La Corte Suprema ha rechazado una petición de los empleados de las escuelas de la ciudad de Nueva York que pretendían bloquear el mandato de la vacuna contra el COVID-19 antes de ser despedidos.
Una mayoría de jueces denegó la solicitud, que había sido remitida al pleno del tribunal por el juez Neil Gorsuch, nominado por Trump.
Como es típico en estos casos, no se dio a conocer la composición de los votos.
El Departamento de Educación de la ciudad en 2021 ordenó a todos los empleados que se pusieran la vacuna contra el COVID-19, con limitadas excepciones por motivos médicos o religiosos.
Quince trabajadores demandaron al departamento, alegando que se les suspendió injustamente en lugar de concederles exenciones religiosas. La forma en que se gestionaron las solicitudes de exención, según la demanda, violaba la Constitución de Estados Unidos.
Pidieron al máximo tribunal del país que interviniera y emitiera una orden judicial preliminar mientras un panel del tribunal de circuito sopesaba si debía anular las decisiones anteriores sobre las solicitudes.
El panel rechazó el 3 de marzo los intentos de anular las decisiones, dijo un abogado de los demandantes a la Corte Suprema el 3 de marzo.
Pero dijo que el rechazo mostraba por qué el máximo tribunal de la nación debía intervenir, alegando que el tribunal «se equivocó fundamentalmente al poner la carga en los solicitantes, en lugar del gobierno, para demostrar que las denegaciones de acomodación religiosa de los solicitantes están estrechamente adaptadas para promover un interés apremiante».
Los jueces opinaron lo contrario y ofrecieron su propio rechazo.
El caso se había vuelto a presentar después de que la jueza Sonia Sotomayor, nominada por Obama, rechazara a los demandantes.
«Confiábamos en que el pleno del tribunal rechazaría esta solicitud», dijo Nick Paolucci, portavoz del Departamento Jurídico de la ciudad de Nueva York, a The Epoch Times en un correo electrónico.
Un abogado de los trabajadores de la escuela no respondió a una solicitud de comentarios.
Las autoridades de la ciudad de Nueva York han retirado algunos de sus mandatos de vacunación en las últimas semanas, incluido uno que obligaba a los negocios privados a comprobar si los clientes habían recibido la vacuna COVID-19.
Pero el alcalde Eric Adams, un demócrata, ha mantenido la de los empleados de la ciudad, argumentando que es una forma de prevenir futuros cierres, incluso cuando la eficacia de las tres vacunas disponibles en Estados Unidos ha disminuido tras la aparición de la variante ómicron del virus.
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