He estado trabajando con algunas personas que son muy inteligentes, muy competentes y muy talentosas, pero se quedan atrapadas en la indecisión y la parálisis del análisis.
En efecto, pensar demasiado y perderse en un sinfín de opciones reduce su efectividad al producir inacción.
Es probable que tomar cualquier acción sea mejor que la inacción y la indecisión, pero podemos estar tan atrapados en tratar de encontrar la decisión perfecta que no tomamos ninguna decisión.
La respuesta es cambiar la indecisión y el pensar demasiado, por la acción.
Antes de hablar de eso, echemos un vistazo a lo que sucede con personas competentes que se quedan atrapadas en sus mentes.
La trampa de pensar demasiado
Para alguien que no ve muchas posibilidades, a veces una elección es fácil: simplemente elige la que parece obvia.
Pero para alguien que tiene una gran cantidad de inteligencia, hay muchas más puertas que esa. Y elegir puede parecer imposible. Entonces, esta persona comienza a crear un árbol de decisiónes en su mente: «Si elijo esto, entonces esto podría suceder, lo que significa que tengo que decidir si quiero esto, y luego eso podría suceder y luego esta otra opción trae tres decisiones más …»
También investigarán todas las opciones, lo que lleva a más investigación. Se convierte en un ciclo interminable de pensar a través de las opciones, investigarlas y, a través de la investigación, encontrar aún más cosas en las que pensar.
También es imposible analizar tantas opciones interminables porque cada opción contiene mucha incertidumbre: nunca se puede saber cómo resultará cada una, cuán importante es cada factor, cuál es la probabilidad de que ocurra cada posibilidad.
La incertidumbre en este tipo de pensamiento es lo que nos mantiene atascados en la indecisión. Tememos el resultado incierto, y preferimos tener mucha más certeza.
Pero raramente podemos tener ese tipo de certeza. Y pasar mucho tiempo analizando viene con un costo de oportunidad. En algunos casos, es posible que nos hayamos perdido oportunidades que son limitadas en tiempo al hacer esa investigación.
Entonces, ¿cómo lidiamos con esto?
Cortándolo con acción
Pensar demasiado puede crear un nudo insoluble, pero ¿cómo lo desatamos? Al cortarlo.
No puede resolverse este nudo a través del pensamiento: pensar es lo que nos lleva a ello. Eso no significa que pensar sea malo. Deberíamos contemplar los pros y los contras, y dar un paso atrás para tener alguna perspectiva. Deberíamos considerar el «por qué» más profundo de lo que estamos haciendo. Pero en algún momento, tenemos que decir, «suficiente», y tomar medidas.
Establecer un límite para pensar puede ser una buena manera de hacerlo. «Voy a pasar los próximos dos días pensando en ello y luego tomaré una decisión el martes». Considera los méritos, investiga un poco, habla con la gente y luego decide y toma medidas.
¿Cómo se decide cuando no hay una respuesta segura? Debe elegir la mejor opción dada su información limitada. Es como el póker: nunca se tiene la información completa, pero usted tiene que tomar una decisión basada en lo que sabe y los resultados más probables.
Comience por dar un paso atrás para pensar en el «por qué» más profundo en relación con la decisión. Además, considere en qué basa su decisión. ¿Se basa en el miedo? ¿En la gratificación instantánea de un deseo? Estos no conducen a buenos resultados a largo plazo, en mi experiencia. El lugar a donde quiere llegar es el de un beneficio a largo plazo: ¿es esta una acción amorosa para aquellos que le importan o para usted mismo?
Luego, piense en los diferentes factores que influyen en la decisión y cuán importante es cada uno para usted. Piense en los resultados probables de cada posibilidad (no se limite a solo dos posibilidades) y evalúe los beneficios probables con los costos probables.
Y luego, finalmente, vea la decisión que parece mejor. Haga una revisión rápida de si esto es para el mejor beneficio a largo plazo. Y luego apriete el gatillo. Salga de la inacción.
Corte todas las dudas y los miedos que lo detienen y simplemente sumérjase.
Hágase bueno en esta inmersión, haciéndolo en versiones pequeñas:
- Escriba algo corto y publíquelo.
- Tome una pequeña acción en la carrera o negocio de sus sueños a largo plazo.
- Tome una pequeña medida para estar más saludable.
- Organice una cosa que sea fácil de decidir, en lugar de quedarse atascado en cosas que le resultan difíciles de decidir.
¿En qué decisiones está atrapado? ¿Puede tomar una pequeña decisión que sea más fácil y tomar medidas? Esto podría darle más información que ayude con la decisión más importante. Y al final, el beneficio real es actuar sin quedar atrapado en la indecisión y la inacción. Y si resulta ser una decisión equivocada de alguna manera, perdónese a si mismo. Los errores son inevitables.
Leo Babauta es autor de seis libros, escritor de «Zen Habits», un blog con más de 2 millones de suscriptores, y creador de varios programas en línea para ayudarlo a dominar sus hábitos. Visita ZenHabits.net
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