El martes, la Corte Suprema se negó a detener una orden de vacunación contra COVID-19 para los trabajadores de la salud de Maine, continuando una tendencia en la que la corte superior se ha negado a escuchar las impugnaciones en otras regiones.
El magistrado Stephen Breyer, quien rechazó la apelación de emergencia, dejó la puerta abierta para que los opositores a las ordenes de vacunación lo intentaran nuevamente. Maine ahora comenzará a hacer cumplir su orden de vacunación el 29 de octubre.
La gobernadora de Maine, Janet Mills, una demócrata, implementó la orden que requiere que los trabajadores de la salud y el personal de las residencias de ancianos se apliquen la vacuna o se arriesguen a perder su trabajo.
Breyer escribió que Liberty Counsel, la organización que demandó a Mills por su orden, puede solicitar otra orden judicial de emergencia si la Corte de Apelaciones del Circuito de EE. UU. falla a favor del estado o no toma una decisión antes del 29 de octubre.
A diferencia de otros estados, la orden de Mills no permite exenciones religiosas, solo exenciones médicas. Liberty Council presentó una demanda en nombre de las enfermeras con objeciones religiosas a la vacuna.
Hace dos años, el estado eliminó las exenciones religiosas de las vacunas obligatorias luego de que los votantes rechazaran un referéndum que impugnaba la ley el año pasado.
La semana pasada, la Corte de Distrito de Maine de EE. UU. y la Corte del 1er. Circuito, con sede en Boston, se negaron a conceder una orden judicial preliminar.
«Estamos complacidos con la decisión y continuaremos defendiendo enérgicamente el requerimiento de que los trabajadores de la salud en Maine sean vacunados contra COVID-19», dijo el fiscal general de Maine, Aaron Frey, en un comunicado la semana pasada tras el fallo.
Docenas de trabajadores de la salud han optado por renunciar debido a la orden, y el Centro Médico Central Maine en Lewiston ya redujo algunos procedimientos debido a una “escasez aguda” de enfermeras. Las agencias estatales se han comprometido a trabajar con cada uno de los hospitales y residencias de ancianos para resolver los problemas individuales de personal.
En las últimas semanas, la magistrada de la Corte Suprema, Amy Coney Barrett, se negó a dar una orden judicial a los estudiantes y empleados de la Universidad de Indiana que impugnaban la orden de la escuela. Y a principios de este mes, la magistrada Sonia Sotomayor rechazó una solicitud para bloquear un mandato de vacunación en Nueva York.
The Epoch Times se puso en contacto con Liberty Council, que representa a unos 2000 trabajadores de la salud de Maine, para solicitar comentarios.
Mat Staver, fundador de Liberty Counsel, dijo que los trabajadores de la salud de Maine tienen el derecho legal de solicitar un arreglo razonable de la vacunación.
«Obligar a vacunarse contra COVID sin exenciones es ilegal», dijo a The Washington Times. «La gobernadora no puede pasar por encima federal y obligar a los trabajadores de la salud a violar sus creencias religiosas genuinas al obligarlos a inyectarse una sustancia experimental».
Con información de The Associated Press.
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