Los expertos en salud advierten que a medida que las dificultades causadas por la pandemia ejercen una presión adicional sobre la salud mental de los estadounidenses, se pueden perder decenas de miles de vidas debido al abuso de drogas o alcohol y el suicidio.
El grupo de salud pública Well Being Trust, en un nuevo estudio publicado el 8 de mayo (pdf), dice que el brote de COVID-19 podría llevar a 154,037 estadounidenses a tener «muertes de desesperación» adicionales.
«Las muertes de desesperación han aumentado en la última década, y en el contexto de COVID-19, las muertes de desesperación deben verse como la epidemia dentro de la pandemia», señala el resumen ejecutivo del estudio.
Los autores del informe determinaron nueve escenarios diferentes de cómo el brote de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), podría desarrollarse e impactar a los estadounidenses. Ellos estiman que las muertes adicionales de desesperación en medio de la pandemia podrían variar desde 27,644, lo que supone una recuperación rápida y, por lo tanto, el menor impacto del desempleo, hasta 154,037. El peor de los casos sería impulsado por una lenta recuperación económica y tendría el mayor impacto en el desempleo.
El resultado más probable, según Well Being Trust, es que 75,000 estadounidenses adicionales tendrán «muertes de desesperación» debido a la pandemia.
Los cierres de COVID-19, que golpean la economía estadounidense, y la destrucción de la demanda borraron la asombrosa cifra de 20,5 millones de empleos en abril, la caída más pronunciada en las nóminas no agrícolas desde la Gran Depresión.
La tasa de desempleo aumentó a 14.7 por ciento el mes pasado, según el informe mensual de empleo del Departamento de Trabajo, publicado el viernes. El récord anterior de tasa de desempleo posterior a la Segunda Guerra Mundial fue del 10,8 por ciento en noviembre de 1982.
«El desempleo durante la Gran Recesión (diciembre de 2007–junio de 2009) se asoció con un aumento en las muertes por suicidio y muertes por sobredosis de drogas», según el estudio, cuyos autores señalaron que sus estimaciones de muertes adicionales relacionadas con la pandemia se basaron en datos de investigación históricos y científicos.
“Solo podemos estimar el impacto del aislamiento social en función del impacto del aislamiento social entre grupos e individuos más pequeños. La magnitud y escala del aislamiento social en COVID-19 no tiene precedentes, por lo que el impacto en la salud mental y la enfermedad es una predicción”, agregaron.
El director de estrategia de Well Being Trust, el Dr. Benjamin F. Miller, dijo a CNN que las cifras presentadas en el estudio son estimaciones y que las acciones tomadas podrían cambiar la cantidad de muertes.
«A menos que obtengamos recursos federales, estatales y locales integrales para mejorar el acceso a tratamientos de salud mental y apoyo comunitario de alta calidad, me preocupa que podamos ver que las cosas empeoran mucho en lo que respecta al abuso de sustancias y el suicidio», dijo Miller.
Miller enfatizó que los datos son solo una proyección, y que las acciones tomadas podrían cambiar el número de muertes.
Miller dijo, «podemos cambiar los números, las muertes aún no han sucedido». Dijo que las «condiciones saludables de la comunidad» son condiciones previas para mejorar la salud mental y el bienestar.
“Estos son tiempos inciertos, sin precedentes. Desafortunadamente, para muchos, esta incertidumbre puede generar miedo, y el miedo puede dar paso al temor”, dijo Jack Westfall, director del Centro Robert Graham.
«Tratamos de proporcionar la mayor certeza posible para arrojar algo de luz sobre nuestro camino», agregó. «También debemos asegurar nuestras relaciones, independientemente de los hechos y cifras inciertos del día».
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