Una ley de Texas que prohíbe practicar un método de aborto habitualmente empleado en las embarazadas que cursan el segundo trimestre, fue confirmada por el Quinto Circuito este miércoles, revirtiendo un fallo del año pasado de un panel de tres jueces del mismo tribunal.
La ley de 2017, que impone sanciones civiles y penales a los médicos que realicen abortos por dilatación y evacuación después de las 15 semanas de embarazo, sin asegurarse primero de que el feto no tiene un latido detectable, nunca se aplicó.
El método de dilatación y evacuación (D y E) es el procedimiento usado en la mayoría de los abortos del segundo trimestre en Estados Unidos. El 11 por ciento de los abortos en el país se producen después del primer trimestre y las estimaciones nacionales sugieren que el procedimiento de dilatación y evacuación representa aproximadamente el 95 por ciento de ellos, según el Instituto Guttmacher.
El pleno del Quinto Circuito, compuesto por 17 miembros, declaró el miércoles (pdf) que un tribunal federal inferior se equivocó al bloquear permanentemente la ley de Texas, tras dictaminar que impone un obstáculo sustancial en el camino de las mujeres que desean someterse a un aborto confiable.
Los médicos que infrinjan la medida se enfrentarán a una pena de prisión de hasta dos años.
Nueve jueces de la Corte de Apelaciones con sede en Nueva Orleans se unieron para fallar a favor de la ley de Texas, con cinco jueces disidentes y tres que se recusaron del caso.
El miércoles, los jueces de la opinión mayoritaria dijeron que considerar la ley del Proyecto SB8, según los registros de la corte, «a través de un contexto binario —sobre que los D y E [métodos de dilatación y evacuación] solo se pueden hacer por desmembramiento en vivo o bien las mujeres no pueden recibir abortos en el segundo trimestre— es aceptar una falsa dicotomía».
«Por el contrario, el expediente demuestra que los médicos pueden realizar D y E de forma segura y cumplir con el Proyecto SB8 utilizando métodos que ya son de uso generalizado», añadieron los jueces.
El Proyecto SB8 del Senado de Texas se centra en la idea de que el estado nunca derogó las leyes promulgadas antes de la decisión de la Corte Suprema de 1973 en favor de los demandantes del caso Roe vs. Wade, que en esencia dictaminó que el aborto era un derecho constitucional.
La directora de medios y comunicación de Texas Right to Life, Kimberlyn Schwartz, dijo que la decisión marca una victoria «largamente esperada» por los texanos.
«Cualquiera puede ver la crueldad de los abortos por desmembramiento, en que desgarran el cuerpo de un niño mientras su corazón aún late. Estamos agradecidos de que los jueces hayan reconocido este horror», dijo Schwartz en una declaración.
Elissa Graves, asesora legal de la organización cristiana conservadora sin ánimo de lucro, Alliance Defending Freedom, dijo en una declaración que la ley es «tanto humana como constitucional».
«Texas tiene derecho a respetar la vida de los niños no nacidos», dijo Graves.
La presidenta y directora general del Centro para los Derechos Reproductivos, Nancy Northup, indicó en un comunicado que el grupo está considerando todas sus opciones legales con respecto a la decisión.
«Texas se ha empeñado en legislar el aborto para que desaparezca y es irritante que una corte federal confirme una ley que claramente desafía décadas de precedentes de la Corte Suprema», dijo Northup. «En un momento en que las necesidades sanitarias de los texanos son mayores que nunca, el estado debería hacer que el aborto sea más accesible, no menos. No hay duda que la decisión de hoy perjudicará a los que ya se enfrentan a mayores barreras a la atención sanitaria».
Según el Centro para los Derechos Reproductivos, los tribunales anularon prohibiciones similares de aborto por dilatación y evacuación en otros estados, como Alabama, Arkansas, Indiana, Kansas, Kentucky, Louisiana y Oklahoma.
Con información de Reuters.
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