La Corte Suprema está considerando si debe intervenir en el caso de una estudiante de secundaria de San Diego que alega que la orden de vacunación COVID-19 impuesta por el distrito escolar local la discrimina inconstitucionalmente, al no ofrecerle una exención religiosa.
Los abogados de Thomas More Society, un bufete nacional de interés público centrado en las libertades religiosas, presentaron el 10 de diciembre una solicitud de urgencia ante el alto tribunal para que bloqueara la orden. La corte ordenó entonces al Distrito Escolar Unificado de San Diego que respondiera a la solicitud antes del 16 de diciembre.
El 4 de diciembre, el Tribunal de Apelaciones de EE.UU. para el 9º Circuito se negó a bloquear la aplicación de la orden, incluso después de conceder exenciones de vacunación a otras personas. El tribunal de apelaciones sostuvo que la orden del distrito, que permite las exenciones médicas pero no las religiosas o de creencias personales, estaba haciendo lo mejor para los estudiantes. Un tribunal había bloqueado la orden el 28 de noviembre, pero la orden judicial se levantó después de que el distrito escolar modificara su política.
La nueva solicitud de la Corte Suprema se produjo cuando el alto tribunal rechazó una solicitud de emergencia presentada el 13 de diciembre por 17 médicos, enfermeras y otros profesionales de la medicina que pretendían poner en pausa la dura orden de vacunación de Nueva York para los trabajadores de la salud sobre la base de que la gobernadora del estado ha estado librando lo que llamaron «una verdadera cruzada religiosa para obligar a los profesionales de la medicina a vacunarse». The Epoch Times informó sobre el caso hace un mes.
Los jueces se dividieron 6-3 en la solicitud en Dr. A v. Hochul, expediente judicial 21A145, con los jueces Clarence Thomas, Neil Gorsuch y Samuel Alito disintiendo de la denegación de la medida cautelar. Gorsuch escribió una opinión disidente de 14 páginas en la que afirma que los demandantes no son «‘anti-vaxxers’ que se oponen a todas las vacunas». Dicen que no pueden aceptar la vacuna COVID-19 «porque su religión les enseña a oponerse al aborto en cualquiera de sus formas, y porque cada una de las vacunas actualmente disponibles ha dependido de líneas celulares fetales derivadas del aborto en su producción o pruebas».
Paul Jonna, socio de LiMandri and Jonna LLP y asesor especial de la Sociedad Thomas More, habló de la nueva solicitud con The Epoch Times.
Jonna dijo que no estaba contento con el fallo de la Corte Suprema en el caso Dr. A vs. Hochul, y que el tribunal se equivocó en mayo de 2020 al negarse a intervenir cuando la Iglesia Pentecostal Unida de la Bahía del Sur, con sede en San Diego, desafió las órdenes de salud pública de emergencia del gobernador de California Gavin Newsom que prohibían a las iglesias celebrar servicios de culto en el interior, imponían límites a la cantidad de personas que podían asistir a los servicios y prohibían cantar durante los servicios.
Pero esta nueva solicitud tiene una sólida base legal, dijo el abogado.
«No creo que sea un caso difícil en absoluto. Creo que es un caso muy fácil de resolver. Si la Corte Suprema no se involucra en estos hechos, entonces no estoy seguro de en qué caso de orden de vacunación se involucrarán», dijo Jonna a The Epoch Times.
Ya es «atroz» obligar a la vacunación a los trabajadores de la salud sin exenciones religiosas, y aún más obligar «a los niños pequeños», dijo, al tiempo que señaló que es «una buena señal» que la Corte Suprema haya aceptado examinar la solicitud.
«No quiero darle demasiada importancia, pero creo que es una buena señal [dado que] a veces estas solicitudes se deniegan sumariamente».
El caso es que se trata de una enfermedad que «es menos dañina para los niños que la gripe común», dijo Jonna.
«La mayoría de los profesores están totalmente vacunados, y no hay ninguna justificación para una orden sobre los niños en edad escolar. Creo que el tribunal tiene que trazar una línea».
«Es uno de los únicos distritos escolares de todo el país que está forzando esta vacuna, imponiéndola sin exención religiosa a los niños. Y la ciencia es abrumadoramente clara. Según nuestros preeminentes expertos, no hay ninguna justificación médica».
«A diferencia de casi todos los distritos escolares del país, el Distrito Escolar Unificado de San Diego exige que sus alumnos se vacunen para asistir a las clases presenciales. Sin embargo, proporciona exenciones seculares para más del 85 por ciento de sus estudiantes. Pero no permite a los estudiantes ninguna exención religiosa».
Los funcionarios del Distrito Escolar Unificado de San Diego no respondieron a una solicitud de The Epoch Times para hacer comentarios al cierre de esta edición.
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