobre lo que le había ocurrido recientemente a Gong o sobre su estado de salud. Los médicos y las autoridades penitenciarias rechazaron una fuerte demanda de la familia para ver su cuerpo. Solo al hermano mayor y al sobrino de Gong se les permitió despedirse, con la condición de que no tomaran fotos ni grabaran el cuerpo.
Gong, que vivía en la ciudad de Qingdao, provincia de Shandong, fue arrestado con su esposa el 16 de octubre de 2017. La policía irrumpió en su casa y se llevó USD 20,000 en efectivo, así como una computadora y otras pertenencias personales, según un informe anterior del 5 de septiembre de 2018.
Gong fue sentenciado el 20 de julio de 2018 y cumplía su condena en la prisión de la provincia de Shandong. Los registros revelan que la prisión es conocida por torturar a los practicantes de Falun Gong para obligarlos a renunciar a sus creencias.
La cabeza de Gong estaba herida e hinchada, y tenía sangre en el oído, según su hermano. Las autoridades penitenciarias informaron que Gong no cumplió con su tratamiento de hipertensión, lo que le provocó un derrame cerebral.
La familia de Gong duda del diagnóstico de la presión arterial alta de Gong y preguntó por qué las autoridades de la prisión no les informaron sobre su estado de salud. También cuestionaron que no le hubieran concedido libertad condicional médica para el tratamiento de su presunta hipertensión arterial prolongada.
En un vídeo de vigilancia de la prisión, que le mostraron a la familia, Gong se veía enfermo por la noche. Más tarde, un médico de la prisión vino a controlar la presión arterial de Gong y se fue sin darle ningún tratamiento.
El informe de la prisión mencionó que Gong cayó al suelo alrededor de las 8:32 p.m. y una ambulancia llegó hasta las 9 p.m.
22 años de persecución
La familia de Gong habló sobre la agonía y el dolor que sufrieron en las últimas dos décadas.
«Crecí con miedo», dijo la hija de Gong en un mitin en San Francisco cuando Gong fue arrestado en 2017.
“En mayo de 2015, fue torturado y su cabello se volvió gris. No podía caminar solo y sus órganos internos estaban dañados por las palizas”, recordó sobre el momento en que Gong fue encarcelado en un centro de lavado de cerebro.
«Muchas personas inocentes, aunque no practiquen Falun Gong, han sido atacadas por las políticas de intimidación. Todavía recuerdo que los compañeros de trabajo de mi madre y su empleador también fueron acosados. Sus supervisores tuvieron que pagar multas», dijo.
La brutal persecución sin precedentes contra Falun Gong, lanzada oficialmente en 20 de julio de 1999, ha resultado en cientos de miles de arrestos, torturas, desapariciones y la muerte documentada de más de 4500 practicantes de Falun Gong, aunque se teme que el número sea mucho mayor.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una antigua práctica espiritual china que consiste en ejercicios de meditación sencillos y lentos y enseñanzas basadas en los principios de verdad, compasión y tolerancia. Creció en popularidad durante la década de 1990, con entre 70 y 100 millones de seguidores en China a fines de la década, según estimaciones oficiales en ese momento.
Sintiéndose amenazado por su popularidad, el Partido Comunista Chino (PCCh) lanzó una campaña de eliminación sistemática en julio de 1999. Desde entonces, millones han sido detenidos en prisiones, campos de trabajo y otras instalaciones, y cientos de miles han sido torturados mientras estaban encarcelados, según el Centro de información de Falun Dafa.
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