HUNTSVILLE Texas— La Corte Suprema de Texas suspendió el jueves por la noche la ejecución prevista de un hombre que se convirtió en la primera persona condenada a muerte en Estados Unidos por una sentencia de asesinato vinculada a un diagnóstico de síndrome del niño zarandeado.
La decisión adoptada de perdonar por el momento la vida de Robert Roberson, condenado por el asesinato de su hija de 2 años en 2002, puso fin a un aluvión de recursos legales y a semanas de presión pública por parte de legisladores republicanos y demócratas que afirman que Roberson es inocente y que su condena se basó en pruebas erróneas.
El jueves por la noche, Roberson permaneció durante horas en una celda de la prisión, a pocos metros de la cámara de la muerte más concurrida de Estados Unidos, en la Unidad Walls de Hunstville.
«Alabó a Dios y dio las gracias a sus defensores», dijo la portavoz del Departamento de Justicia Penal de Texas, Amanda Hernández, que habló con Roberson luego que la corte suspendiera su ejecución.
Aunque la Corte Suprema de Texas no suele intervenir en casos penales, la forma en que se involucró en el caso de Roberson en las últimas horas puso de relieve las extraordinarias maniobras utilizadas por una coalición bipartidista de legisladores de la Cámara de Representantes del estado que salieron en su defensa.
Bloqueados por las cortes y la junta de libertad condicional de Texas, en sus esfuerzos por salvar la vida de Roberson, los legisladores tomaron el miércoles un camino diferente: emitir una citación para que Roberson testificara ante un comité de la Cámara la próxima semana, días después de que se programara su muerte por inyección letal.
Menos de dos horas antes de la ejecución de Roberson, un juez de Austin concedió a los legisladores una orden que confirmaba la citación, poniendo en pausa la ejecución. Posteriormente, una corte de apelación revocó brevemente esa decisión, pero fue anulada por la orden de la Corte Suprema.
«Estamos profundamente agradecidos con la Corte Suprema de Texas por respetar el papel de la legislatura de Texas en asuntos tan importantes», escribieron en un comunicado conjunto el representante demócrata Joe Moody y el representante republicano Jeff Leach.
Roberson, de 57 años, fue declarado culpable del asesinato de su hija, Nikki Curtis, en la ciudad de Palestine, al este de Texas. Sus abogados y algunos expertos médicos afirman que su hija no murió por malos tratos, sino por complicaciones relacionadas con una neumonía.
El gobernador Greg Abbott tenía autoridad para retrasar el castigo de Roberson durante 30 días. Abbott sólo detuvo una ejecución inminente en casi una década como gobernador y no habló públicamente sobre el caso.
A primera hora del jueves, la Corte Suprema de Estados Unidos se negó a detener la ejecución, aunque la magistrada Sonia Sotomayor —en una declaración de 10 páginas sobre el caso— instó a Abbott a conceder un aplazamiento de 30 días.
Los abogados pidieron al gobernador de Texas y a la Corte Suprema que intervinieran. Los abogados de Roberson estaban esperando para ver si Abbott concedía a Roberson un aplazamiento único de 30 días. Era la única acción que Abbott podía tomar en el caso, ya que la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas denegó el miércoles la petición de clemencia de Roberson.
La junta votó unánimemente, 6-0, para no recomendar que se conmutara la pena de muerte de Roberson por cadena perpetua ni que se retrasara su ejecución. Todos los miembros de la junta son nombrados por el gobernador. La junta de libertad condicional recomendó clemencia en casos de condenados a muerte sólo seis veces desde que el estado reanudó las ejecuciones en 1982.
La única vez que Abbott detuvo una ejecución inminente fue cuando perdonó la vida de Thomas Whitaker en 2018.
Un comité bipartidista dio un paso extraordinario para intentar detener la ejecución El comité de Texas celebró el miércoles una reunión que duró todo el día sobre el caso de Roberson. En un movimiento sorpresa al final de la audiencia, el comité emitió una citación para que Roberson testifique la próxima semana.
Durante su reunión en Austin, el comité escuchó testimonios sobre el caso de Roberson y, si una ley creada en 2013 para permitir a las personas en prisión impugnar sus condenas sobre la base de nuevas pruebas científicas, fue ignorada en el caso de Roberson.
La fiscal de distrito del condado de Anderson, Allyson Mitchell, cuya oficina procesó a Roberson, dijo al comité que en 2022 se celebró una audiencia judicial en la que los abogados de Roberson presentaron sus nuevas pruebas a un juez, que rechazó sus argumentos.
«Basándonos en la totalidad de las pruebas, aquí tuvo lugar un asesinato. El señor Roberson acabó con la vida de su hija de casi 3 años», dijo Mitchell.
La mayoría de los miembros del comité forman parte de un grupo bipartidista de más de 80 legisladores estatales, incluidos al menos 30 republicanos, que solicitaron a la junta de libertad condicional y a Abbott detener la ejecución.
El caso de Roberson renovó el debate sobre el síndrome del niño zarandeado, conocido en la comunidad médica como traumatismo craneoencefálico abusivo.
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