El abogado Xie Yanyi fue interrumpido varias veces por la jueza que presidía una audiencia en defensa de su cliente, una practicante de Falun Gong, hasta que finalmente fue expulsado de la corte.
Inmediatamente después de ser expulsado de la sala de la corte del condado de Hui, en la provincia china de Henan, Xie fue detenido por la policía local y puesto en libertad esa misma noche.
El incidente, que ocurrió el 17 de febrero durante la audiencia del juicio contra Zhang Suqin, practicante de Falun Gong, es una señal de que el sistema judicial chino está muerto, declaró Xie a The Epoch Times.
En China, los practicantes de Falun Gong y sus abogados se enfrentan a un sistema que ya ni siquiera aparenta ser legal.
En septiembre de 2022, un informe de Reuters Investigates escribió que «los letrados chinos y extranjeros dicen que el uso del código legal para reprimir la disidencia ofrece una apariencia de legitimidad en una época en la que Xi está pidiendo que el Partido gobierne China a través de una ‘gobernanza basada en la ley'».
Sin embargo, según Xie, su experiencia indica que el Partido Comunista Chino (PCCh) ya no se molesta en mantener ni siquiera procedimientos legales superficiales.
Abogados de derechos humanos en China
En China, los juicios se saldan con un índice de condena superior al 99 %. Sin embargo, algunos abogados siguen colaborando con el sistema judicial para intentar obtener justicia para sus clientes. Sus esfuerzos les valen a menudo penas de cárcel y tortura. Aun así, una pequeña fracción de los abogados chinos tiene como objetivo «resquebrajar el poder del Partido Comunista, caso por caso», según el informe de Reuters.
Durante años, este minúsculo, pero heroico grupo de abogados de derechos humanos —unos 300 de los aproximadamente 500,000 abogados de China— ha sido la espina clavada en el costado del régimen comunista. Como Xie, ellos defienden a quienes son acusados injustamente, a menudo practicantes de Falun Gong.
Xie defiende a varios practicantes de Falun Gong. «Todos los casos relacionados con miembros de Falun Gong han sido una persecución política», declaró a la edición en chino de The Epoch Times, el 18 de febrero.
La antigua práctica de Falun Gong, también llamada Falun Dafa, está arraigada en la cultura china y hace hincapié en la cultivación de la Verdad, la Benevolencia y Tolerancia. Cuenta cientos de millones de practicantes en todo el mundo.
En 1999, el exlíder del PCCh, Jiang Zemin, inició una campaña de persecución contra Falun Gong. La persecución del régimen, que continúa en la actualidad, provocó el encarcelamiento, la desaparición y la muerte de incontables practicantes, así como de sus abogados defensores.
Un juicio inventado
Zhang Suqin es una practicante de Falun Gong del condado de Hui. La policía local la detuvo dos veces por insistir en mantener sus creencias. Actualmente, se encuentra recluida en el Centro de Detención de Xinxiang.
Xie dijo que el caso de Zhang es falso, no está basado en las leyes, por lo que es simplemente una caza de brujas política sin ninguna prueba.
Durante la audiencia, la jueza que presidía la corte, Qin Keyan, interrumpió al abogado al menos siete veces. «Yo enumeré todos los motivos legales para detener su irrazonable interrupción. Pero entonces ella empezó a cuestionar mi relación con Zhang».
La jueza Qin apuntó a sus calificaciones de defensa y subrayó que su relación con su clienta era de amistad, indicó el abogado.
Xie presentó la declaración de autorización pertinente y los materiales de acuerdo con los procedimientos legales. Sin embargo, «durante el juicio, la presidenta de la corte atacó maliciosamente mi relación con Zhang».
Todos los materiales presentados por Xie fueron confirmados por la corte, dijo el abogado. Sin embargo, las persistentes preguntas de la jueza sobre cómo, cuándo y dónde había conocido a su clienta, y su intercambio privado de información, fueron demasiado lejos: «eso estaba «más allá del deber de una jueza».
Después de que Xie planteara objeciones y protestara por sus preguntas, la jueza anunció de pronto un aplazamiento, diciendo que consultaría a la dirección para recibir instrucciones. El aplazamiento duró unos 30 minutos antes de que se reanudara el juicio.
«Zhang Suqin insistió en que la defendiera y yo también insistí en que mi condición de defensor y los derechos de un defensor no pueden ser arrebatados. Yo pedí a la corte que proteja el derecho de defensa», dijo el abogado a continuación.
No obstante, la jueza lo atacó por «violar la orden judicial», «hacer publicidad de Falun Gong» y «rechazar la reprimenda dos veces». Entonces Xie fue expulsado del tribunal.
«Nosotros estábamos debatiendo, aquí no hubo una ‘reprimenda’. Parece que lo tenían planeado. Para finalizar con el encarcelamiento, tenían que privarme del derecho de defensa. Solo expulsándome y excluyéndome de la defensa pudo ella [la jueza] atacar a la clienta».
Un Estado policial
La jueza también informó a Xie de que dio un aviso a la policía. «Esto es algo que no puedo tolerar. Una jueza depende de la policía para dirimir los debates entre el defensor y la corte. Es un acto muy vergonzoso y triste, que demuestra que el poder judicial ha perdido su dignidad».
Para Xie, las acciones de la jueza indican que China es ahora un Estado policial. Significa la pérdida total del derecho a la defensa, la desaparición del sistema de justicia penal chino y la muerte de todo el sistema jurídico, que hasta hace poco al menos mantenía una apariencia de legalidad. «No se trata de un asunto trivial», afirmó el abogado.
La represión de los abogados ha sido calificada como una «versión de la Revolución Cultural de la era moderna para medios de comunicación masivos», según un informe de The Associated Press.
Aunque lo más probable es que Zhang sea encarcelada, Xie afirmó que él no abandonará el caso.
«Yo respeto los hechos y las leyes, e insistiré en ser independiente de acuerdo con la ley. Ninguno de sus perversos comportamientos detendrá mi estatus legal y mi voluntad. Yo cumpliré con mis obligaciones según lo confiado por mi cliente. Sea quien sea, ninguna fuerza ilegal privará o restringirá mis derechos a desempeñar mis funciones», declaró el abogado.
El incidente 709
Xie fue anteriormente víctima del Incidente 709, el ataque contra cientos de abogados de derechos humanos chinos que tuvo lugar el 9 de julio de 2015.
El régimen atacó a cientos de abogados de derechos humanos, disidentes y sus familias en 23 provincias chinas. Se cree que el incidente supuso un drástico retroceso judicial en el régimen comunista.
Xie permaneció en prisión y su familia no fue informada de su detención hasta que Beijing lo arrestó formalmente meses después, en enero de 2016. Finalmente, fue puesto en libertad bajo fianza más de un año después, el 18 de enero de 2017.
Tras el incidente, como muchos otros abogados de derechos humanos implicados en casos con grupos religiosos, él perdió su licencia para ejercer la abogacía.
Según el abogado Wang Yu, perder la licencia para ejercer impuso grandes obstáculos a los abogados de derechos humanos de China. Sin embargo, Wang dijo que ellos siguen insistiendo en defender sus derechos.
Wang también fue víctima del Incidente 709. Actualmente, defiende a Liu Lijie, otra practicante de Falun Gong. Condenada a tres años y medio de prisión en noviembre de 2021, no se le permitió reunirse con sus abogados y familiares hasta el 10 de febrero, a pesar de sus múltiples apelaciones.
Persecución encubierta bajo el disfraz de la ley
En 2016, nuevas enmiendas de la «Ley de la Abogacía» de China – «Medidas de Gestión de Despachos de Abogados» y «Medidas de Gestión de Abogados»- permitieron al ministerio de Justicia de China revocar la licencia de un abogado por motivos arbitrarios, según declaró a The Epoch Times un abogado que utiliza el seudónimo de Fang Yuan.
Además, los casos que implican a practicantes de Falun Gong se juzgan en tribunales especialmente designados, dijo Fang.
Aunque la licencia de abogado de Xie fue revocada, una disposición de la legislación china permite a los acusados elegir como defensores a tutores, familiares o amigos, «para que puedan ejercer plenamente su derecho a la defensa.» En virtud de esta disposición, él pudo comparecer legalmente ante la corte como defensor de Zhang.
Zhiwei (seudónimo) es un colega abogado que en su tiempo representó casos de Falun Gong.
El abogado Zhiwey dijo a The Epoch Times que comparte el respeto de Xie por los practicantes de Falun Gong, a los que defendió. Su «amabilidad, buena fe y sentido de las normas» son «poco frecuentes» en China.
En su opinión, el abogado de derechos humanos «se destaca por el hecho de que él ha sido persistente en la defensa de los practicantes de Falun Gong. Él sobre todo intenta ganarse el respeto y la reconciliación de todas las partes». Aunque Xie puede pagar caro sus palabras, sus palabras de «discusión racional» son lo que el mundo necesita en estos momentos, dijo Zhiwei.
La luz ante la maldad
Xie cree que la jueza obstruyó deliberadamente su defensa para minimizar el impacto de la misma durante la audiencia judicial. Aunque hay pocas posibilidades de que sus palabras cambien el resultado del juicio, sabe que algunos escucharán lo que tiene que decir, y piensa que quizás cambien los corazones.
El incidente ha tenido un lado positivo: en concreto, ha expuesto las fuerzas ilegales que actúan hoy en China, indicó el abogado.
«Yo he visto que el corazón de la gente ha cambiado», dijo Xie. «Hay gente buena. El poder de la justicia es imparable. Esto es lo que sentí [el día de la audiencia judicial]».
Con la contribución de Haizhong Ning y Hong Ning
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