Una corte de apelaciones del estado de Nueva York ha denegado la petición del expresidente Donald Trump de levantar una orden de silencio impuesta en su caso de falsificación de registros empresariales, por lo que la orden seguirá en vigor hasta la sentencia del expresidente.
La División de Apelaciones del Primer Departamento emitió un dictamen el 1 de agosto en el que afirmaba que había revisado la impugnación de Trump de la orden de silencio, impuesta en marzo por el juez de la Corte Suprema de Nueva York Juan Merchan, pero optó por mantenerla en vigor hasta la sentencia de Trump en septiembre.
Un jurado declaró culpable en mayo al expresidente de 34 delitos graves de falsificación de registros empresariales.
La corte razonó que la fase de sentencia es una parte crítica del proceso penal y que la orden de silencio es necesaria para proteger a las personas implicadas de posibles amenazas, intimidación o acoso. Los jueces escribieron que mantener la orden de silencio estaba dentro de su autoridad dado el hecho de que había amenazas en curso después de que el jurado emitiera un veredicto de culpabilidad.
«Contrariamente a lo que sostiene el peticionario, las pruebas presentadas por el Pueblo en oposición a su petición ante la Corte Suprema demuestran que las amenazas recibidas por el personal del fiscal del Distrito después del veredicto del jurado seguían constituyendo una amenaza significativa e inminente», escribieron los jueces en la orden, rechazando el argumento del abogado de Trump de que la conclusión del juicio constituía un cambio significativo de las circunstancias.
Merchan puso fin a parte de la orden de silencio el 25 de junio, añadiendo que el resto expirará una vez que se complete la sentencia. El juez permitió a Trump hacer comentarios sobre los testigos y los miembros del jurado, pero no sobre los fiscales del juicio, así como los empleados de la corte y a sus familias, fuera de los límites hasta la sentencia.
El juez desglosó la orden de silencio original en tres categorías: declaraciones sobre testigos; declaraciones sobre miembros del jurado; y declaraciones sobre personal del tribunal y abogados, que luego se amplió para incluir a familiares del fiscal de distrito de Manhattan Alvin Bragg y Merchan, pero no al propio juez y al fiscal de distrito.
«Las circunstancias han cambiado. La parte del juicio de estos procedimientos terminó cuando se emitió el veredicto y el jurado se despidió», escribió Merchan , poniendo fin a parte de la orden de silencio.
La corte de apelaciones del estado de Nueva York declaró en su orden del 1 de agosto que consideraba razonable la decisión de Merchan de mantener partes de la orden.
«Dado que la acción penal subyacente sigue pendiente, el juez Merchan no actuó en exceso de jurisdicción al mantener las protecciones estrechamente adaptadas en el párrafo (b) de la orden de restricción», escribieron.
Una solicitud de comentarios enviada al portavoz y al equipo legal de Trump no fue devuelta de inmediato.
Durante el juicio, Merchan impuso al expresidente una multa de 10,000 dólares por lo que consideró violaciones de la orden de restricción. También advirtió al expresidente que podría tener que encarcelarlo si seguía violando la orden.
Trump y sus abogados pidieron repetidamente a Merchan y a otros tribunales que pusieran fin a la orden de silencio, argumentando que violaba su derecho constitucional a la libertad de expresión.
Con información de Catherine Yang
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